En esta expedición al Ártico, en la que por primera vez se
probaron en condiciones extremas absolutamente todas las emulsiones de Kodak
para Súper-8 4K, incluyendo la versión “beta” de la experimental Ektachrome, llevé
a cabo otra prueba en rigurosa primicia
mundial: ¡filmé mediante dron con una cámara de Súper-8 sobre la superficie
congelada del Océano Glacial Ártico!, con el aparato manejado por otro
expedicionario, el Dr. Gunnar Aus.
Me encuentro ahora montando esta parte de la película: cuando el rompehielos Malmö se quedó atascado en el océano congelado, secuencia que filmé en maravilloso blanco y negro inversible Kodak Tri X --incluso el plano en dron--(ya se que no es comercial, pero esta emulsión me encanta). Nota: se precisa estar registrado en Facebook para ver el siguiente vídeo:
Filmar con un dron usando película es toda una odisea: no se ve lo que se filma y la carga, una vez que se pone en marcha la cámara, no llega a tres minutos. Es este caso, además, estaba el añadido de una temperatura inferior a -20 grados Celsius.
Me encuentro ahora montando esta parte de la película: cuando el rompehielos Malmö se quedó atascado en el océano congelado, secuencia que filmé en maravilloso blanco y negro inversible Kodak Tri X --incluso el plano en dron--(ya se que no es comercial, pero esta emulsión me encanta). Nota: se precisa estar registrado en Facebook para ver el siguiente vídeo:
Filmar con un dron usando película es toda una odisea: no se ve lo que se filma y la carga, una vez que se pone en marcha la cámara, no llega a tres minutos. Es este caso, además, estaba el añadido de una temperatura inferior a -20 grados Celsius.
Ya llegará el momento de extendernos en ese día alucinante y el reto que supuso. Pero
antes sigamos con el relato que, de forma cronológica, relata en esta bitácora
la expedición Kodak a Spitzbergen.
IMPOSIBLE DORMIR CON EL SOL DE MEDIANOCHE
IMPOSIBLE DORMIR CON EL SOL DE MEDIANOCHE
El jueves 6 de mayo me levanté a las cinco de la mañana, tras
dormir, por tercer día consecutivo, menos de cinco horas: aun no sabía que,
durante la expedición, ninguna jornada podría superar la barrera de las cinco
horas de sueño (con ajetreos constantes: fue como vivir en un barco de combate).
De hecho, a la vuelta, necesité una semana para recuperarme del cansancio y la
falta de sueño (aunque, como autónomo, tuve que ponerme a trabajar al día
siguiente).
El día anterior, tras cenar, como relaté en la tercera entrada, bajo la protección de Lenin, el tiempo, tan imprevisible en estas latitudes, volvió a despejarse poco antes de la media noche, de forma que, desde mi habitación en el hotel The Vault (La Bóveda), convenientemente ubicada en una esquina, pude filmar un par de tomas intervalométricas (timelapse), una de ellas orientada hacia el fiordo, la otra hacia la villa. Después, hojeé página a página el interesantísimo libro que la tarde anterior me habían obsequiado en la Bóveda Mundial de Semillas: ¡lástima que iba en el maletón que me extraviaron en el viaje de regreso! (dicen que acabó en Rusia).
EL PERIÓDICO MÁS SEPTENTRIONAL DEL MUNDO
El día anterior, tras cenar, como relaté en la tercera entrada, bajo la protección de Lenin, el tiempo, tan imprevisible en estas latitudes, volvió a despejarse poco antes de la media noche, de forma que, desde mi habitación en el hotel The Vault (La Bóveda), convenientemente ubicada en una esquina, pude filmar un par de tomas intervalométricas (timelapse), una de ellas orientada hacia el fiordo, la otra hacia la villa. Después, hojeé página a página el interesantísimo libro que la tarde anterior me habían obsequiado en la Bóveda Mundial de Semillas: ¡lástima que iba en el maletón que me extraviaron en el viaje de regreso! (dicen que acabó en Rusia).
