viernes, 21 de abril de 2017

PERITANDO A UNA VIUDA... ¡CASI ACABA CONMIGO!

Casi acaba conmigo uno de los dos proyectores de su difunto, el magnífico Beaulieu 708 Stereo, no sé si en venganza ordenada desde el Mas Allá: estando el aparato en funcionamiento, sin película (llevaba varios años parado,  pero bien conservado en un armario fresco y seco), al darle la vuelta ¡uno de los rodillos dentados atrapó una manga de mi camisa y la desgarró antes de poder detenerlo!
El accidente me recordó al de hace unos diez años, con un Fumeo, cuando el proyector me atrapó por la corbata y estuve a punto de perecer ahogado, como Isadora Duncan.
Este Beaulieu 708 Stereo se encuentra inmaculado, con apenas uso, como demuestra que el rodillo del cabestrante carece de marcas. Se trata de la versión en el que el obturador, en segundos, se puede transformar de tres a dos palas, no sólo para obtener más luz en pantalla, sino también para digitalizar películas con calidad sublime, de ahí que la máquina lleve incorporado en su cuerpo metálico la leyenda "video transfer capability". 
Si no fuera porque uno ya posee dos de estas fantásticas máquinas, sin dudarlo, me la quedaría. En breve, cuando tenga tiempo, subiré el listado de los objetos cinematográficos peritados y ahora en venta. Todos se encuentran como nuevos.
Mientras tanto, la instantánea del momento en que estoy atrapado por el proyector asesino:



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