"N.S.
de Pastoriza, la virgen que sobrevivió a Almanzor" es un documental que
rodé, como acostumbro, en formato
panorámico con anamórficos Iscorama, los non plus ultra de los objetivos Scope.
Como
lentes primarias, empleé el versátil transfocator Pentax 8-48 mm, que abre
hasta un increíble f 1.0, y el legendario objetivo de focal fija Leitz Cinegon
de 10 mm, que, aunque sólo abre a f 1.8, como publicó en su día Ivan Watson, es
el objetivo de súper-8 mas corregido jamás fabricado, capaz de obtener nitidez
cristalina incluso a plena apertura. Al Pentax le acomplé el Iscorama 42
mientras que con el Leitz usé el diminuto Iscorama 36.
Los
dos anamórficos proporcionan el mismo excepcional rendimiento óptico. El
problema viene con los dos objetivos primarios. El reto, en este
documental, consistía en filmar en el
interior del Santuario, de noche, con película inversible Kodak Ektachrome de
sólo 100 ASA.
La
ventaja del Pentax sobre el Leitz es, a plena abertura, la ganancia ¡de casi
dos diafragmas! Su desventaja: la definición, a 1.0, del Pentax es muy
"blanda". Esto no me procupaba para primeros planos (que disimulan
muy bien la carencia de definición), pero sí para planos distantes, por ejemplo,
del Altar, por lo que tomé la determinación de filmarlo con el Pentax a
cadencia normal y plena abertura, y repetir el plano con el Leitz a plena abertura pero a
sólo 12 fotogramas por segundo (aprovechando que no había fieles en esa toma),
con objeto de ganar casi un diafragma.
La
diferencia de nitidez entre uno y otro objetivos es abismal. La fotografía
superior (que reproduzco con el móvil del monitor del telecine) se corresponde
a un fotograma del Altar filmado con el
objetivo Leitz y el Iscorama 36; en la distancia, se puede distinguir
perfectamente el dulce rostro de ambas veneradas tallas (naturalmente, la
imagen se encuentra "comprimida", por ser anamórfica).
La
fotografía inferior es con la misma cámara y escenario pero con fotograma
filmado con el Pentax 1.0 a plena abertura: la diferencia de nitidez es
abismal, como del cielo al infierno. ¿Debo dejar de filmar con el Pentax? No lo
haré. Sigue siendo útil para filmar primeros planos y planos medios con poca
luz y película poco sensible. Además, su focal variable de cinco aumentos, con
un tamaño muy compacto, lo vuelve un objetivo "todo terreno", con poco peso, y
resultados excelentes en torno a f 5,6 o menos. Pero, buscando calidad máxima,
con la Fujica ZC1000, a plena abertura, no queda otra que filmar con el Leitz.
En lugar de una imagen infernal, ¡la obtenemos celestial! Y Nuestra Señora de
Pastoriza, la patrona de los artesanos y mareantes coruñeses, se merece esta
consideración.