EL PERIÓDICO MÁS SEPTENTRIONAL DEL MUNDO
También leí, hasta la última línea, del ameno “periodiquito”
semanal “Icepeople”, poco mas que un fanzine, que redacta e imprime en inglés
un norteamericano, Mark Sabbatini, que lleva ocho años viviendo en
Longyearbyen.
La recepcionista del hotel me comentó que Sabbatini, hace dos o
tres años, estuvo a punto de ser expulsado de Spitzbergen. Había invertido todo
lo que tenía en comprar un piso en Longyearbyen, donde la propiedad es un bien
muy caro. Una cimentación mal calculada para el permafrost causó la ruina del edificio:
Sabbatini no solo perdió su vivienda, sino también su redacción y su lugar de
impresión, o sea, se quedó sin ingresos. En esta especie de “dictadura” (voluntaria)
que es Svalbard, no existe la seguridad social: si un habitante se queda sin
trabajo, y no posee recursos para mantenerse, lo deportan sin miramientos a su
lugar de origen ¡con los billetes a su costa!
En el caso del director de “Icepeople”, dada la utilidad social del periódico para la comunidad, una residente le dejó un par de habitaciones y le permitieron colocar su impresora en la biblioteca pública. De esta forma, Longyearbean sigue disponiendo del “periódico alternativo mas septentrional del mundo”, según reza su eslogan, cualidad, esta la de la latitud, que comparte con el aeropuerto, la guardería, el servicio de taxi, la piscina, el cine y, entre otros sitios, la iglesia.
En el caso del director de “Icepeople”, dada la utilidad social del periódico para la comunidad, una residente le dejó un par de habitaciones y le permitieron colocar su impresora en la biblioteca pública. De esta forma, Longyearbean sigue disponiendo del “periódico alternativo mas septentrional del mundo”, según reza su eslogan, cualidad, esta la de la latitud, que comparte con el aeropuerto, la guardería, el servicio de taxi, la piscina, el cine y, entre otros sitios, la iglesia.
Pese a lo avanzado de la noche a pleno sol, uno no podía menos
que esbozar una sonrisa al leer la mancheta del periódico: bajo la sentencia:
“¿Quién es el que tiene la culpa y cómo puedes expresarle tu ira?”, los cargos del comité editorial son muy
irónicos, como, por ejemplo, “la señora del bolso” (la subdirectora),
“principio de los principios”, “psiquiatra”, “su cómplice”, etc.
El periódico se distribuye gratuitamente, y subsiste gracias a la
publicidad, que el editor-director procura nutrir con curiosos llamamientos
(sic): “Te estoy pagando 15 coronas por leer este periódico (mi ego es grande
pero no tanto”.
Todo un personaje local, Mark Sabbatini, que compatibiliza su
labor de periodista y editor con la de traductor y ¡técnico especializado en
ordenadores MacIntosh! (en informática, Mac es, por increíble que parezca, la
marca mas popular aquí)
LAS LEYENDAS NEGRAS SOBRE LA BÓVEDA MUNDIAL DE SEMILLAS
LAS LEYENDAS NEGRAS SOBRE LA BÓVEDA MUNDIAL DE SEMILLAS
Como ya expliqué en un capítulo anterior, mi hotel, The Vault
(La Bóveda), pertenece a la Bóveda Mundial de Semillas. Compartí desayuno con
un científico noruego con el que me reí un buen rato al contarme las teorías
“conspiratorias” que la prensa sensacionalista anglosajona ha publicado, a lo
largo de los años, sobre las instalaciones:
1) que la Bóveda es la pieza fundamental de un plan nazi para
mejorar la raza aria;
2) que es la tapadera de una instalación secreta de la OTAN; o
3)que el complejo forma parte de una elaborada conspiración
para proporcionar las semillas a Monsanto (desde este mes de junio propiedad de
Bayer), de forma que sólo queden en la Tierra cultivos transgénicos. Los “conspiranoitos”,
por lo que se ve, no son exclusivos de España.
EL SECRETO DE LA IGLESIA MÁS CERCANA AL POLO NORTE
EL SECRETO DE LA IGLESIA MÁS CERCANA AL POLO NORTE
Recordará el lector que la llegada tardía de mi vuelo, el
miércoles 2, impidió el previsto
encuentro matinal con el pastor Helgesen, quien encomendó al taxista-psiquiatra
Finn Tangen la misión de dejar abierta la iglesia y sus archivos para mí (el
pastor debía partir para el asentamiento científico de Ny Alesund, poco después
de comer).
