Esta expedición Kodak es muy especial no sólo por la relevancia de las distintas misiones técnicas y científicas, sino también por el hecho de que este periplo sirve para conmemorar, a bordo, los tres cuartos de siglo de felices
singladuras del rompehielos Malmö.
Con esta historia tan longeva, navegar en el
Malmö es una experiencia en sí misma: fue botado en plena Segunda Guerra Mundial, cuando media Europa estaba bajo las botas de Hitler, prestando servicio ininterrumpido desde ¡¡¡1943!!! hasta el momento presente.
Malmö: 75 años rompiendo hielos. |
Se trata de un rompehielos, con la clasificación mas alta
otorgada por la aseguradora Lloyds para este tipo de barcos.
Su finalidad, en un principio, era la de llevar suministro a gélidos confines del Ártico,
con faros y estaciones meteorológicas.
¡AY, SI SU CASCO HABLASE!
¡AY, SI SU CASCO HABLASE!
Fotograma en Súper-8 desde una de las zodiac |
El austriaco del bigote estaba convencido de que el desembarco aliado
comenzaría por Noruega; además, el hierro que llegaba a Alemania desde las orillas
de Mar de Barents era vital para la industria armamentística nacional socialista.
Por ello, la invasión de Noruega se llevó a cabo en los inicios de la II Guerra Mundial, en abril de 1940. Hitler dedicó gran cantidad de recursos para construir fortificaciones y otras megaconstrucciones militares a lo largo de los miles de kilómetros de costa de Noruega, cuyos fiordos sirvieron de escondrijo a los submarinos y barcos nazis que interceptaban cualquier ayuda naval soviética a los aliados a través del Ártico.
Por ello, la invasión de Noruega se llevó a cabo en los inicios de la II Guerra Mundial, en abril de 1940. Hitler dedicó gran cantidad de recursos para construir fortificaciones y otras megaconstrucciones militares a lo largo de los miles de kilómetros de costa de Noruega, cuyos fiordos sirvieron de escondrijo a los submarinos y barcos nazis que interceptaban cualquier ayuda naval soviética a los aliados a través del Ártico.
¡Botado en 1943!, el Malmö alcanzó ahora un estatus histórico |
Tal fue la cantidad de
instalaciones militares erigidas por los alemanes en las costas noruegas,
muchas de ellas en perfecto estado de conservación todavía hoy, que la
Wehrmacht, se refería al país como la “fortaleza noruega”: en sus fiordos se
ocultaba el Tirpitz, el buque mas poderoso del III Reich.
Con la invasión de Noruega, el territorio de Spitzbergen también pasó a estar
bajo control nazi. De hecho, como ya se ha referido en un capítulo anterior,
fue el último bastión del III Reich en el mundo, pues no se entregó hasta el 4 de
septiembre de 1945, cuatro o cinco meses después del suicidio de Hitler, cuando
con la rendición del Japón, dos días antes, ya no había esperanza.
¿QUÉ HACÍAN LOS NAZIS EN SPITSBERGEN?
El día que nos quedamos atascados en el hielo del Oceáno Glacial Ártico lo filmé con Tri X |
Aunque a largo plazo, los
planes teutones eran explotar los inmensos recursos naturales del archipiélago, durante
la II Guerra Mundial, oficialmente, el principal cometido de la presencia de científicos nazis en Spitzbergen era el estudio de la meteorología, vital para los temibles submarinos U Boot en
sus ataques por el Atlántico norte.
Sin embargo, hay expertos en la II Guerra Mundial que aventuran que los científicos nazis desplazados a Spitzbergen tendrían, además, una misión
secreta: en unas instalaciones remotas, construidas bajo el permafrost,
estarían desarrollando un arma secreta, basada en el agua pesada (óxido de deuterio) de los primeros tiempos de la tecnología nuclear (los noruegos eran, antes de la guerra, los mayores productores de agua pesada), que les permitiría vencer a los aliados.
Tras
el suicidio de Hitler, habrían seguido avanzando en el desarrollo de esta arma
mortífera para facilitársela a los japoneses, pero, cuando estos se rindieron,
dinamitaron el complejo subterráneo y se entregaron como “simples meteorólogos”.
CARRERA DEL "MALMÖ" TRAS LA II GUERRA MUNDIAL.
