martes, 31 de julio de 2018

¡¡¡NUEVA KODAK EKTACHROME SÚPER-8, A LA VUELTA DE LA ESQUINA!!!

KODAK EKTACHROME: EL SÚPER-8 PARA EL SIGLO XXI.
Este 2018 es histórico, en el mundo de la tecnología argéntica, pues Kodak presenta en el mercado mundial la primera emulsión en color inversible desarrollada en el siglo XXI: la totalmente nueva Kodak Ektachrome 100. Uno de los caballos de Troya para su introducción será el formato Súper-8, inventado por la propia Kodak en 1965, aunque la nueva Ektachrome estará disponible también, inicialmente, como película de 16 mm y en diapositivas de 35 mm. La emulsión inversible es aquella que, una vez revelada, se transforma en un positivo único listo para su montaje, su proyección directa o su digitalización.
El hecho de que la nueva emulsión Ektachrome se presente en Súper-8 causa asombro internacional, incluso en la prensa generalista, pues eran muchos los que creían que el formato ya no existía; hay jóvenes creadores que nunca lo llegaron a conocer.  El Super-8 Ektachrome en la era digital,  ¿es una alternativa creativa? ¿Se puede ganar dinero con el Súper-8? ¿Podrá Kodak recuperar los millones de euros invertidos en el desarrollo? La respuesta a todas las preguntas es un rotundo ¡sí!
SÚPER-8 EKTACHROME: PARA EL SIGLO XXI… Y MAS ALLÁ.
El Súper-8 es algo físico, que se puede reproducir mecánicamente de forma sencilla: por ello, es una tecnología que nunca quedará obsoleta. Sus estándares no cambian y siempre podrá ser digitalizado  con cada nuevo sistema que surja. Si, además, se trata de película de Súper-8 inversible, o sea, aquella que, tras su revelado, proporciona una imagen positiva, como la nueva Kodak Ektachrome,  es posible su visualización directa: un positivo único sobre el cual se trabaja y al mismo tiempo se expone: es una especie de incunable, de  obra única. Nada hay mas valioso, en el mundo de la creación, que un original único: esto se puede hacer, en Súper-8, con la nueva Kodak Ektachrome.
La nueva Ektachrome, la primera película inversible de color desarrollada con tecnología del siglo XXI, se está produciendo en la factoría de Rochester,  en pequeñas partidas experimentales, desde diciembre de 2017.
De momento, no puedo contar mucho mas debido a mi clausula de confidencialidad firmada con Steve Bellamy, el presidente de Kodak Motion Picture, una persona que no es un simple ejecutivo: él mismo fue director, productor y camarógrafo: ¡¡¡conoce el medio cinematográfico en toda sus facetas!!! La división cinematográfica de Kodak se encuentra con Steve Bellamy en buenas manos, máxime cuando cuenta como mano derecha al vicepresidente Antonio Rasura, el hombre que lo sabe todo de laboratorios, y como manager a Diane Carroll-Yacoby.
TODO SOBRE LA NUEVA KODAK EKTACHROME ¡¡¡EN PHOTO KLASSIC INTERNATIONAL!!!
Pero todo lo que cineístas y fotógrafos profesionales deben saber sobre la nueva Kodak Ektachrome, y mucho más, lo publicaré en la nueva edición en inglés de la revista alemana Photo Klassik International, que será presentada en inminente Photokina, a finales del próximo mes de septiembre: el público asistente a esta feria alemana, la mas importante del sector en Europa, podrá llevarse su ejemplar de la edición internacional en la mano, lujuriosamente impreso en un papel de extraordinario gramaje. ¡Me acaba de decir el editor que mi artículo irá anunciado en portada!
El Facebook de la revista es: 