Si en Longyearbyen nada queda lejos, la iglesia no podía ubicarse mas cerca: a la vista de mi hotel, en la ladera de la colina. Llegar, sin embargo, no fue tan fácil como preveía: caminando sobre la nieve o sobre pavimento helado, varias veces estuve a punto de perder el equilibrio.
Si en Longyearbyen nada queda lejos, la iglesia no podía ubicarse mas cerca: a la vista de mi hotel, en la ladera de la colina. Llegar, sin embargo, no fue tan fácil como preveía: caminando sobre la nieve o sobre pavimento helado, varias veces estuve a punto de perder el equilibrio.
Ya había visitado en otras dos ocasiones esta iglesia, la mas
septentrional del mundo (si bien, hay una capilla ortodoxa un poco mas al
norte, la de San Nicolás, en el asentamiento militar ruso de Nagurskoye, en las
Tierras de Francisco José, pero que no
cuenta con servicio religioso regular).
Un alivio, comprobar que no se habían olvidado de mí, y que no
solo estaba la puerta abierta, sino que el ambiente se encontraba
agradablemente caldeado.
En esta iglesia, como ocurría en el hotel, hay que descalzarse al entrar. El templo, con abundancia de madera (un elemento que no existe en Spitzbergen), es muy acogedor: para empezar, nada más entrar, huele a café. Antes de acceder al recinto de culto, propiamente dicho, el visitante se encuentra con una especie de sala de reuniones, que se emplea para conferencias y conciertos, con una pequeña biblioteca, en una de cuyas meses el pastor Helgesen tuvo la amabilidad de dejarme la información en cuya búsqueda iba.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia original, que había sido consagrada en 1921, fue bombardeada y destruida por la aviación aliada. Hay que recordar que Spitzbergen no solo fue parte del III Reich desde 1940, sino que siguió siendo su último reducto: los alemanes, aquí, no se rindieron hasta varios meses después del suicidio de Hitler. ¡Incluso Japón lo hizo antes!
¡UN “CHOLLO” PARA LOS CATÓLICOS!
En esta iglesia, como ocurría en el hotel, hay que descalzarse al entrar. El templo, con abundancia de madera (un elemento que no existe en Spitzbergen), es muy acogedor: para empezar, nada más entrar, huele a café. Antes de acceder al recinto de culto, propiamente dicho, el visitante se encuentra con una especie de sala de reuniones, que se emplea para conferencias y conciertos, con una pequeña biblioteca, en una de cuyas meses el pastor Helgesen tuvo la amabilidad de dejarme la información en cuya búsqueda iba.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia original, que había sido consagrada en 1921, fue bombardeada y destruida por la aviación aliada. Hay que recordar que Spitzbergen no solo fue parte del III Reich desde 1940, sino que siguió siendo su último reducto: los alemanes, aquí, no se rindieron hasta varios meses después del suicidio de Hitler. ¡Incluso Japón lo hizo antes!
¡UN “CHOLLO” PARA LOS CATÓLICOS!
La iglesia de Longyearbyen, tal y como se encuentra ahora, fue
consagrada el 24 de agosto de 1958. Su pastor, Leif Magne Helgesen, es una
especie de funcionario, dependiente del estado noruego, como todos los pastores luteranos de este país (de hecho, hasta el 2012, el máximo
responsable de la iglesia noruega era el Rey). En medio del salvaje norte, éste es un templo acogedor
de verdad: los Católicos, los ortodoxos, los budistas e incluso los agnósticos
somos bienvenidos en la Iglesia de Longyearbyen, cuyo pastor tiene a su cargo
también otros asentamientos, como el poblado científico de Ny Alesund (lugar al
que se había desplazado ¡en trineo de perros!), o, incluso, la pequeña estación
meteorológica de la lejana Isla Oso, a la que, al no ser Católico ni budista, y
no dominar, por tanto, la técnica de la
bilocación, no le queda otra que ir y venir en helicóptero. Como la "parroquia" de Longyearbyen es la mas grande de Europa, al pastor Helgesen, no le queda otra que servirse en ocasiones del helicóptero gubernamental para ejercer su ministerio.
