martes, 17 de diciembre de 2019

¡MENOS MAL QUE NOS ENGAÑARON Y ERA AGFA!

Me regalaron, hace unos meses, un episodio de una de las mas populares series que se vendían en Súper-8 cuando era niño, en los años setenta, "Mortadelo y Filemón". Recordaba perfectamente las cajas, de verlas en establecimientos fotográficos como Docampo, en mi ciudad, a unos inalcanzables 2.900 pesetas por capítulo de unos ocho minutos. 
Al estar, destacado en la caja, que se trataba de una película Kodak,  no tuve interés en verla hasta ayer cuando me dispuse a localizar colas con distintas texturas para digitalizar.  
Y no la había visto pues imaginaba que, como todas las películas Kodak de copiado de esa época (¡ojo, no el Kodachrome de filmación!), estaría roja o marrón.   
La sorpresa fue grande al visionarla en la moviola. Inmediatamente me dí cuenta que no había sido copiada en Kodak Eastman. Los colores, perfectos, inmaculados, con buena densidad y contraste: se trataba de ¡una copia en AGFA!
España es el país de la picaresca, desde antes de Rinconete y Cortadillo, y siempre lo será... pero en este caso, sin quererlo, los pícaros nos han hecho un favor. 
Pretendiendo dar gato por liebre,  Visiones Marbiscolor, "vendiendo" como Kodak una mas barata AGFA, originaron, sin quererlo, un bien: las películas AGFA de esa época mantienen el color intacto en tanto que a a las Kodak  Eastman anteriores a 1982 o 1983 se les desvanece (a propósito, como veremos).
KODAK PRE LPP
En la Cinema de Galicia-IB Cinema, uno de los archivos cinematográficos privados en 35 mm, 16 mm y S8 más grandes de Europa,  tenemos mucha experiencia en conservar distintos tipos de películas.
Uno de ellos, el stock Eastman pre-LPP, es la desgracia de los archivos. Menos mal que Kodak, a partir de 1983, tras las presiones, entre otros, de Martin Scorsese, universalizó el copiado en LPP,  un tipo de emulsión en el que los colorantes, si están bien revelados y conservados, pueden resistir el paso del tiempo durante décadas, sino siglos, como si hubiesen abandonado el laboratorio el día anterior.
Cada vez que menciono el acrónimo LPP en alguna de mis charlas sobre preservación siempre hay algún aspirante a archivista que me pregunta su significado:  "Lowfade Positive Print", o sea, "Copia positiva de bajo desvanecimiento".
Kodak era conocedora de la fórmula LPP (robada a AGFA, tras la caída del III Reich),  pero, hasta las presiones de Martin Scorsese, no introdujo estas mejoras en sus películas para obligar a las distribuidoras a hacer nuevos positivos cada pocos años: de lo que se trataba era de facturar, no de conservar.

Hay que considerar que, en general, la mayor parte de las copias en 35 mm se destruían tras acabar su vida comercial (excepto unas pocas unidades que, discretamente, pues era ilegal, acaban en manos de coleccionistas como Martin Scorsese), pero, por ejemplo, Walt Disney tenía la costumbre de guardar y repasar los positivos en mejor estado para reestrenar de nuevo cada nueva generación de niños (por ello, en vida de Walt Disney, la inmensa mayoría de positivos de sus clásicos se hicieron siempre con el sistema IB Technicolor que, independientemente de su extraordinario colorido y negros profundos, garantiza la pervivencia prácticamente eterna de los colorantes; tal vez sea menester aclarar aquí que no todos los positivos hechos en los laboratorios Technicolor eran en IB -de imbibición-, sino que muchos fueron tirados con stocks de copiado normales Eastman: pero esto es una historia para otro día).

Aparte de los coleccionistas y de Walt Disney, otros distribuidores muy perjudicados con la política de Kodak fueron las distribuidoras non theatrical y las de televisión (hasta mediados de los ochenta las películas, e incluso las series, se enviaban a las teledifusoras en soporte cinematográfico).
Las distribuidoras non theatrical (no comerciales) son aquellas que alquilaban sus películas (principalmente clásicos o títulos fuera de temporada) a salas de exhibición no comerciales, como filmotecas, cine-clubs, colegios, las fuerzas armadas,  trasatlánticos, etc ). Buena parte de estos títulos, incluso para televisión, se distribuían en 16 mm.; como, por parte de las majors, muchos se vendían a los distribuidores regionales "por vida de copia", las de color, si estaban hechas con Kodak Eastman, ¡obligaba a comprar nuevas copias cada cinco u ocho años!, aunque su estado físico fuera bueno. 
El 16 mm es un paso maravilloso, que bien trabajado en laboratorio, y proyectado con aparatos de xenón, es capaz de proporcionar asombrosas imágenes de altísima calidad en pantallas de hasta 12 metros de ancho. Es ideal, el 16 mm, para las películas rodadas en formato académico; sin embargo, las anamórficas o panorámicas, se solían distribuir en lo que se denominaba "pan & scan", o sea, con el encuadre mutilado, seleccionado una parte del mismo para 1.37.
Ciertos títulos, sin embargo, por expreso deseo de su director y productor, sí que se distribuían en 16 mm en su correcto formato anamórfico (2.35 o 2.66) o panorámico (1.85).

1 comentario:

  1. Hola Ignacio,
    Me interesó mucho edte articulo.
    Tengo una duda, y porque los ektachrome se viran al rojo?
    He visto tambien peliculas agfa viradas al rojo sobte todo en 8mm y super 8.
    En 16mm recuerdo haber visto algunas gambien viradas al rojo y viradas a un color marron y eran de la marca agfa,tipo agfachrome.

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