lunes, 30 de julio de 2018

ISCORAMA CON GRANANGULAR

En ocasiones, filmando con anamórfico edificaciones monumentales o cierto paisajes, me resulta imposible abarcar el conjunto en su integridad. Es cuando empleo una alucinante combinación que funciona perfectamente.
A la Fujica ZC1000 la equipo con el Leitz Cinegon de 10 mm y el Iscorama 36; después, añado un conversor granangular de Century Precission. Para filmar a infinito, el objetivo primario debe estar a menos de un metro.
Como la Century pesa un quintal, Mateu, de Microdelta Balears, tuvo que reforzar mi Leitz Cinegon, que no está calculado para aguantar semejante sobrecarga.  
El único inconveniente: es imposible pasar desapercibido con semejante lente frontal.
Para aquellos que quieran saber algo mas, y ver como queda el resultado combinando este conjunto de tres objetivos, pueden estudiar las dos tomas entre los segundos 00:20 y 00:26; y 00:59 y 01:06, de este documental penitencial sonorizado en proyector, en las pistas magnéticas de la película: 
SEMANA SANTA CORUÑESA from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.

domingo, 29 de julio de 2018

SPITZBERGEN: EL GUARDIÁN DEL ÁRTICO. En Súper-8 4K de Kodak. Cuaderno de bitácora número 11.