Fotografía digital y... |
Tras prestar servicio al III Reich, el Malmö prosiguió con sus
misión original, para la que fuera botado, llevando acetileno y otros suministros
a aislados faros que, en invierno, viven en noche perpetua.
Tras una temporada oscura, al servicio incluso de cazadores de osos polares, con los años, la embarcación consiguió ser
catalogada como un bien culturalmente protegido y, en la actualidad, surca el
Ártico al servicio de distintas expediciones científicas.
EL ESPÍRITU DEL "MALMÖ"
...la misma toma con película de Súper-8 Kodak |
Antes de embarcar, uno había imaginado que, si
bien el casco era original, el motor y otros elementos se habrían sustituido en algún momento de estos tres cuartos de siglo transcurridos desde la botadura. ¡Pues no! Todo el equipamiento (excepto ciertos elementos de
seguridad y algunos baños), es el original de la II Guerra Mundial. En el palo de popa flameaba perezosamente, pero orgullosa, la bandera de Noruega.
El peso de
la historia imbuye el espíritu del explorador ártico nada mas pisar la cubierta. ¿Cómo
es posible que el Malmö navegase en las tumultuosas aguas del Oceáno Glacial
Ártico, muchas veces atrapado por el hielo, sin el menor incidente de
importancia?
Hay que considerar que estas aguas, especialmente en invierno, son terribles, con infernales galernas que generan olas gigantescas, témpanos de distintos tamaños flotando durante todo el año, pero muy especialmente en primavera, así como la banquisa ártica, que la quilla del Malmö se merienda como si fuera un Bollicao: la proa, de acero reforzado, se levanta suavemente, todo el peso de la nave cae sobre el hielo, y lo rompe, abriendo un camino en el hielo que, tras la popa, deja un surco marino que no tarda en cerrarse nuevamente: vivir este tipo de navegación es una experiencia única, absolutamente espectacular, aunque en cierto modo terrorífica tanto por los ruidos como por saberse aislado en la inmensidad de la nada.
La explicación de estos 75 años de navegación incólume a cualquier desaliento tal vez se encuentre en el hado protector del Malmö, el escritor sueco Fritjof Nilsson, conocido en los países escandinavos como “el pirata”, que en carne mortal había sido un frecuente viajero de la nave, y cuyo fantasma se aparece en los corredores o en las sala de máquinas, especialmente durante la larga noche ártica; su espíritu se deja sentir en la resolución feliz, casi milagrosa, de multitud de percances, como aquella vez cuando, habiendo quedado la nave atrapada en el hielo ártico, un oso de una tonelada consiguió trepar a la cubierta, donde causó diversos destrozos: no pudo, sin embargo, con las puertas de acero ni con los cristales blindados de la superestructura (la parte del barco que va sobre la cubierta principal).
El Malmö, antes de acabar convertido en un rompehielos de uso expedicionario y científico, pasó una desagradable etapa en la que llevaba cazadores de osos polares y morsas, cuando estas prácticas no sólo no estaban prohibidas, sino que incluso eran bien vistas por buena parte de la población escandinava. Según el capitán, a los pasajeros de esa mala época sólo les interesaba cazar y beber.
Hay que considerar que estas aguas, especialmente en invierno, son terribles, con infernales galernas que generan olas gigantescas, témpanos de distintos tamaños flotando durante todo el año, pero muy especialmente en primavera, así como la banquisa ártica, que la quilla del Malmö se merienda como si fuera un Bollicao: la proa, de acero reforzado, se levanta suavemente, todo el peso de la nave cae sobre el hielo, y lo rompe, abriendo un camino en el hielo que, tras la popa, deja un surco marino que no tarda en cerrarse nuevamente: vivir este tipo de navegación es una experiencia única, absolutamente espectacular, aunque en cierto modo terrorífica tanto por los ruidos como por saberse aislado en la inmensidad de la nada.
