viernes, 12 de julio de 2019

CELESTIALES RESULTADOS CON FÍLMICO CADUCADO HACE 35 AÑOS

¿Cómo logra Riccardo Pascucci, de Bottega Analogica, en Roma, conseguir resultados que me atrevería a calificar de milagrosos en películas inversibles en color caducadas hace 35 años? 
El revelado de películas no es sólo mera tecnología química, sino que también tiene su punto de experiencia y casi de alquimia, un mundo escondido, misterioso, oculto, con arcanos secretos y fórmulas ya olvidadas, que Riccardo ha ido recopilando, con meticulosidad jesuítica,  descifrando envejecidas libretas, cuadernos amarillentos con químicos y libros descatalogados que recuperó en laboratorios (foto y cinematográficos),  que fueron cerrando en Roma desde el advenimiento del digital. 
Pero Riccardo, además, tiene otra ventaja sobre cualquier otro laboratorio del mundo, en su inmensa e inabarcable redondez. Todos los demás diluyen los ingredientes químicos en agua destilada. Riccardo, en cambio, prepara sus soluciones con agua recogida de un pequeño manantial en un recóndito lugar de los Jardines Vaticanos, que se nutre de acuíferos que pasan debajo del cementerio donde, a lo largo de los milenios, se han enterrado alguno de los mártires y santos mas significativos de la Humanidad. Las peculiares características de esta agua milagrosa son las que hacen el posible los celestiales resultados de Riccardo en la Bottega Analógica.  
Durante el último lustro, he procurado conseguir cartuchos Fujifilm de Single-8 caducados, con la intención no de usar la emulsión que contenían, en algún caso caducada tan atrás como en el año 1985, sino para recargar con película Kodak fresca. 
Sin embargo, después de ver alguno de los éxitos de Riccardo Pascucci publicados en el grupo de Facebook Super 8mm (https://www.facebook.com/groups/27648968851/ ), el mas numeroso en esta red social, me decidí a empezar a filmar con estas películas añejas aunque, todo sea dicho, sin mucha fe. 
Mi sorpresa fue grande cuando recibí el primer sobre con cinco cartuchos revelados de distintos años. El Ektachrome caducado de 2011 ¡¡¡estaba perfecto!!!, inmaculado, sin dominantes, con colores brillantes y saturados. 

En cuanto a los Fujichrome, empleé emulsiones que expiraron¡¡¡en  1985 y 1986!!!, un par de ellas para el mercado americano, las otras dos para el europeo. La procedencia, pues, diversa. Y conservadas, sabe Dios como, a temperatura ambiente. 
Pues bien, excepto en un rollo, en todas ellas el resultado fue asombrosamente bueno: de un material caducado hace treinta y cinco años, del que no esperaba obtener nada, Riccardo fue capaz de conseguir resultados ciertamente aprovechables. 
El revelado es, además, magnífico: absolutamente uniforme y limpio, con la capa anti-halo, o remjet, eliminada sin el menor residuo ni arañazo en la emulsión, algo que sólo se puede explicar con el ingrediente sobrenatural que aportan las aguas del Vaticano con la que Riccardo prepara sus químicos. 
Riccardo, además, devuelve las películas perfectamente clasificadas, de forma que es posible saber que partidas están mejor conservadas, para futuras filmaciones. 

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