EL TERRORÍFICO ESTRECHO DE LOS TÉMPANOS FRAGOROSOS.
La pesadilla del mas avezado navegante del Ártico es cruzar un lugar donde los témpanos, sin aviso previo,  emergen del fondo,  en vez de partir de la desembocadura de un glaciar o de la banquisa ártica. El poder de uno de estos icebergs submarinos resulta tan letal como un torpedo nazi. A este satánico estrecho se le conoce como “el paso de los témpanos fragorosos” y lo atravesamos, con el rompehielos "Malmö",  alrededor de las dos de la madrugada. Hay que añadir que, en la zona, la corriente es fortísima y traicionera, de forma que los icebergs avanzan a gran velocidad, como enormes minas flotantes con nuestra proa como objetivo.  Gracias a Kodak por contar conmigo para esta expedición que, mas allá de las pruebas técnicas, se ha convertido en una aventura que me ha llevado a vivir experiencias increíbles.
DESCOMUNAL JORNADA EN NAVEGACIÓN.
Ya el mismo viernes 4 de mayo, después de concluidos los intentos de recuperación de la cámara de Audun de las profundidades del Ártico (cuyo resultado no se puede desvelar, hasta diciembre, por compromiso de confidencialidad suscrito con la televisión noruega,  Nowregian Television NRH), y una vez que el capitán, Viktor Karlssen, aplicando todos sus conocimientos, consiguió liberar el rompehielos “Malmö” de la banquisa de hielo en la que se encontraba encastrado, iniciamos una veloz navegación que nos llevaría desde el sur de Spitzbergen hasta el non plus ultra de su extremo mas septentrional, la diminuta isla Moffen, por encima de los 80 grados de latitud, el último confín de tierra del archipiélago de Svalbard. Más alla, sólo unos mil kilómetros de agua y hielo hasta el mismísimo Polo Norte magnético, un lugar sólo accesible con uno de esos descomunales rompehielos rusos de la clase Arktic que, equipados con dos reactores nucleares, pueden fragmentar banquisas de cuatro o cinco metros de grosor.
El Polo Norte se conquistó en dirigible, en avión o en submarino, pero caminando no fue sino ¡el mismo año que el Hombre puso su pie en la Luna!, hace sólo medio siglo. Pisar el Polo Norte es un reto que queda pendiente para otro documental, para el cual, dentro de unos meses, iniciaré la búsqueda de financiación. 
UN SEXAGENARIO INTRÉPIDO.
¿Quién le iba a decir a uno que se iba a convertir en aventurero estando mas cerca de los sesenta años que de los cincuenta, cuando, no hace tanto, a esta edad a las personas se las consideraba  ancianas? Pese a lo que dicen algunos militantes de la extrema izquierda, que hasta nos quieren quitar el derecho a voto, la gente mayor tenemos mucho que hacer y que decir, por el bien de la sociedad.
Cuando califico de “descomunal” esta jornada en navegación, es para que el lector pueda valorar conveniente que, como en la primera semana de mayo, no hay, en estas latitudes, ninguna línea que separe el día de la noche, dado que el cielo se halla permanentemente iluminado, cada etapa dura realmente 24 horas. 
No obstante, en la transición del viernes 4 al sábado 5, estaba uno tan fatigado, tras llevar desde el 30 de abril durmiendo un máximo de cuatro horas diarias, que esa madrugada ¡dormí de un tirón entre las dos y las siete de la mañana!: cinco reconfortantes horas ininterrumpidas. 
El desayuno, invariablemente, en el "Malmö" es a las ocho de la mañana, ¡y antes tocaba ducha y afeitado! (ya se ha explicado que, en este rompehielos, botado en 1943, los expedicionarios sólo podíamos ducharnos una vez cada dos días).
Menos mal que la ingesta regular de biodraminas recetadas por mi esposa fue un santo remedio contra el mareo, pues durante estas últimas sabrosas horas de sueño, según me comentaría al despertar mi compañero de camarote Eric, con la proa del buque enfilando al norte en mar abierto, el "Malmö" estuvo bamboleándose, oscilando y cabeceando, con los ojos de buey de la cabina sumergidos buena parte del tiempo.
HORAS DE TRANQUILIDAD ATRAVESANDO FORLANSUNDET.
El sábado cinco las aguas se calmaron a un nivel razonable pues, en nuestro avance, la navegación transcurrió por el estrecho de Forlandsundet, que separa la alargada isla de Prins Karls Forlandet, a babor, de Spitzbergen, a estribor.
Esa mañana, algunos la habían aprovechado para revelar diapositivas mientras que la brigada digital estaba enfrascada en la tarea de postproducción o, incluso, mera selección: apenas si habíamos empezado la expedición y gente como Bjarne Vidar ya habían disparado miles de instantáneas, como si en lugar de una cámara tuviese en sus manos un fusil Kalashnikov AK47. Tras la comida, en la sala de proyección, dos conferencias muy interesantes, de Svein Wik y Audun Rikardsen.
SVEIN WIK: EL CALENTAMIENTO GLOBAL.
En su charla de esa tarde, Svein Wik nos expuso nuevos ejemplos sobre la dureza de la supervivencia en el Ártico y de cómo la vida, tal y como se conoce en estas latitudes, se encuentra amenazada, tanto por el cambio climático y la contaminación, como por la posible modificación de la corriente del Golfo. Al igual que Audun Rikardsen en su charla de la primera tarde, Sven hizo incidencia en el peligro de los indestructibles microplásticos, de hasta 5 mm de grosor,  que llegan ya a estas latitudes y pasan a formar parte de la dieta de una fauna cada vez mas escasa. Los microplásticos mas diminutos, descompuestos por el oleaje o la acción del sol,  sirven para alimentar al plancton, del que pasan a los peces y de estos a las mesas humanas (algo muy grave para gallegos y vascos, tan dados a las recetar del mar).  
SVEIN WIK: EL DESPERTAR DE UNA CONCIENCIA ECOLÓGICA.
Las dos charlas de Svein a lo largo de la travesía, así como las conversaciones mantenidas con él a la hora de comer y cenar, sirvieron para avivar en uno esa conciencia ecológica que casi todos llevamos dentro. 
Hace medio siglo que el Hombre ha pisado la Luna, toda una conquista para nuestra especie y que permite atisbar que el futuro para la Humanidad puede ser infinito. Pero, como contrapunto, en este tiempo hemos sido los culpables de que mas de cinco billones de microplásticos floten en todos los mares del querido planeta azul, el único que tenemos y el cual no podemos abandonar por el momento. El daño infringido al medio ambiente es gravísimo pero aún se está a tiempo de reaccionar, prohibiendo los plásticos de sólo un uso, y con una política de tratamiento de residuos a escala internacional, con la prohibición expresa de “exportar” basura del primer mundo a los países pobres.
