domingo, 23 de abril de 2017

SANTUARIO DE MONTAJE Y POSTPRODUCCIÓN EN SÚPER-8 Y 16 MM

Desde que en 2010, cuando, para inmortalizar el final del Kodachrome, tuve la feliz idea de filmar "La Coruña en Súper-8 Kodachrome" (enlace al final), y comprobé su extraordinario aceptación  (200.000 espectadores en cuatro plataformas, emitido por varias televisiones, reportajes a toda página en dos de los cuatro periódicos principales de España: "La Voz de Galicia" y "El Mundo"), quedé muy sorprendido: ¿cómo puede ser que un trabajo hecho de forma solitaria y artesanal, sin apoyos, llegue a más gente que obras subvencionadas con el oro y el moro, grabadas en digital? El elemento diferenciador, sobre los millones de grabaciones que cada día se vierten en la Red, es su peculiar textura superochística.
Tomé, pues, la determinación de iniciar una línea de producción que denomino "penitencial" (dado que uno hace de todo, desde la escritura del guión o la filmación hasta la locución),  en Súper-8, primero tímidamente, y ahora con una cierta regularidad.
Casi todos los trabajos, u opus, como me gusta denominarlos, suelen superar los 20.000 o 25.000 espectadores, especialmente si son objeto de apoyo por parte de algún periódico o empresa, de forma que con estos cortometrajes penitenciales en Súper-8 he superado, desde el 2011, ¡el millón de espectadores! en ciento y pico países.
UN SANTUARIO SUPEROCHÍSTICO EN CONDICIONES.
Para trabajar con mas comodidad, aprovechando ratos muertos, he habilitado una especie de santuario superochistico, en la Cinemateca de Galicia-IB Cinema, que se encuentra YA prácticamente listo, y que me posibilita bien acabar la película íntegramente en soporte argéntico (la pistadora de sonido la sigo manteniendo abajo, en el antiguo laboratorio, junto al taller de stop motion), o bien mezclar la tecnología fotoquímica con la digital, algo necesario en aquellas ocasiones en las que me veo obligado a emplear película negativa en lugar de inversible (mi favorita). 




MESA DE MONTAJE CINEMATOGRÁFICO
Tradicionalmente, siempre trabajé con una moviola y una mesa retroiluminada para identificar los distintos planos. Como ahora, incluso con gafas especiales, me resulta difícil distinguir los diminutos fotogramas, esa pequeña instalación la trasladé a casa y aquí, en la Cinemateca de Galicia-IB Cinema, según se entra en el Santuario Argéntico, a mano izquierda, el visitante se topa con una mesa con cinco moviolas sonoras: trabajo con la central y voy seleccionando los planos con las demás (tengo que aclarar que, en mis rodajes, ¡aprovecho la práctica totalidad del metraje!). Además, en su propia mesa, una moviola Zeiss de 16 mm con su empalmadora del Dr. Catozzo. En el armario, moviola y empalmadoras también para estándar 8 y 9.5 mm.
En Súper-8, siempre empleo la empalmadora Fujifilm Stereo, que deja libres las dos pistas de sonido, algo muy importante para mí pues siempre sonorizo con estereofonía.



FUENTES DE SONIDO.
En la mesa de control central, a la izquierda del monitor Mac, nos encontramos con un giradiscos, una mesa de mezclas, dos pletinas de cassette Eumig Metropolitan con arranque instantáneo y tres proyectores Fujicascope con velocidad controlada a cuarzo.
Delante del Mac, suelo situar el ordenador portátil en el cual escribo los guiones.


MÉTODO "FÉLIX RODRIGUEZ DE LA FUENTE".
Cuando filmo documentales, suelo hacerlo guiado simplemente por una escaleta mental. Tras el montaje, imitando el modus operandi del añorado Félix Rodríguez de la Fuente, voy escribiendo el guión, cosa que suelo hacer en el portátil,  mientras miro lo imagen digitalizada en el monitor del Mac.
Una vez redactado, lo sonorizo en la pista magnética en ese mismo lugar, en superposición sobre el resto de material sonoro: ¡un error en la locución implica repetir la grabación del sonido de la escena completa! (directos con sincronismos labiales a cuarzo, efectos de biblioteca, música...), en lo que es un arte también a la hora de grabación sonora.



AMIGOS POR TODOS LOS LADOS.
El Santuario Argéntico tiene sus cuatro paredes revestidas con carteles de motivos cinematográficos, desde uno con todos los formatos de cine que existieron en la historia de nuestro arte, hasta afiches de películas entrañables, como "Cinema Paradiso".
Tras el Mac, la foto que le tomé hace unos años a Shigeo Mizukawa, el diseñador de la cámara Fujica ZC1000 y otros aparatos Fujifilm que todavía empleo hoy.


No podían faltar fotografías químicas tanto de la familia como de varios amigos: Nena, Javier, Víctor, Marc,  Ángel, Tak... por citar a unos pocos. ¡Me gusta trabajar rodeado de la gente querida! Presidiendo todo el conjunto, una imagen lenticular de la Última Cena pues esto es, ya digo, un Santuario.




TELECINES FUMEO.
A la derecha de mi espacio de trabajo, la mesa con los telecines Fumeo: un telecine es un aparato que permite la digitalización del material rodado con película. Naturalmente, el paso que más uso es Súper-8, pero también están los que digitalizan 16 mm, estándar 8 y 9,5 mm.


PUERTA LATERAL.
En la foto inferior, la vista que se tiene desde la puerta que comunica con el despacho de administración. En las estanterías del fondo, algunos libros de consulta sobre técnica cinematográfica, así como las revistas que voy acumulando que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España nos manda a los numerarios
2010: LA CORUÑA EN SÚPER-8 KODACHROME
Para finalizar, el cortometraje con el que inicié esta línea de películas penitenciales "2010: La Coruña en Súper-8 Kodachrome" (tomado de una de las plataformas en las que está colgado).
Tengo que aclarar que, tras su revelado, la planta Kodachrome en el laboratorio Dwayne´s, de Kansas, fue desmantelada para siempre. Como último cortometraje en Kodachrome rodado en el mundo es un opus histórico a nivel internacional, pero a nivel local también: ¡ya no existen los tranvías en mi ciudad!, y aquella imagen luminosa y limpia se ha transformado en una presente triste y desvencijado.














2010: A CORUÑA EN SUPER-8 KODACHROME from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario