Muchas gracias a Santiago Fernández, el admirado actor de teatro y de doblaje, por permitirnos el uso de su teatro Sala Hamlet para conmemorar, como Dios manda, o sea, con proyección cinematográfica, el Día del Patrimonio Audiovisual. En la fotografía, una foto de familia, tras haberse marchado algunos niños del público, con el politburó del barrio coruñés de La Falperra, donde se ubica la Sala Hamlet, con el concejal Antonio Deus, commendatore de la zona, y a la derecha Santiago Fernández.
Esta sesión memorable, que agradó al público, demuestra que la cultura no tiene por qué ser aburrida o minoritaria. El opus que mas gustó fue el cartoon paradigma de lo políticamente incorrecto "Coal Black and de sebben dwarfs", de Bob Clampett, que fue precedido del avance de tres minutos de "Spisbergen: el guardián del Ártico", hinchado de Súper-8 a 16 mm. A Santiago Fernández, que es el narrador, le encantó escuchar su voz procedente de la gran pantalla.
Tal vez sea menester mencionar que un promocional de este documental, la mini featurette homónima, ganó el Premio del Público la semana pasada en el festival de San Roque con unos votos ¡mayoritariamente británicos! Es reconfortante ver como un documental comienza a cosechar premios ¡antes de estar terminado!
La sesión conmemorativa del Día del Patrimonio Audiovisual, de la que LA VOZ DE GALICIA se hizo eco días antes, se llevó a cabo con un Fumeo 9315 con lámpara xenón 500, idéntico al que se encuentra en funcionamiento en la sala del CGAI,
la pomposamente autodenominada "filmoteca de Galicia" con una política tan incomprensible que, justo el día en que tendría que abrir pues justifica su actividad, permanece cerrada a cal y canto.
Ese mismo día, la Filmoteca de Catalunya ¡abrió para seis proyecciones y una exposición! Se ve que Galicia es un sitio distinto... ¿o bien es que personas que, a estas alturas se atreven a afirmar "que el calentamiento global no es un problema nuestro", o sea, que revelan ser unos patanes auténticos, que en cualquier otro región, por regurgitar algo así, serían cesados fulminantemente, aquí, en cambio, dirigen instituciones como AGADIC, del cual depende el CGAI?
Para celebrar esta conmemoración del Día de Patrimonio Audiovisual, Marcos et moi hicimos el trabajo CGAI de ocho personas, no sólo el día de la exhibición (traslado, montaje y desmontaje de equipos de proyección de cine y sonido, incluyendo la pantalla, y el proyector de cine de cien kilos), sino las labores previas (montaje del programa a proyectar en un gran rollo con varios kilómetros del film, gestión de derechos, etc.), así como atender la propia proyección en sí (una proyección en cine no es como una exhibición digital: hay que estar constante al lado del proyector).
A la proyección hizo el esfuerzo de asistir, medio vapuleada por la gripe, la profesora Sara Valiño, que se llevó para la hemeroteca de las Escuela de Imagen y Sonido de La Coruña un ejemplar de la lujuriosamente impresa revista PhotoKlassik International, la biblia internacional de la tecnología fotoquímica.
El Día del Patrimonio Audiovisual se celebró un año mas en Galicia sin las ayuda ni siquiera un vaso de agua por parte de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia, ni ninguno de sus chiringuitos, por entusiastas del cine fotoquímico exclusivamente para cinéfilos.
Gracias por compartir la experiencia. ¿Contentos con el pase? En Ourense no me suena que se hiciera algo parecido.
ResponderEliminar¡Muy contentos! El público aplaudió al final: eso lo dice todo. No me extraña nada que no se haya celebrado este día en Ourense. En Galicia, los que se tendrían que ocupar desde su poltronas por la cultura andan a otras cosas...
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