jueves, 14 de julio de 2016

FERDINANDO EL TORO EN 16 MM IB TECHNICOLOR, CON EL FUMEO 9271

FERDINANDO EL TORO EN 16 MM IB TECHNICOLOR, CON EL FUMEO 9271
Uno de los cortos de dibujos animados favoritos de mi sobrino Xavi es "Ferdinando el toro", un canto a la diversidad y el pacifismo con el que Walt Disney ganó el Óscar de 1938. Fue el primer trabajo dirigido por Dick Rickard, uno de los responsables de "El viejo molino", que, personalmente, considero, este último,  entre los diez mejores cartoons de la historia de la animación mundial.
"Ferdinando el toro" se encuentra basado en un librito original de Munro Leaf en el que se narra la historia de un toro de lidia feroz que, lejos de embestir al matador en la plaza, prefiere sentarse y oler los ramilletes de flores que arrojan las chicas al ruedo.
Poca gente sabe que el matador es una caricatura del propio Walt Disney, quien, pese a que se encontraba inmerso en la vorágine de "Blanca Nieves y los siete enanos" también tuvo tiempo de poner la voz a Ferdinando.
Mi positivo, con decenas de años a sus espaldas, se encuentra tirado en IB Technicolor, un maravilloso sistema de color capaz de reproducir una saturación alucinante con negros profundos y estabilidad garantizada para siglos. Además, se trata de la versión que Disney hizo en español, para el mercado americano, con los títulos de créditos en nuestro idioma, algo que hoy no se puede ver ni en los DVD ni en Blu Ray en venta en España, o servidos por la distribuidora en DCP,  pues, aunque la película se ofrece doblada, los títulos se corresponden con la versión inglesa.
"Ferdinando el toro" fue un empeño personal de Walt Disney, que se rodó y distribuyó de forma especial, al margen de cualquier otra serie que la compañía distribuía entonces para proyectar en los cines antes de los largometrajes. Sus valores y técnica lo han vuelto un cortometraje de culto con valores morales imperecederos.
Esta proyección, para mi sobrino Xavi, la estoy haciendo no desde cabina, sino con un proyector portátil en sala, para máximo disfrute cinéfilo. Se trata de mi primer proyector de 16 mm, el Fumeo 9271, que adquirí a mediados de los ochenta, en la propia fábrica Fumeo de Milán. En aquella época, RENFE me lo alquiló durante unos tres años, para un vagón especial con cine, gracias a lo cual podría afirmarse que se trata del proyector de cine "más viajado" de España. Posteriormente, también estuvo en servicio durante años en la Filmoteca del Fórum Metropolitano (hasta que instalamos uno con iluminación


de xenón), cuando uno la puso en marcha por indicaciones de aquel gran concejal de cultura coruñés que fue José Luís Méndez Romeu. Vendí una unidad similar para la Casa de las Ciencias, creo recordar que a principios de los noventa.
Una de las características diferenciales de este Fumeo 9271 es que, además de llevar marcha atrás, su amplificador está dotado con un control especial de frecuencias medias para mejorar la inteligibilidad de la palabra hablada en salas de pobre acústica. Su enhebrado manual y su cuidado sistema de rodillos garantiza decenas de miles de pases de una misma película sin el menor deterioro ni arañazo. Su objetivo original es un Kern, hecho en Suiza, con anamórfico Kowa, fabricado en Japón.

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