sábado, 7 de diciembre de 2019

VALEROSA GRETA

Valerosa, Greta, que para llegar a la Cumbre del Clima de Madrid ha cruzando el Atlántico norte en pleno noviembre, hazaña que metería miedo hasta a alguno de esos viejos marinos que tienen derecho a llevar un pendiente en la oreja por haber atravesado el Cabo de Hornos.  Solo la firme creencia en un ideal superior puede proporcionar la suficiente fuerza a alguien para culminar esa odisea. 
Causa estupor que aquellos que nunca han hecho nada por nadie, a diestra y siniestra, pretendan minusvalorar a esta niña no con argumentos científicos, rebatiendo sus afirmaciones, sino con ataques personales, alguno verdaderamente ruin.
Dicen que para este viaje llegó a Portugal  en el yate de unos millonarios. La realidad es que se trata de un catamarán, como hay muchos en el puerto deportivo de mi ciudad, con un precio entre 200.000 y 500.000 euros: un velero sin lujos ni camarotes individuales: lo justo para vivir errante. En noviembre, en el Atlántico norte, nada mas lejos que un viaje de placer su hazaña. 
La familia tradicional propietaria del velero subsiste con unos 200-300 dólares diarios, gracias, sobre todo, a los ingresos publicitarios de sus publicaciones en Internet. Pero, ¿y si fueran millonarios, qué? Mejor para ellos. O, ¿es acaso delito tener éxito económico en la vida?
También dicen que debería estar en la escuela. Greta ha superado la instrucción obligatoria en su país y, con 16 años, puede elegir entre seguir estudiando o trabajar, lo mismo que otros adolescentes que encaminan su vida en el deporte, la moda o son simples cantantes o artistas. 
Escuchándola hablar ante grandes auditorios con personalidades, me pregunto ¿cuántos licenciados en derecho o ciencias políticas podrían hacerlo con ese aplomo?  
Por otra parte, su soltura y riqueza léxica en inglés, un idioma que no es el suyo materno, contrasta con el nivel en esta lengua, el esperanto moderno, fundamental en nuestro mundo, de la inmensa mayoría que la critican. Ello certifica que Greta está formada y sigue aprendiendo, aunque sea de forma no reglada. 
Con todo, las personas mas miserables son aquellas que intentan destruirla tachándola de enferma, por su síndrome de Asperger. En este grado, lejos de ser una rémora, se demuestra que es una virtud, ya que, probablemente gracias a su Asperger, Greta se centra en el cambio climático con una determinación imposible para otros.
Además, Greta sabe llegar a los más jóvenes: todo un logro sacar a los adolescentes del botellón, de una existencia materialista, y centrarlos en el  problema mas grande que afecta a la civilización humana: el calentamiento global que ya preocupaba hace 30 años a otra mujer, la primera ministro  y científica británica, Margaret Thatcher. Gracias a Greta las cumbres del clima pasan de estar escondidas en un faldón de los periódicos a primera plana en color incluso en revistas de prestigio.
Como se publica en la revista TIME al nombrarla, este 2019, la persona del año: " Thunberg no es líder de ningún partido político o grupo de defensa. Ella no es la primera en hacer sonar la alarma sobre la crisis climática ni la más calificada para solucionarlo. Ella no es científica ni política. No tiene acceso a las palancas de influencia tradicionales: no es multimillonaria ni princesa, ni una estrella del pop, ni siquiera una adulta. Es una adolescente ordinaria que, al reunir el coraje para decirle la verdad al poder, se convirtió en el ícono de una generación”,  a lo que añade: “Al aclarar un peligro abstracto con indignación penetrante, Thunberg se convirtió en la voz más convincente sobre el tema más importante que enfrenta el planeta". 
Valerosa Greta,  un orgullo para los pueblos escandinavos. 

  • Para quien quiera saber más sobre Greta: su interés por el medio ambiente comenzó a los 11 años (mi máxima empatía, pues; los que me conocen recordarán que a esa edad comencé a profundizar en el Súper-8, el Tibet y el cine de animación,  pasiones que no he abandonado). El detonante de su lucha fueron los incendios forestales que devoraron su Suecia natal tras la inusual ola de calor en Escandinavia en 2018 (que, asombrado,  tuve ocasión de vivir en persona).

EL TÍBET, ¡¡¡PRESENTE!!!
El  país mas contaminante del mundo, la China roja, esa sangrienta dictadura que firma cualquier documento pero luego hace lo que le da la gana, no está presente en la Cumbre del Clima, pero sí, en cambio, una pequeña delegación del Tíbet, el techo del mundo, pudiéramos decir que el "tercer polo de la Tierra", invadido por los chinos en 1959 y donde los comunistas han cometido el mayor genocidio étnico y cultural del siglo XX, acabando con una cultura milenaria. En el Tíbet, además,  la China roja lleva décadas causando un desastre ecológico de consecuencias incalculables.


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