La explicación de estos 75 años de navegación incólume a cualquier desaliento tal vez se encuentre en el hado protector del Malmö, el escritor sueco Fritjof Nilsson, conocido en los países escandinavos como “el pirata”, que en carne mortal había sido un frecuente viajero de la nave, y cuyo fantasma se aparece en los corredores o en las sala de máquinas, especialmente durante la larga noche ártica; su espíritu se deja sentir en la resolución feliz, casi milagrosa, de multitud de percances, como aquella vez cuando, habiendo quedado la nave atrapada en el hielo ártico, un oso de una tonelada consiguió trepar a la cubierta, donde causó diversos destrozos: no pudo, sin embargo, con las puertas de acero ni con los cristales blindados de la superestructura (la parte del barco que va sobre la cubierta principal).
El Malmö, antes de acabar convertido en un rompehielos de uso expedicionario y científico, pasó una desagradable etapa en la que llevaba cazadores de osos polares y morsas, cuando estas prácticas no sólo no estaban prohibidas, sino que incluso eran bien vistas por buena parte de la población escandinava. Según el capitán, a los pasajeros de esa mala época sólo les interesaba cazar y beber.
En sus 37 metros de eslora, que nadie espere comodidades: a mí, gracias a la influencia de Kodak, tuve la suerte de que me tocó un camarote a compartir con otro profesional, Eric Fokke, fotógrafo holandés que reside en ese paraíso natural que son las islas Lofoten. Pero otros miembros de la expedición tuvieron que acomodarse en camarotes incluso triples, ¡alguno de ellos sin ni siquiera aseo privado! Por tanto, exquisiteces, ninguna: justo lo que se necesita para impregnarse del Ártico en toda su rudeza. Si por un momento hubiera podido adivinar que en los siguientes días apenas dormiría, y que en el Ártico el mero hecho de salir a cubierta representa un esfuerzo enorme para vestirse de forma apropiada, ciertamente que mi entusiasmo habría menguado. Pero en aquellos momentos iniciales a bordo del "Malmö" estaba uno lleno de júbilo.
Obligados a usar ¡desodorante para ingleses!, que no se duchan todos los días |
Para llegar al puerto desde el hotel “The Vault”
(propiedad de la Bóveda Mundial de Semillas), compartí un “maxi taxi”
(eufemismo para una furgoneta todo terreno), con cuatro miembros de la expedición: el sueco
Bjarne Vidar y los británicos Brian Mattews y Nicola Mupper. Tuvimos que
arrastrar nuestras pesadas pertenencias (incluyendo mi desafortunada maleta --todavía en algún lugar de Rusia--, mas pesada, según etiquetaron los de Norwegian,
“que una elefante preñada”), primero por la nieve, después por el suelo de
emparrillado metálico del muelle y, finalmente, subirlo a bordo y, por angostas
escaleras, bajarlo a nuestros exiguos camarotes.
¡SÍ, SEÑORES!: SE PUEDE SOBREVIVIR... ¡SIN TELÉFONO MÓVIL!
Desde hace años, la mayor parte de los
occidentales vivimos con nuestro teléfono móvil como un apéndice. Si cuando
estudiaba periodismo en la Autónoma de Barcelona, era capaz de subir a La
Coruña en moto sin casco, GPS, ni móvil, hoy en día nos hemos vuelto tan
dependientes del móvil que nos sentimos desnudos si salimos del portal de casa sin él.
El
teléfono móvil cumple una necesidad y, desde que tiene Internet, no cabe duda de que se ha
convertido en una herramienta muy útil. Pero también tiene servidumbres. Es,
pudiéramos decir, un grillete de esclavitud, que nos hace estar pendientes del
trabajo a cualquier hora del día. Lo único, quizá, que eché a faltar en una larga navegación incomunicado fue la ausencia total de noticias de mi familia.
Como en Spitzbergen, en toda su inmensidad, solo hay telefonía móvil en la “capital”, Longyearbyen, y otros dos pequeños asentamientos, por ello, el Malmö, carece de servicio wifi. Pese a ello, ¡sobrevivímos!
Como en Spitzbergen, en toda su inmensidad, solo hay telefonía móvil en la “capital”, Longyearbyen, y otros dos pequeños asentamientos, por ello, el Malmö, carece de servicio wifi. Pese a ello, ¡sobrevivímos!
Este expedición en el Ártico ha demostrado que es posible vivir ocho días, aislado, sin móvil ni Internet, como en los tiempos en que el barco
fue botado.
