lunes, 2 de mayo de 2022

JUAN PIQUER SIMÓN: UN VALENCIANO FANTÁSTICO

Durante mi primer curso en la universidad, en Barcelona, me ganaba unas pelillas, además de ocuparme del departamento técnico de "Cinema 2002" (tanto con artículos publicados como respondiendo epistolarmente a las consultas de los lectores), con la proyección de películas en Súper-8 en centros de enseñanza (abandoné esta actividad en mi segundo año cuando fui elegido Jefe de Actividades del Colegio Mayor Sant Jordi: ¡pues mi sueldo era no pagar!).

Comprobando el viejo positivo de "Viaje al centro de la tierra" con un Beaulieu Studio

Como proyeccionista, llevaba a las escuelas mi propio equipamiento de Súper-8, que todavía poseo: el entonces novedoso proyector Eumig 940 Multiprocessor (comprado a plazos en Arpí ¡y que se pagó sólo en unos meses!), un par de altavoces y una Jirafa de Castells que me permitía proyectar la película de un tirón, sin interrupciones. Mi punto fuerte, mi caballo de Troya, fue la exclusiva para proyecciones non theatrical en Súper-8 de "2001: una odisea en el Espacio", en versión íntegra en CinemaScope, frente a la versión pan & scan (con imagen seleccionada central) que era la que se distribuía en ese entonces (e, incluso, tiempo después, cuando llegaron el Beta y el VHS.

¡¡¡90 pases!!!, llegué a hacer, de "2001", ese curso, para el departamento de cultura de un Josep Tarradellas tan querido que, cuando pasaba por la calle, la gente le aplaudía. ¡Qué tiempos aquellos, en Barcelona, con iniciativas como la del recordado grupo Acción Súper-8, de Enrique López Manzano!

Tras "2001", la siguiente película, para una audiencia mas infantil, que mas me demandaron fue la ópera prima de Juan Piquer Simón "Viaje al centro de la Tierra" (1976), con Pep Munné, Kenneth More, Frank Braña, Jack Taylor, Ivonne Sentis y, entre otros, Lone Fleming.  No puedo hablar mas que bien, de esta película: había funcionado bien en taquilla y, en todas las escuelas a las que la fui a proyectar, las jóvenes audiencias quedaban encantadas y aplaudía. 

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El cine fantástico y de aventuras,  o de terror, de Juan Piquer Simón tiene un mérito enorme: lo filmaba sin ayudas ni subvenciones, y siempre recuperaba en taquilla. Sus comienzos, en el mundo del cine, fueron dificiles, pues el comunista Juan Antonio Bardem, responsable de la sección de cine de los sindicatos verticales franquistas, le negó el carnet de director de cine, requisito imprescindible, en aquella época, para dirigir un largometraje de 35 mm. 

Una placa que Barcelona debió haber conservado

Inasequible al desaliento, Piquer levantó "Viaje al centro de la tierra", completando la trilogía verniana con  "Misterio en la isla de los monstruos" y "Los diablos del mar". Quiso, Piquer, rodar mas películas basadas en obras de Julio Verne pero tuvo un problema: ¡se equivocó del país al nacer! Aquí, sobre la piel de toro, los productores preferían películas de tipos con boina y pechugonas con escasa vestimenta, o bien, de "lucha de clase" (con mucha subvención pero poco público, y todo tipo de "maniobras" para cobrar del erario).

No pudo levantar, tampoco, la adaptación del tebeo "El guerrero del antifaz", pero si dejó un legado de películas fantásticas y de terror que funcionaron bien en taquilla y, alguna de ellas, como "Mil gritos tiene la noche" se consideran "de culto" en el mundo anglosajón. En 1983, la distribuidora cerró su departamento de Súper-8 (resistiendo unos años mas con el 16 mm), siendo lo suficientemente amables como para regalarme el positivo de "Viaje al centro de la tierra" que tantas veces les había proyectado. Ayer, domingo, tuve ocasión de visionarlo. Los colores palidecen en este viejo positivo Eastman con mas de 40 años... pero todavía refulge la celeste mirada  de la walkiria Lone Fleming: PULSAR AQUÍ PARA VER

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