jueves, 25 de junio de 2020

CINE, CINE, CINE

A una obra audiovisual no se le puede llamar película sino se ha rodado en soporte fílmico. Podrá ser una infografía, un título, una producción, una obra... pero no una película.
Ello, sin embargo, no significa que una película no puede emitirse por televisión o distribuirse por cualquier medio electrónico,  informático o cualquier otro que pudiera surgir. 
Lo bueno de una película de cine es que, a pesar de que no necesita ningún aparato sofisticado para verla a simple vista (en un futuro postapocalíptico, por ejemplo), siempre se podrá digitalizar o transferir a cualquier sistema presente o que pueda surgir en el futuro.
Si la obra ha sido grabada en digital y transferida a película, también tiene un nombre: kinescopio.
Pensando en la preservación a largo plaza, la única alternativa demostrada es filmar con película de cine.




















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