Lo malo que tiene esto del cine es que es un trabajo vocacional en que no siempre se cobra por lo que hace. Es, por ejemplo, el caso de la restauración de un material cinematográfico de una querida orden a quien ya habíamos restaurado material hace unos años. Ahora me traen cuatro documentales, uno de ellos con Síndrome de Vinagre en fase avanzada, para restauración y conserva de los originales, así como para su digitalización.
El encargo, aunque no pagan, se lo hago gustoso. A cambio, me cederán las imágenes, que insertaré en uno de mis documentales sobre La Coruña, de los aviones del ejército volando sobre los cielos de mi ciudad formando las siglas V y M, por la Virgen María, en los años cincuenta (que les teleciné hace ya bastantes años).
Esta mañana, inspeccioné uno de los documentales que debo restaurar y digitalizar, un positivo sobre Pio XII (que dato en 1955, por el soporte de la película). Sorprendente, la locución cuando aparecen unas monjas a punto de ser recibidas por el Papa: "La religiosa no deja de ser mujer y su excitación no deja de ser perdonable en el momento mas importante de su vida: aquí vemos a una hermana buscando nerviosamente su rosario para que lo bendiga el Santo Padre". Y en otra escena: "las caras de estas santas mujeres reflejan ese fuego profundo, la pasión serena, de exaltada tranquilidad".
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