La mitad final de la exposición de Svein, ilustrada con multitud de diapositivas, disparadas a lo largo de estos años, desde que abandonara su trabajo como ingeniero de computación en Noruega, para convertirse en un especialista ártico, se centró en el calentamiento global. 
Svein nos mostró como, en verano, el hielo a la deriva procedente de la banquisa ártica se encuentra, en Svalbard, cada vez mas al norte, de forma que, en julio y agosto, sólo se puede ver el que procede de glaciares en retroceso.
Con documentos gráficos en buena parte procedentes de la Universidad Nórdica de Noruega, Svein explicó que los satélites que orbitan la Tierra y otros avances tecnológicos han permitido a los científicos ver una especie de panorama general, recopilando muchos tipos diferentes de información sobre nuestro planeta y su clima a escala mundial. Este conjunto de datos, recogidos durante lustros, revela claramente que el clima está cambiando de forma muy acelerada.
Pese a las teorías “negacionistas” de algunos individuos,  como el presidente Trump, para la nada sospechosa NASA, y otras instituciones científicas,  resulta manifiestamente incontestable que la emisión de dióxido de carbono, y otros gases, son la causa del calentamiento de la Tierra, con el letal fenómeno conocido como “efecto invernadero”. 
Los primeros síntomas de este cambio climático,  cada vez mas acelerado, los sufren las regiones árticas, que son, pudiera decirse, una especie de termómetro de la salud de la Tierra. 
Buena parte de Europa hace un gran esfuerzo por remediar tanto el tema de las emisiones como de una contaminación que, a menudo, es originada por la absurda “obsolescencia programada” de cosas que, bien fabricadas, podrían durar muchos años, como prueba el mismísimo “Malmö”, todavía navegando tras 75 años desde su botadura. El principal problema es que el "motor del mundo", los Estados Unidos, no hace todo lo que podría;   Rusia, China y América Latina son países poco respetuosos con el medio ambiente; y en el resto del globo, con la excepción de Israel y Japón, se vive como si el mañana no importase. El mundo, tal y como lo conocemos, puede desaparecer en dos o tres generaciones.
La parte final de la charla de Svein fue para explicar el rumbo que seguiría el “Malmö” en los siguientes días, si bien aclarando, una vez mas, que en el Ártico, en una época con el verano todavía tan lejos, es muy difícil prever nada. Su permanente consejo: “hay que estar preparado para lo peor, aunque luego, lo que venga, no sea tan malo”.
LA EXPERIENCIA DE AUDUN RIKARDSEN.
A continuación, el científico de la Universidad Nórdica de Noruega, y fotógrafo de palmarés internacional (embajador Canon en Escandinavia), Audun Rikdardsen, proyectó numerosas diapositivas submarinas en granangular disparadas en las aguas que le son familiares, las árticas, con la técnica que le ha hecho mundialmente famoso: la imagen partida sin trucaje digital, la mitad bajo lA superficie del agua.
Como ya se explicó en la entrega novena de esta bitácora, a Audun le fascinan esos centímetros que separan el mundo submarino del terrestre. Por la naturaleza tan especial de su trabajo, a menudo con la luz tenue de la larga noche ártica, Audun hace años que únicamente emplea cámaras digitales  (exclusivamente Canon): la película fotosensible a la luz no es la adecuada para su trabajo. Sí, amigos: el ser un abogado del argéntico no me impide reconocer que, lo digital, para cierto usos, es imprescindible (aunque permití recomendarle a Audun que hiciera copia fotoquímica en película Kodak de sus obras mas emblemáticas, al mismo tiempo que me tomé con él una fotografía química Fujifilm Instax).
Como ya nos había adelantado en su primera charla, Audun insistió, con numerosos ejemplos,  en que sus diapositivas no son fruto del azar, sino que se encuentran tan planificadas que, a veces, son disparos únicos, como en la fotografía argéntica, no las ráfagas a las que tan acostumbrados están los soldados del digital.
Aunque Audun cosecha premios a lo largo y ancho del planeta, en toda su redondez, su objetivo no es ganar ninguna competición, sino narrar una historia con una imagen (idea que tiene clara, a la hora de los preparativos): trabajando de esta forma se siente realizado. Además, buena parte de sus diapositivas las emplea en su tarea docente en la Universidad de Tromsö.
EL “MALMö” ES COMO UN BUQUE DE GUERRA...
...y no porque empezara su carrera en 1943, confiscado por el III Reich (ay, Dios, si sus paredes hablasen). Para empezar, en esta nave de tres cuartos de siglo, nadie prepara ni limpia los camarotes. Los pasillos, interrumpidos por escaleras, no se encuentran iluminados como los de un trasatlántico y su anchura, de menos de un metro, sólo admiten una persona de cada vez. Por ejemplo, el orondo cocinero de a bordo, Daniel Olssen, ¡tenía que embutirse de lado! 
Salvo las horas de comer, en principio sagradas (8 de la mañana, desayuno; 13.00 horas, comida; y 19:00 horas, cena), en el “Malmo” los expedicionarios teníamos que estar ¡siempre listos! Así, por ejemplo, en la madrugada del sábado 5 al domingo 6, la campana sonó a los dos de la madrugada para avisar, a quien quisiera, que íbamos a avistar lo que Svein nos había descrito horas antes. 
Como tendríamos ocasión de comprobar cuando, a las pocas horas, en Moffen, bajásemos en las zodiacs, en estas latitudes tan septentrionales cualquier acción exige mucho más esfuerzo. Simplemente salir al exterior de la nave, incluso a la cubierta de popa, mas o menos protegida, requiere un ritual que conlleva ponerse tres capas de ropa y un traje polar. 
Naturalmente, las cosas suelen mejorar en julio y agosto. Pero en esta época, primera semana de mayo, desde que el vigía (normalmente Svein, Audun o Delphine), avisan de cualquier posible avistamiento, por ejemplos, de morsas, los expedicionarios teníamos que vestirnos con nuestros equipamientos polares en minutos. En mi caso, lo mas difícil, era ponerme las botas, dado que, con tres capas de calcetines, me quedaban algo justas.