Por no tener, el barco no cuenta ni con servicio
de megafonía: los avisos eran de viva voz o bien con una campana, como las
horas de comida: a las 8 el desayuno, a las 13.00 horas el almuerzo y a las
19:00 horas la cena.
TRES CUBIERTAS PARA LOS EXPEDICIONARIOS.
TRES CUBIERTAS PARA LOS EXPEDICIONARIOS.
En la cubierta inferior se encuentran los
camarotes, y parte de la sala de máquinas, generadores y otros depósitos. Sin
contar con el propio personal del barco (capitán, primer oficial, auxiliar,
maquinista, cocinero, “hombre para todo” y grumete), los 15 expedicionarios,
incluyendo los guías, estábamos repartidos en ocho pequeños camarotes, de
dimensiones raquíticas.
Esto no es un crucero ni un viaje de placer: en el Malmö nadie ordena los camarotes ni los limpia. Tras la vista de algún otro aposento, agradecí profundamente a Kodak el mío, con el enorme privilegio de dos ventanas tipo “ojo de buey” y un pequeño aseo con ducha.
Esto no es un crucero ni un viaje de placer: en el Malmö nadie ordena los camarotes ni los limpia. Tras la vista de algún otro aposento, agradecí profundamente a Kodak el mío, con el enorme privilegio de dos ventanas tipo “ojo de buey” y un pequeño aseo con ducha.
Mi camarote: orden... masculino |
Muy bonito cuando coloqué la película en el estante: al salir del fiordo, tal era el movimiento, que todo acabó por los suelos. |
En el centro de la cubierta principal se encuentra la
superestructura, con el comedor (también lugar de reunión y trabajo) y la
cocina. A popa, y bajo un toldo, un espacio libre, con suelo de madera, como
todo el de esta cubierta, con mesas y sillas atornilladas.
Las comidas a bordo se hacían sin pan, pese a lo cual había que arreglárselas para dejar el plato limpio, antes de llevarlo al lavaplatos. Encima de esta estancia, el puente de mando, tras el cual estaba la lancha de salvamento. El techo del puente de mando, hacía de pequeña cubierta de observación desde donde, pese a la nieve, la lluvia o el frío, en ocasiones inferior a -20 grados Celsius (sin lugar para resguardarse), era uno de mis emplazamientos favoritos para, con trípode, filmar alguna secuencia intervalométrica (timelapse).
¡VETE AL CARAJO!
Las comidas a bordo se hacían sin pan, pese a lo cual había que arreglárselas para dejar el plato limpio, antes de llevarlo al lavaplatos. Encima de esta estancia, el puente de mando, tras el cual estaba la lancha de salvamento. El techo del puente de mando, hacía de pequeña cubierta de observación desde donde, pese a la nieve, la lluvia o el frío, en ocasiones inferior a -20 grados Celsius (sin lugar para resguardarse), era uno de mis emplazamientos favoritos para, con trípode, filmar alguna secuencia intervalométrica (timelapse).
¡VETE AL CARAJO!
Hacia la proa, de nuevo en la cubierta principal, dos de las zodiacs polares de
exploración y el palo mayor con su carajo, o cofa, o sea la plataforma de
observación muchas veces empleada por el científico y fotógrafo Audun
Rikdarsen, el embajador de Canon en Escandinavia, para otear vida en los horizontes helados.
SALA DE MÁQUINAS.
SALA DE MÁQUINAS.
Emocionaba escuchar la devoción con la que la
oficialidad del barco se refería al Malmö: la máquina no sólo era la original de la época, en una sala totalmente
limpia y ordenada, sino que también lo era el generador, capaz de
proporcionar corriente continua y alterna, a 50 o 60 Hz., con voltajes entre
100 V y 250 V.
UN FANTASTICO GRUPO CON UNOS BUENOS LÍDERES.
UN FANTASTICO GRUPO CON UNOS BUENOS LÍDERES.
En la siguiente entrega, describiré las distintas funciones que cada uno tenía asignadas en esta peculiar misión ártica, al frente de la
cual se encontraba Svein Win, uno de los mayores especialistas mundiales en
expediciones árticas, y el científico Audun Rikarsen, con obra publicada de
forma regular en National Geographic.
EL ÚLTIMO FOTOGRAMA... EN BUSCA DE AUTOR.
