Pocas veces Galicia tiene ocasión de situarse en el mapa mundial de la vanguardia artística, y esta es una de ellas: la exposición, en la ciudad de La Coruña, "Peter Lindbergh: Untold Stories", una retrospectiva sobre el trabajo del fallecido fotógrafo de moda teutón que tiene el atractivo de que fue preparada por el propio Lindbergh antes de su inesperado fallecimiento.
En las fases iniciales del trabajo, Lindbergh no quiso que la exposición se considerase una retrospectiva pues, con 72 años, ¡se consideraba demasiado joven! y con mucho por hacer todavía.
Sin embargo el destino juega sus cartas de forma cruel. Pero Peter Lindbergh se mantuvo trabajando en la preparación de "Untold Stories" hasta seis días antes de óbito.
Lindbergh fue un entusiasta de la fotografía en blanco y negro. A modo de homenaje, el reportaje de esta exposición lo inmortalizamos con una de sus películas fotográficas favoritas, la Kodak TMax.
Como a él le hubiese gustado, buscábamos conseguir un grano contundente, pero sin pérdida de definición, de forma que la elección de Kodak Tmax fue en la presentación ¡¡¡de 3.200 ASA!!!, expuesta 1.600 ASA, para lo cual nuuestro buen amigo Mark John Strowski la sub-reveló un paso. Desafortunadamente, la compresión que los editores aplican a esta bitácora digital impide apreciar toda la belleza y textura del grano.
La exposición se inauguró el pasado 4 de diciembre e iba a permanecer abierta, con entrada gratuita, hasta el 28 de febrero, si bien, dado su éxito, ¡¡¡la han prorrogado hasta el 31 de marzo de 2022!!! ¡Vayan, señores, a verla!, pues merece la pena no sólo por el contenido, sino también por el continente.
Para acercar a los gallegos la figura de Peter Lindbergh se ha elegido un marco espectacular: ¡¡¡unos silos de cemento abandonados en el Puerto de La Coruña!!!, con unos contenedores industriales: ¡¡¡justo lo que a Lindberh le hubiese gustado!!!, con la cafetería bajo el propio silo.
La organización tuvo que lidiar permisos con varios poderes distintos: el ayuntamiento de La Coruña, la Xunta de Galicia y hasta el propio estado español. Si la idea hubiese partido de una institución pública, por ejemplo, el nefasto AGADIC, todavía estarían enmarañados en una montaña de papeleo innecesario, tramitando desidiosamente los permisos iniciales.
Pero, afortunadamente, "Peter Lindbergh: Untold Stories" proviene de la iniciativa privada, de una Marta Ortega que, con un pequeño equipo de trabajo, no sólo consiguió en tiempo récord todas las autorizaciones, sino que acometió las obras necesarias para garantizar la seguridad de los visitantes en lo que es una exposición de primer nivel internacional.
Peter Lindbergh fue un gran narrador que usaba la película fotográfica como pluma. La épica serie de imágenes en blanco y negro que creó, en extensas playas, complejos industriales o lúgubres distritos portuarios como telón de fondo, se ha publicado durante lustros en las principales revistas especializadas internacionales.
Desde Claudia Schiffer hasta Naomi Campbell, el fotógrafo alemán transformó modelos en marcas y mujeres en iconos. La imagen de feminidad que definió a principios de los noventa en forma de una mujer abierta, natural y aventurera, se encuentra plenamente vigente todavía hoy.
Las imágenes sensuales de Lindbergh, imbuidas de intimidad y confianza, sugieren que la persona al otro lado del objetivo significaba para él más que la moda, el supuesto contexto del trabajo de su vida.
Para "Untold Stories", Peter Lindbergh escrutó cuidadosamente sus archivos y escogió unos pocos cientos de fotografías que eran las más importantes para él. Sus obras más destacadas forman parte de la muestra, pero también tienen un papel destacado ciertas imágenes inéditas, que no desvelamos aquí pues, de lo que se trata, es que ¡vayan a verlas al Puerto de La Coruña, señores!
En la presentación audiovisual principal, que se proyecta a cuatro pantallas, originada con película de cine, es un placer ver en distintos momentos la marca Kodak, tan querida por Peter Lindbergh como por nosotros.
Se exhibe también un trabajo de vídeo, grabado en 2013, que muestra a un condenado a muerte mirándose en el espejo durante treinta minutos. Esta creación es conmovedora, con esta mirada del recluso tan difícil de soportar. También como documentalista más allá del mundo de la moda, Lindbergh revela la fragilidad humana. La introspección, la expresión, la empatía y la libertad fueron los temas que le preocuparon toda su vida.
LA MUJER QUE ESTÁ DETRÁS DE ESTE EVENTO INTERNACIONAL. Algunos temen por el futuro de INDITEX cuando llegue el momento inevitable del tránsito de Amancio Ortega. Nosotros no. Tenemos claro, desde hace muchos años, que con Marta Ortega el futuro será prometedor. Es una mujer preparada, que sabe lo que quiere, con determinación, las ideas claras y que no se arruga ante los problemas.
Lo averiguamos en una década muy lejana cuando, siendo ella una jovencita, y estando nuestra productora IB Cinema con el rodaje de su primer largometraje para cines, "El regalo de Silvia", allá por el 2002 o 2003, nos vino a visitar a la oficina desde la que tecleamos estas líneas con dos acompañantes barbilampiños para pedir permiso para visitar el rodaje: otros, aun estudiantes del gremio, no se habrían atrevido.
EL CONTRAPUNTO. La única pequeña pega que ponemos a "Peter Lindbergh: Untold Stories" es que el audiovisual principal sea proyectado digitalmente, cuando se podría haber empleado auténticos proyectores de cine, ocultos o a la vista.
Nos hubiese gustado, también, que parte de la obra expuesta no estuviera simplemente impresa, sino que fuera proyectada con proyectores de diapositivas, con su peculiar sonido cambiado las imágenes, y que estarían emplazados, para redondear la magia, entre la audiencia: ¡¡¡habría sido, entonces, una exposición fetén!!!. con magia, que evocase realmente el mundo de Lindbergh.
Las fotografías las tomamos no con una gran cámara sino con una de bolsillo, sumergible, con enfoque manual, que uso ininterrumpidamente desde 1984: la Fuji HDM, un modelo que tanto a nosotros como al Dr. Dino Trincado no nos ha dado mas que satisfacciones durante estas décadas.
Un tipo de nuestro sector, frecuentemente beneficiado con las deposiciones de (c)AGADIC, y que odia a INDITEX, nos preguntó que por qué dispábamos las fotos con película en lugar de hacerlas en digital eliminando el color en postproducción: eso, señores, es no enterarse de nada. Muchas gracias a Javier, herr kommandant, por acompañarnos.
Gloriosa Fuji HDM con la película Kodak Tmax 3200 |
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