FUJIFILM VELVIA Y
KODAK TRI X: EXTRAÑO CÓCTEL EN UN MISMO CORTO.
La primera es la
película inversible de color famosa por haber desbancado, gracias a su riqueza
cromática, al desaparecido -y llorado- Kodachrome; la segunda, una inversible
con un blanco y negro que tiene entusiastas adeptos desde hace décadas.
Para los no versados lo
suficientemente en el mundo del cine tal vez debería aclarar aquí que
"inversible" (término muchas veces mal traducido, en español, como "reversible"), es el tipo de
película que, tras su revelado, produce no un negativo, sino un positivo listo
para su montaje tradicional y proyección directa (que es el que, también, se
digitaliza para su difusión en Internet).
La Fujifilm Velvia y
la Kodak Tri X son las emulsiones que elegí para el Opus 2 de la serie sobre la
crisis española "No hay futuro". En cada una de las piezas de esta
obra, con la que se formará un largometraje –aunque podrán ser vistas
individualmente como cortometrajes--,
las distintas texturas de las emulsiones forman parte del lenguaje, como
los planos o la banda sonora, circunstancia fuera de la capacidad de valoración
de los adeptos a la grabaciones en digimerde.
Para la filmación de
este Opus 2, protagonizado por Fernando Pujalte, elegí, como expliqué ayer,
sobreexponer la Velvia un diafragma, para acentuar el tono místico del guión,
emulando a Tarantino en las secuencias en Ektachrome de "Django
desencadenado".
También decidí emplear
una cámara de ¡1 euro! (sí, no es un error: 1 euro), la Fujifilm P2, a la que
modifiqué el obturador -reduciéndoselo de 220 grados a 150-, adapté un objetivo
Voigtlander de 800 euros y le ajusté a mis especificaciones el fotómetro tras
desmontarla y dar con el potenciómetro adecuado siguiendo las indicaciones del
amigo Mateu de Palma de Mallorca (el éxito de esta “customización” ha sido tal
que ha causado sensación en Alemania y Japón: me van a mandar 5 cámaras para su
modificación). Cuando desmonté la cámara, en lugar de dejar los liliputienses tornillos sobre la mesa, para evitar su pérdida, los guardé en un envase de carrete fotográfico de 35 mm)
Este Opus 2 lo comenzamos
a rodar por el final: ahora sólo resta filmar las escenas del principio que,
como el resto, su revelado será encomendado a los magos alquimistas de Retro
Lab Cinema, en Málaga.
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