Hubo un tiempo, hasta que se cerró el laboratorio de Lausanne, en Suiza, que Kodak devolvía cada revelado de Kodachrome en Súper-8 con el primer fotograma del rollo siguiente.
A lo largo de los años, me fui haciendo con una buena colección de estos instantes congelados, principalmente filmados por compatriotas europeos, que, hoy en día, si quisiera, podría digitalizar en 4K.
Y no fui el único con esta "perversión cineística": mi doble no en los Alpes, sino en Levante, el gran y buen amigo Marc Martí también conserva una caja repleta de estos fotogramas en busca de autor.
¡Me imagino el multazo que le caería hoy a Kodak, por esta práctica, en una época, como la actual, en que se ha llevado la ley de protección de datos personales a límites absurdos!
Lo que sí hago, en la actualidad, es conservar el último fotograma expuesto de cada uno de mis rollos. EstE último fotograma, atacado por la luz, suele venir con velados psicodélicos de arte químico, que dejan perplejos a la chusma que pulula por el inframundo digital.
De la pantalla del ordenador, con la cámara del móvil, retengo algunos últimos fotogramas de distintos rollos del proyecto Kodak "Spitsbergen: el guardián del Ártico": a mucho menos, he visto que llaman "videoarte".
SÚPER-8 4K: REVELADO Y DIGITALIZACIÓN.
Ya se ha explicado que el documental "Spitzbergen: el guardián del Ártico" surge a partir de una prueba técnica: probar unos metros de producción experimental "versión beta" de la totalmente nueva película inversible Kodak Ektachrome en condiciones extremas de frío y movimientos.
Con el fin de aprovechar el desplazamiento hasta ese fin del mundo que es Spitzbergen, el último confín de tierra firme antes del Polo Norte, en un viaje que para cualquier persona no noruega exige volar al menos durante dos días, se me planteó rodar un documental sobre el cambio climático, cuyo termómetro principal, en nuestro planeta, se encuentra en estos territorios salvajes.
El rodaje "Spitsbergen: el guardián del Artico" fue filmado usando absolutamente todo el portafolio de Kodak para Súper-8: las emulsiones negativas Kodak Vision 50, Kodak Vision 200 y Kodak Vision 500, así como la inversible de blanco y negro Kodak Tri X, veterana emulsión que se lleva fabricando ¡¡¡desde 1954!!! El resultado final es asombroso, mezclando formulaciones antiguas con la última evolución de la tecnología fotoquímica.
Otro experimento, de interés cinematográfico, ha sido exponer la película deSúper-8 Kodak Vision 500 a sólo 50 ASA con un sub-revelado de dos puntos.¡El resultado, tras la digitalización, es extraordinario!, y nadie diría que una emulsión de 500 ASA podría ser manipulada químicamente para proporcionar un grano razonable ¡incluso a partir de un fotograma tan minúsculo como es el de Súper-8! Con un poco mas de investigación por parte de Kodak, y la colaboración de los laboratorios punteros, creo que una Vision 500 mejorada podría convertirse en una especie de emulsión universal que sería expuesta por el creador entre 50 y 1000 ASA.
Otro de los experimentos realizados consistió en comprobar el correcto funcionamiento de los cartuchos con las distintas emulsiones a temperaturas que llegaron a descender por debajo de los -20 grados Celsius: ¡adelanto que el nuevo Ektachrome corre muy bien!, todavía mejor que la gama negativa y que la monocromática Tri X.
Un último experimento, de índole personal, ¡¡¡fue rodar en Súper-8 con un dron!!!: ya lo narraré en su momento pero lo llevé a cabo sobre la superficie congelada del Oceáno Glacial Ártico cuando el rompehielos Malmö se quedó atrapado.
Acometer este ingente trabajo sólo, sin ayuda, con imposibilidad de ver los resultados hasta después del revelado, incomunicado de la familia (y del mundo), hablando exclusivamente en una lengua extranjera, me produjo cierta congoja en vísperas de emprender la navegación hacia regiones desiertas y prácticamente desconocidas.
LABORATORIOS OFICIALES.
Los metros de Ektachrome "beta" han sido enviados a Kodak, a su departamento de investigación en Rochester, cerca de Nueva York.
