El largometraje "O que arde" fue filmado con película de 16 mm Kodak Vision. Para los exteriores diurnos e, incluso, algún interior, Oliver empleó la Vision 7207, de 250 ASA, de 5.500 grados Kelvin. Para las secuencias nocturnas, y los incendios, el director se decidió por la Vision 7219, de 500 ASA, originalmente para luz de tungsteno, pero cuyo balance original de 3200 grados Kelvin se equilibró con un filtro 85. Emulando a Kubrick, el deseo de Oliver Laxe fue filmar toda la película con luz ambiente.
Aunque ambas emulsiones Kodak difieren en saturación, contraste y grano, "O que arde" demuestra que se pueden combinar muy bien.
La película, hay que verla proyectada en pantalla grande: es toda una delicia visual cuando las retinas cultivadas se recrean en como las llamas de los incendios forestales queman los granos de plata de la emulsión, con una textura imposible de emular en digital.
"O que arde", premiada en Cannes, ha conseguido atraer a 10.000 espectadores de pago durante su primer fin de semana. Es una marca difícil de cosechar para una película independiente, que no tiene detrás a una gran distribuidora. Pero, amigos, ¡ya lo veréis!: con el boca a boca, la cifra se multiplicará por diez.
Demuestra Oliver Laxe, con "O que arde", su maestría suprema pues es una sucesión de imágenes, a cada cual mejor, en un medio, el cine, el de verdad, el filmado con película, con el que no sólo en Galicia, sino también en el resto de España, pocos se atreven: artesanía, talento y conocimiento técnico al unísono en esta PELÍCULA, de la mano de Oliver.
¡¡¡Felicidades, Oliver!!!, por esta magna obra cinematográfica, para la historia de Galicia. Una película para disfrutar en el cine varias veces --personalmente, la veré todos los lunes, hasta que la quiten--.
(Fotografías suministradas por Kodak)
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