En esta versión, estuvo a punto de comercializarse también para cine, y yo fui lo suficientemente afortunado como para probar la versión experimental beta, por encargo de Tak Kohyama (revelada por Retro Lab Cinema), que aproveché para el cortometraje "No hay futuro: Opus 2 (Yago Losina)", protagonizado por Fernando Pujalte y filmado hace un par de meses.
Finalmente, sin embargo, desde Japón se
decidieron, para uso cine, a comercializar la Fujifilm Provia 100, no tan
saturada y algo menos contrastada, lo cual la vuelve más idónea que la Velvia a
la hora de digitalizar pensando en su difusión por la Red (hoy en día imprescindible).
Por
cierto que, pese a su precio más oneroso,
Fujifilm ha prescindido en la cajita del carrete de diapositivas del lujoso color oro, que implicaba
cinco pases por la rotativa (y no cuatro). Supongo que habrán pensado que el
mercado profesional no valora este tipo de detalles.
Actualmente, Fujifilm es
el único fabricante de película inversible de color en el mundo, producción que
mantiene supongo que por mera cuestión de prestigio, pues las ventas de
película (incluyendo la de Rayos X e instantánea) representa menos del dos por
ciento de los ingresos de la compañía nipona, hoy convertida en un gigante de
las industrias farmaceútica y óptica.
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