Por otra parte, pese al frío, que algún día, con tormenta de nieve y viento, fue inferior a -20 grados Celsius, me veía obligado, casi siempre, a prescindir de guantes y mitones (guantes sin dedos, estos últimos,  para permitir un mejor aprovechamiento del calor), dado que con ellos ya no es que ni me fuera posible manipular los controles de la Bauer A512, sino que ni siquiera podía cambiar el cartucho de película cada dos minutos y medio de metraje: ¡jamás volveré aceptar una encomienda como ésta si tengo que llevarla a cabo sin ayuda!, ni aunque me lo suplique el mismísimo presidente de Kodak.
LOS ARGONAUTAS DEL ÁRTICO.
¡Un barco levantado por el aire hasta una altura de trece metros!, por un iceberg descomunal que se elevó de pronto de las profundidades del océano, para luego caer violentamente sobre las aguas heladas. Parece un relato de ficción ¡pero ocurrió realmente!, en el siglo XIX, en el terrorífico “estrecho de los témpanos fragorosos”, un paso situado en el pequeño grupo de islitas de Blomstrandhalvoya, donde los témpanos no sólo navegan a gran velocidad, con rumbo imprevisible, por mor de las fuertes corrientes y el espeluznante viento, de omnipresente ulular, sino que ¡surgen del fondo del océano!, en virtud de un fenómeno que será explicado en el documental “Spitzbergen: el guardián del Ártico”.
¡Atravesar el "estrecho de los témpanos fragorosos" es una aventura mucho mas espeluznante que aquella mitológica a la que se tuvieron que enfrentar Jason, y sus Argonautas, en su camino a la Cólquida, para superar las Simplégades, unos escollos que, emergiendo del mar, chocaban entre sí de forma imprevisible: ¡al menos allí el tiempo no era adverso!
LA CAMPANADA DEL INFIERNO.
Después de un estado de duermevela, como de quien está preocupado por los acontecimientos, llevaba unos minutos durmiento cuando, a eso de las dos de la madrugada del domingo 6, el segundo oficial Bjorn Berg tocó la campana para avisarnos, como estaba previsto, de que el “Malmö” se disponía a atravesar el aterrador “estrecho de los témpanos fragorosos”. Me levanté del camastro con esa sensación de malestar que sigue a un descanso insuficiente.
Mi compañero de camarote, Eric, y yo nos vestimos rápidamente y salimos a la diurna noche ártica, en la que ¡apenas si lograba colarse algún rayo de sol en un cielo tan nuboso! La sorpresa fue que buena parte de los expedicionarios estaban tan extenuados ¡que no oyeron la campana!
No faltaron en cubierta, sin embargo, la Luisa Lane del Ártico, la periodista Kari Toft, con su Jimmy Olsen, el videógrafo Reidar Gregersen, quienes, como ya saben los asiduos de esta bitácora, estaban cubriendo esta expedición (en digital) para la televisión noruega Norwegian TV NRK.
Presentes, también, en cubierta, Per Andersson y Oscar Brost. Ausentes, Svein y Audun: pero es que ellos ya han pasado por este angustioso lugar varias veces en los últimos años, en sus distintas misiones científicas.
Hacía frío. La derrota del "Malmö" le llevaba a navegar por un tenebroso, agitado y espumante mar. El cielo, completamente gris, lívido, estaba estriado de nubes negras que venían del Norte. De cuando en cuando, rachas de nieve. La nave, azotada por las ráfagas de viento, cabeceaba y se balanceaba. Por no faltar, tampoco lo hizo la lluvia, que en el Ártico es poco frecuente. 
El "estrecho de los témpanos fragorosos" es un paso marítimo que se encuentra en el liliputiense archipiélago de Blomstrandhalvoya (en cuya isla principal, que le da nombre, están los restos de la mina abandonada de Ny London), al final del fiordo Kongsfjorden.
Tal vez proceda aclarar que los trances que conllevan este tipo de afloramientos repentinos de hielo, aunque sí contemplan un cierto riesgo, no suponen el peligro de antaño, gracias al sonar, el radar submarino con el que está equipado el “Malmö”. 
Pueden ser mas letales, con el viento y las fortísimas corrientes traicioneras, los témpanos a toda velocidad, enfilados frente a nuestra proa en infernal carrera: el capitán debía permanecer bien atento para sortearlos. ¡Ciertas colisiones, con alguno de pequeño tamaño superficial, producían un estruendo estremecedor! Si aun con la tecnología actual los icebergs atemorizan, especialmente con climatología adversa, no quiero ni pensar lo que podrían temer los intrépidos balleneros vascos y gallegos, antes de la invención del radar, en aquellos veleros de madera.
Hay que tener bien en cuenta que los icebergs son duros como el granito: una especie de rocas flotantes, arrastradas por los vientos y las corrientes. 
Los icebergs azulados, de mayor tamaño, son de agua dulce, y proceden de los glaciares. Los planos, de color blanco, son restos fragmentados de banquisa polar de agua salada. 