La parte principal del material negativo (incluyendo el subrevelado de 500 a 50 para el experimento), me fue indicado que se revelase en la firma alemana Andec, cuyo responsable es el ingeniero Ludwig Draser.
Andec tiene la buenísima costumbre de avisar por correo electrónico tan pronto como recibe los paquetes, así como cuando los devuelve, indicando el número de seguimiento. El material revelado en Andec llegó en una caja perfectamente acolchada, en 5 bobinas de 120 metros cada una, con su correspondiente caja metálica, perfectamente ordenadas e identificadas. El revelado de Andec es impecable y se entrega con limpieza ultrasónica, ya preparado para telecine. Ante la eficacia teutónica, no queda otra que quitarse el sobrero: ¡bien hecho, Ludwig!
La dirección es:
ANDEC Filmtechnik
Correo electrónico: service@andecfilm.de
Hasenheide, 9
D-10967 Berlín (Alemania)
Cuatro rollos de negativo, que me urgían, fueron revelados por el laboratorio español Retrolab Cinema: un buen revelado, con servicio ¡en la misma semana! y trato personalizado por parte del director del laboratorio, Juan Carlos Olivo. La película me fue devuelta en bobinas independientes de quince metros, cada una en bolsitas de plástico. El trato personal de Juan Carlos, y su interés por servir los deseos del creador, son alguna de las muchas virtudes que valoro de Retrolab. La dirección es:
Retrolab Cinema
Correo electrónico: info@retrolab.eu
Apd. R. Hills, F1-10
Benahavis 29679 Málaga.
Dos rollos inversibles de Tri X fueron revelados por Filminalab, el laboratorio artesanal de Marc Martí. Le encomendé a Marc revelar los dos cartuchos de Tri X en cargadores de Single-8 usados en el dron (con la liviana cámara Fujica P2 de 265 gramos) pues, por una parte, él los había cargado, y por otra, uno de ellos ¡lo tenía que revelar con una especie de vodka que traje de Spitzbergen! Marc, naturalmente, aparte de procesos poco ortodoxos, revela todo tipo de película inversible de forma canónica, y se encuentra especializado en ciertas emulsiones de blanco y negro que no voy a citar aquí pues no son de Kodak. Filminalab es el único laboratorio mundial que entrega ya montadas las diapositivas estereoscópicas.
El contacto de Marc Martí en Retrolab es:
info@filminalab.com. Teléfono: 696508833
Como Marc trabaja sólo, tanto en la parte química, como en la administrativa, lo mas rápido y eficiente es escribirle un correo electrónico. Marc devuelve las películas en bobinas independientes y, también, los cartuchos vacíos.
Además de Andec para el negativo, el otro laboratorio que me fue impuesto para lo grueso del inversible era holandés, Super-8 Reversal Lab.
El revelado de Super 8 Reversal Lab es inmaculado, perfecto: quedé muy satisfecho. El trabajo lo hace personalmente su propietario, Frank Bruisma. También avisa tan pronto como le llega el paquete y cuando lo reenvía al remitente.
Devuelve cada cartucho en una bobina independiente, numerada siguiendo el orden determinado por el autor, lo cual es de agradecer. Como Filminalab, deja la palabra "exposed" al final de cada rollo, algo que, para ciertos montajes, puede ser de utilidad.
La dirección es:
Súper8 Reversal lab
Hope Zamd 30 A
2512 EM The Hague (Holanda)
El correo electrónico: post@super8.nl
La digitalización de Súper-8 a 4K fue responsabilidad del que, hoy por hoy, es una referencia mundial en este tipo de trabajos: el laboratorio madrileño Ocho y Pico, del cual ya hablaremos, pues su meticulosidad se merece un capítulo aparte. Su responsable es José Luís Sanz. La dirección es:
Ocho y Pico Producciones Audiovisuales
calle Rodas, 11, nave 2
Madrid 28005
teléfono: 629560238
Como su responsable también trabaja sólo, se ruega contactar por correo electrónico: info@ochoypico.com
Si es nuevo en esta bitácora, no se olvide de leer las inauditas informaciones publicadas en las entradas anteriores;
Capítulo 1: https://mimundoensuper-8.blogspot.com.es/2018/05/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.htmlCon Audun y Svein: ¡siento tomar las fotografías con el sistema instáneo de Fujifilm! pero es que el de Kodak no es fotoquímico |
EL ÚLTIMO FOTOGRAMA... EN BUSCA DE AUTOR.
