martes, 4 de abril de 2017

WITTNER: ¿COMERCIANTES HANSEATICOS O MERCADERES OTOMANOS?

"Sisar" es un término que, en español, cayó en desuso: designa a la acción de hurtar pequeñas cantidades, de forma que "no se note".  La "sisa" fue bastante frecuente en los tiempos de penuria de la postguerra española por parte de comerciantes sin escrúpulos con balanzas trucadas a su favor, y, posteriormente, por vendedores ambulantes que, como muchos eran gitanos, en España, actualmente, cuando alguien, no necesariamente de esa etnia, tiene en la sisa su práctica comercial habitual, los clientes se refieren a él como "vaya tío más gitano" (¡aunque hay gitanos totalmente honestos!).
Pues bien, la gente de Wittner, mas que alemanes (siempre tan serios en sus tratos comerciales), parecen gitanos, sisando en el material, como veremos.
SISAR EN PELÍCULA
Todos recordamos los elevadísimos precios que hace años tenían, los de Wittner,  para determinadas piezas de Elmo, Braun y Beaulieu, hasta que la competencia de César Ballesteros, mientras tuvo abierto su taller CBD, les obligó a bajar a cantidades menos abusivas. Sin embargo, nada que objetar: es la ley del mercado. Pero sí recae sobre Wittner la pena moral:   márgenes de beneficio abusivos, a costa de creadores y artistas.
Cuando hace unos cuatro años, los de Wittner, comenzaron a vender la AGFA Aviphot, "olvidaron" mencionar que se trataba de un viejo material caducado ¡que llevaba fabricado, en aquel entonces, dos lustros atrás!  Ocultar algo tan fundamental como la fecha de fabricación de un material sensible no es una práctica comercial muy ortodoxa, aunque se podría tolerar.
 (Nota importante: fuentes cercanas a Gevaert nos aseguran que la última colada de la Aviphot fue en septiembre de 2014; sin embargo, el responsable de un bien conocido laboratorio dice que, desde hace mas de diez años sólo se está cortando y reperforando Aviphot procedente de rollos maestros fabricados dos décadas das atrás).  
Lo que sí es una auténtica "gitanería", en el sentido tradicional del término, es "sisar" metros de película en las bobinas y cartuchos de AGFA Aviphot.
Aunque las bobinas de 72,50 metros advierten que puede haber un error de longitud de aproximadamente el diez por ciento para arriba o para abajo, en las cuatro bobinas que hace cuatro años he comprado, el error fue siempre a su favor: ni una sola trajo un fotograma de mas; todas vinieron con bastantes metros de meno, ¡incluso una tenía unos 55 metros!, cuando, con un margen de error del diez por ciento, tendría que haber contenido entre 65.25 metros y 80 metros.
Naturalmente, nunca más volví a comprar bobinas de AGFA Aviphot.
Recientemente, mi amigo André Egido me regaló un cartucho súper-8 de AGFA Aviphot envasado por Wittner, que empleé para probar una cámara Bauer modificada por el propio Egido.
En el envase, la consabida advertencia del margen de error de + o - el 10 por ciento.
Tengo que aclarar que, de la película Aviphot, al ser un poco mas fina que lo normal (es de poliéster), tranquilamente se podrían introducir unos 18 metros en cada cartucho de Súper-8. Pero uno, dada mi experiencia anterior con Wittner, contaba no con 18, ni siquiera con los 15 anunciados, sino con solo 14 metros (desde 1965, los cartuchos de Súper-8, de cualquier fabricante, siempre han venido con 15,25 metros, que son 50 pies exactos).
Pobre de mí: ¡la cámara dejó de filmar con el contador en 12 metros! ¡Ni un gitano "sisaría" tanta película! Lo peor de esta sisa: el último plano quedó sin filmar: ¡grrrrr!
El cartucho llevaba en poder de Andrés Egido bastante años: es posible que, en todo este tiempo,  en Wittner hayan mejorado su sistema de medición del metraje de la película, aunque resulta sospechoso que, siempre, los errores hayan sido a su favor.
Ahora me encuentro un poco preocupado pues, entre cuatro filmmakers españoles, vamos a encargar en Wittner cuatro latas de 330 metros de la película en blanco y negro Agfa Scala, una emulsión cuyo blanco y negro fue todo un descubrimiento cuando lo usé para filmar "No hay futuro (Opus 1)". Además, como su soporte es tan fino ¡entran casi 15 metros en cada cartucho Fujifilm! Y no se atasca al filmar marcha atrás, como otras películas de soportes mas gruesos. Espero que los de Wittner se comporten honestamente, como los antiguos comerciantes alemanes de la Liga Hanseática, y vendan los metros que anuncian.
El blanco y negro del la Scala, que me satisfizo plenamente, puede ser visto en este cortometraje: 


NO HAY FUTURO (OPUS 1) from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.

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