Tras atravesar el paso, no me retiré al camarote hasta las 4.30 de la madrugada, pues el inhóspito paisaje era, pese al mal tiempo, espectacular, con altos picos interrumpidos por una sucesión de glaciares, uno de ellos, Kronebreen, bien conocido en medios científicos por ser aquel en el que el hielo avanza más rápido: lástima de no poder desembarcar con el fin de filmarlo fotograma a fotograma.
Atisbar, con esta luz tan especial del sol de medianoche tamizado por la niebla, "la luz de Jesús" según Audun, estas enormes montañas, de vertiginosas caídas, con un rosario de glaciares bajando al ártico con cada recodo de la costa infernal, fue una experiencia de comunión con la naturaleza, casi mística,  que me proporcionó resistencia no sólo frente a la combinación de cabeceo y el bamboleo del “Malmö” (en ocasiones la cubierta de popa quedaba apenas a un metro por encima del agua), sino también para resistir el viento, como de costumbre, de salobre frío inclemente.

Por ello, esta velada, para mi inolvidable, fui el último expedicionario en retirarse a descansar, a eso de las cuatro y media de la madrugada, tras dejar por popa, invisible tras la niebla, la lúgubre visión del pequeño asentamiento científico de Ny Alesund, en la Bahía del Rey, en la latitud de cerca de 79º, que visité hace unos diez años, y desde donde el noruego Roald Amundsen y el italiano Humberto Nobile partieron para sobrevolar, por ver primera, el Polo Norte, a bordo de un dirigible de la marina del país transalpino. Con esta luz acerada, estas aguas producían pavor: las olas eran de color grisáceo, y pasaban, amenazadoras y sombrías, una tras otra otra como en triste procesión, empujadas por el viento inclemente.
¡En muy poco, a la siete, tendría que levantarme de nuevo!: la isla de Moffen, el punto mas septentrional del archipiélago de Spitzbergen, un lugar que pocos humanos han vislumbrado, era la meta: una isla de apenas dos metros de altura que es un santuario para las morsas.