Pudiera decirse que la iglesia de Longyearbyen es un “chollo”
para los Católicos pues podemos comulgar ¡sin necesidad de confesarnos!
¿DISEÑADA POR UN INTELECTUAL EX-NAZI, ACTUALMENTE PROGRESISTA, VINCULADO A ESPAÑA?
¿DISEÑADA POR UN INTELECTUAL EX-NAZI, ACTUALMENTE PROGRESISTA, VINCULADO A ESPAÑA?
Como sabe el lector, mi principal misión, en este desierto helado, era probar en condiciones extremas, para
Kodak, la totalmente nueva emulsión Kodak Ektachrome que se está produciendo en
Rochester desde diciembre de 2017, para
su estudio antes de su comercialización mundial durante otoño de 2018.
Paralelamente, aprovecho para rodar el documental en Súper-8 4K “Spitzbergen: el guardián del Artico”, con todas las emulsiones disponibles de Kodak (además de la Ektachrome, otra inversible, la Tri X, amén de las negativas Vision 50, Vision 200 y Vision 500), además de visitar la Bóveda Mundial de Semillas, el Archivo Mundial del Ártico y otros experimentos menores (desde técnicos hasta culinarios, que ya describiré).
Todo el material filmado será digitalizado en 4K por el laboratorio madrileño Ocho y Pico: ¡da gusto tener en España al mayor especialista mundial en este campo! (no en vano, la Filmoteca de la Generalitat usa sus servicios).
Paralelamente, aprovecho para rodar el documental en Súper-8 4K “Spitzbergen: el guardián del Artico”, con todas las emulsiones disponibles de Kodak (además de la Ektachrome, otra inversible, la Tri X, amén de las negativas Vision 50, Vision 200 y Vision 500), además de visitar la Bóveda Mundial de Semillas, el Archivo Mundial del Ártico y otros experimentos menores (desde técnicos hasta culinarios, que ya describiré).
Todo el material filmado será digitalizado en 4K por el laboratorio madrileño Ocho y Pico: ¡da gusto tener en España al mayor especialista mundial en este campo! (no en vano, la Filmoteca de la Generalitat usa sus servicios).
Debía cumplir, además, un encargo erudito, de mi amigo el
arquitecto Antonio Deus, que está preparando una investigación sobre la
arquitectura luterana: comprobar si esta iglesia fue diseñada por el
intelectual teutón Hans Magnus Enzensberger, durante su etapa noruega.
Hans Magnus, literato y matemático, fue el vecino de la casa de al lado de Julius Streicher, uno de los jerarcas del III Reich. De niño, Hans Magnus fue miembro de las Hitlerjugend, las juventudes hitlerianas (de las que fue expulsado) y, cerca del final de la guerra, de la milicia popular alemana (Volkssturm).
Hans Magnus, literato y matemático, fue el vecino de la casa de al lado de Julius Streicher, uno de los jerarcas del III Reich. De niño, Hans Magnus fue miembro de las Hitlerjugend, las juventudes hitlerianas (de las que fue expulsado) y, cerca del final de la guerra, de la milicia popular alemana (Volkssturm).
Con muchísima obra publicada, es un hispanófilo desde su primer
viaje a nuestro país en 1955. Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y
Humanidades en 2002, en 2009 el gobierno de Zapatero le otorgó la Orden de las
Artes y las Letras.
Pues bien, en la documentación puesta a mi disposición por el
pastor Helgesen sí que consta que el firmante del proyecto es Hans Magnus.
¿Aparte de matemático y poeta ejerció de arquitecto también? Un auténtico
enigma. Como todavía vive, tal vez lo mejor sea ponerse en contacto con él. Pero
esta historia, en sí misma, tiene suficiente recorrido e interés para realizar
otro documental, aunque sea en digital.
UNA IGLESIA MUY PARTICULAR.
UNA IGLESIA MUY PARTICULAR.