Hubo un tiempo, hasta que se cerró el laboratorio de Lausanne, en Suiza, que Kodak devolvía cada revelado de Kodachrome en Súper-8 con el primer fotograma del rollo siguiente.
A lo largo de los años, me fui haciendo con una buena colección de estos instantes congelados, principalmente filmados por compatriotas europeos, que, hoy en día, si quisiera, podría digitalizar en 4K.
Y no fui el único con esta "perversión cineística": mi doble no en los Alpes, sino en Levante, el gran y buen amigo Marc Martí también conserva una caja repleta de estos fotogramas en busca de autor.
¡Me imagino el multazo que le caería hoy a Kodak, por esta práctica, en una época, como la actual, en que se ha llevado la ley de protección de datos personales a límites absurdos!
Lo que sí hago, en la actualidad, es conservar el último fotograma expuesto de cada uno de mis rollos. EstE último fotograma, atacado por la luz, suele venir con velados psicodélicos de arte químico, que dejan perplejos a la chusma que pulula por el inframundo digital.
De la pantalla del ordenador, con la cámara del móvil, retengo algunos últimos fotogramas de distintos rollos del proyecto Kodak "Spitsbergen: el guardián del Ártico": a mucho menos, he visto que llaman "videoarte".
SÚPER-8 4K: REVELADO Y DIGITALIZACIÓN.
Ya se ha explicado que el documental "Spitzbergen: el guardián del Ártico" surge a partir de una prueba técnica: probar unos metros de producción experimental "versión beta" de la totalmente nueva película inversible Kodak Ektachrome en condiciones extremas de frío y movimientos.
Con el fin de aprovechar el desplazamiento hasta ese fin del mundo que es Spitzbergen, el último confín de tierra firme antes del Polo Norte, en un viaje que para cualquier persona no noruega exige volar al menos durante dos días, se me planteó rodar un documental sobre el cambio climático, cuyo termómetro principal, en nuestro planeta, se encuentra en estos territorios salvajes.
El rodaje "Spitsbergen: el guardián del Artico" fue filmado usando absolutamente todo el portafolio de Kodak para Súper-8: las emulsiones negativas Kodak Vision 50, Kodak Vision 200 y Kodak Vision 500, así como la inversible de blanco y negro Kodak Tri X, veterana emulsión que se lleva fabricando ¡¡¡desde 1954!!! El resultado final es asombroso, mezclando formulaciones antiguas con la última evolución de la tecnología fotoquímica.
Otro experimento, de interés cinematográfico, ha sido exponer la película deSúper-8 Kodak Vision 500 a sólo 50 ASA con un sub-revelado de dos puntos.¡El resultado, tras la digitalización, es extraordinario!, y nadie diría que una emulsión de 500 ASA podría ser manipulada químicamente para proporcionar un grano razonable ¡incluso a partir de un fotograma tan minúsculo como es el de Súper-8! Con un poco mas de investigación por parte de Kodak, y la colaboración de los laboratorios punteros, creo que una Vision 500 mejorada podría convertirse en una especie de emulsión universal que sería expuesta por el creador entre 50 y 1000 ASA.
Otro de los experimentos realizados consistió en comprobar el correcto funcionamiento de los cartuchos con las distintas emulsiones a temperaturas que llegaron a descender por debajo de los -20 grados Celsius: ¡adelanto que el nuevo Ektachrome corre muy bien!, todavía mejor que la gama negativa y que la monocromática Tri X.
Un último experimento, de índole personal, ¡¡¡fue rodar en Súper-8 con un dron!!!: ya lo narraré en su momento pero lo llevé a cabo sobre la superficie congelada del Oceáno Glacial Ártico cuando el rompehielos Malmö se quedó atrapado.
Acometer este ingente trabajo sólo, sin ayuda, con imposibilidad de ver los resultados hasta después del revelado, incomunicado de la familia (y del mundo), hablando exclusivamente en una lengua extranjera, me produjo cierta congoja en vísperas de emprender la navegación hacia regiones desiertas y prácticamente desconocidas.