La nave principal, con unos 150 asientos, en su lado izquierdo,
en dirección al Altar, ofrece a los fieles la espectacular visión de un
descomunal oso polar disecado. El oso,
en Spitzbergen, es un animal a la vez temido y reverenciado.
La pila bautismal, la jarra de agua bendita ¡¡¡de oro!!!! y los candelabros en plata, regalo del rey Haakon VII, son los que estaban en la antigua iglesia bombardeada por las fuerzas aliadas. Me sentí un poco preocupado al abandonar el templo, dejando la puerta sin cerrar, con semejantes tesoros históricos pero, también de gran valor material. Afortunadamente, en Spitzbergen, tanto en Longyearbyen como en los otros dos o tres pequeños asentamientos, no existe el robo. De hecho, muchos residentes dejan las puertas de sus viviendas sin cerrar con llave.
La pila bautismal, la jarra de agua bendita ¡¡¡de oro!!!! y los candelabros en plata, regalo del rey Haakon VII, son los que estaban en la antigua iglesia bombardeada por las fuerzas aliadas. Me sentí un poco preocupado al abandonar el templo, dejando la puerta sin cerrar, con semejantes tesoros históricos pero, también de gran valor material. Afortunadamente, en Spitzbergen, tanto en Longyearbyen como en los otros dos o tres pequeños asentamientos, no existe el robo. De hecho, muchos residentes dejan las puertas de sus viviendas sin cerrar con llave.
No lejos de la iglesia se encuentra el antiguo cementerio, en
desuso desde hace años. Svalbard
es un territorio escalofriante no sólo por la temperatura y sus inclementes
parajes helados, sino porque aquí los cadáveres permanecen
incorruptos. Esto es la razón de que, por ley, hace muchos años ya
que, si alguien fallece, su cuerpo se traslada al continente europeo. Todo se descubrió, al parecer, durante
el siglo XIX cuando enterraron a algún minero muerto por accidente o
enfermedad. Aun a riesgo de ser pesado, recuerdo al lector que el suelo, en estos territorios árticos, es
lo que se denomina permafrost: aunque haya zonas en que,
durante el verano, no esté cubierto de nieve o el hielo, permanece congelado en
sus entrañas. Todo lo que se entierra en el permafrost es
devuelto a la superficie a los pocos años. El permafrost, como los
océanos, escupe lo que no le pertenece.
Imagínense el pavor de los descendientes de
aquellos primeros mineros enterrados cuando veían surgir de las profundidades
de la tierra los cadáveres incorruptos de sus padres o abuelos ¡perfectamente
conservados! y, en algún caso, más jóvenes que ellos mismos. Por ello, se prohibió morir en Svalbard.
Tampoco se puede nacer: si alguna
de las pobladoras queda encinta, se la envía al continente, para que de allí a
luz. E, incluso, también es mejor no estar enfermo, pues desde el pequeño
hospital local te suelen derivar a Tromso, en el continente. De hecho, el
editor del periódico local, durante unos días que estuvo internado en Tromso,
redactó y maquetó el número de esa semana de “Icepeople” ¡desde la cama del
hospital!
Como aquí, en Svalbard, todo se
conserva, filmé, los vestigios del antiguo cementerio, con
destino al documental "Svalbard: el guardián del Ártico".
El próximo viernes, escribiré sobre las peculiaridades de una capital, Longyearbyen, fundada por una empresa privada (de cuyo dueño lleva el nombre) y donde, pese a estar a tiro de piedra del polo norte, ¡hay un edificio que cuenta con aire acondicionado!
El próximo viernes, escribiré sobre las peculiaridades de una capital, Longyearbyen, fundada por una empresa privada (de cuyo dueño lleva el nombre) y donde, pese a estar a tiro de piedra del polo norte, ¡hay un edificio que cuenta con aire acondicionado!
Si es nuevo en esta bitácora, no se olvide de leer las inauditas informaciones publicadas en las entradas anteriores;
Capítulo 1: https://mimundoensuper-8.blogspot.com.es/2018/05/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.html
Capítulo 2: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/05/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_27.html
Capítulo 3: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.html
Capitulo 4: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_8.html
PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN DEL TEXTO Y LAS FOTOGRAFÍAS, sin la autorización del autor. Derechos reservados.
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