LABORATORIOS OFICIALES.
Los metros de Ektachrome "beta" han sido enviados a Kodak, a su departamento de investigación en Rochester, cerca de Nueva York.
La parte principal del material negativo (incluyendo el subrevelado de 500 a 50 para el experimento), me fue indicado que se revelase en la firma alemana Andec, cuyo responsable es el ingeniero Ludwig Draser.
Andec tiene la buenísima costumbre de avisar por correo electrónico tan pronto como recibe los paquetes, así como cuando los devuelve, indicando el número de seguimiento. El material revelado en Andec llegó en una caja perfectamente acolchada, en 5 bobinas de 120 metros cada una, con su correspondiente caja metálica, perfectamente ordenadas e identificadas. El revelado de Andec es impecable y se entrega con limpieza ultrasónica, ya preparado para telecine. Ante la eficacia teutónica, no queda otra que quitarse el sobrero: ¡bien hecho, Ludwig!
La dirección es:
ANDEC Filmtechnik
Correo electrónico: service@andecfilm.de
Hasenheide, 9
D-10967 Berlín (Alemania)
Cuatro rollos de negativo, que me urgían, fueron revelados por el laboratorio español Retrolab Cinema: un buen revelado, con servicio ¡en la misma semana! y trato personalizado por parte del director del laboratorio, Juan Carlos Olivo. La película me fue devuelta en bobinas independientes de quince metros, cada una en bolsitas de plástico. El trato personal de Juan Carlos, y su interés por servir los deseos del creador, son alguna de las muchas virtudes que valoro de Retrolab. La dirección es:
Retrolab Cinema
Correo electrónico: info@retrolab.eu
Apd. R. Hills, F1-10
Benahavis 29679 Málaga.
Dos rollos inversibles de Tri X fueron revelados por Filminalab, el laboratorio artesanal de Marc Martí. Le encomendé a Marc revelar los dos cartuchos de Tri X en cargadores de Single-8 usados en el dron (con la liviana cámara Fujica P2 de 265 gramos) pues, por una parte, él los había cargado, y por otra, uno de ellos ¡lo tenía que revelar con una especie de vodka que traje de Spitzbergen! Marc, naturalmente, aparte de procesos poco ortodoxos, revela todo tipo de película inversible de forma canónica, y se encuentra especializado en ciertas emulsiones de blanco y negro que no voy a citar aquí pues no son de Kodak. Filminalab es el único laboratorio mundial que entrega ya montadas las diapositivas estereoscópicas.
El contacto de Marc Martí en Retrolab es:
info@filminalab.com. Teléfono: 696508833
Además de Andec para el negativo, el otro laboratorio que me fue impuesto para lo grueso del inversible era holandés, Super-8 Reversal Lab.
El revelado de Super 8 Reversal Lab es inmaculado, perfecto: quedé muy satisfecho. El trabajo lo hace personalmente su propietario, Frank Bruisma. También avisa tan pronto como le llega el paquete y cuando lo reenvía al remitente.
Devuelve cada cartucho en una bobina independiente, numerada siguiendo el orden determinado por el autor, lo cual es de agradecer. Como Filminalab, deja la palabra "exposed" al final de cada rollo, algo que, para ciertos montajes, puede ser de utilidad.
La dirección es:
Súper8 Reversal lab
Hope Zamd 30 A
2512 EM The Hague (Holanda)
El correo electrónico: post@super8.nl
La digitalización de Súper-8 a 4K fue responsabilidad del que, hoy por hoy, es una referencia mundial en este tipo de trabajos: el laboratorio madrileño Ocho y Pico, del cual ya hablaremos, pues su meticulosidad se merece un capítulo aparte. Su responsable es José Luís Sanz. La dirección es:
Ocho y Pico Producciones Audiovisuales
calle Rodas, 11, nave 2
Madrid 28005
teléfono: 629560238
Como su responsable también trabaja sólo, se ruega contactar por correo electrónico: info@ochoypico.com
Si es nuevo en esta bitácora, no se olvide de leer las inauditas informaciones publicadas en las entradas anteriores;
Capítulo 2: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/05/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_27.html
Capítulo 3: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.html
Capitulo 4: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_8.html
Capitulo 5: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_15.html
Capítulo 6: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_21.html
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