jueves, 26 de julio de 2018

BRAUN NIZO: ¿CÓMO USAR EL INTERVALÓMETRO Y EL DISPOSITIVO DE EXPOSICIÓN LARGA?

Nizo, la legendaria compañía cinematográfica alemana fundada en 1925 (Niezoldi & Krämer GmbH), pasó a la historia por haber producido la única cámara de Súper-8 expuesta en el MoMA de Nueva York, la Nizo S80, obra del mítico Dieter Rams, responsable de diseño de la compañía entre 1961 y 1995. 
La S80, con mínimas variaciones, es la que dió origen a la gama 481, 561, 801 y Professional, con básicamente el mismo cuerpo, y que se diferencian únicamente por su objetivo.
El diseño de Rams, discernible en todos los productos Braun, fue admirado por Steve Jobs y sirvió de inspiración para los productos McInstosh/Apple. Steve Jobs, como superochista, filmaba con la Braun Nizo Professional (al igual que el comandante Custeau o el explorador Thor Heyerdhal), cuyo objetivo, fabricado por Schneider con cristal Schott, se beneficia del multi-revestimiento T (desarrollado para la NASA).
La Professional tampoco necesita pilas de mercurio separadas para el fotómetro Gossen incorparado, pero esto es algo que hoy en día puede solucionar en todos los modelos el maravilloso técnico franco español André Egido, de https://www.cine-super8.net/ , como así hizo en mi 481.
BRAUN NIZO 481 MACRO BLACK CINEMASCOPE
Todos los modelos de esta serie tienen las paneles de aleación de su cuerpo plateados, a excepción de unas pocas unidades que se fabricaron en negro. 
Uno de mis favoritos, por su poco peso, es el 481 Macro en su rara versión negra, dado que lo puedo emplear con un anamórfico Isco Scoptimax (comercializado en su momento por Dietrich Kempsky) sin necesidad de arandela intermedia: este objetivo CinemaScope de x2 se enrosca directamente en el objetivo Schneider Variogon de la 481, prestación muy cómoda para cineístas francotiradores, como uno, que no sólo escriben el guión, lo montan y lo sonorizan, sino que acometen en solitario, sin ayuda, las tareas de filmación.
INTERVALÓMETRO.
La 481, como los demás modelos de la serie, entre otras golosinas técnicas  (obturador variable, fundido encadenado, etc.), cuenta con un intervalómetro incorporado. Como las instrucciones de su uso vienen en alemán, pocos son los usuarios hispano hablantes que sacan partido de esta prestación tan útil. Seguidamente, a modo de tutorial, describiremos el "como se hace", para que un timelapse en Súper-8 esté al alcance incluso de gente que viene del inframundo digital. 
PRIMER PASO: CABLE DE DISPARO.
En estos modelos, el punto número uno es conseguir un cable de disparo, que puede ser mecánico o electromagnético: uno de los dos hay que conectarlo en su toma correspondiente y dejarlo en posición "activada".


SEGUNDO PASO: BOTÓN MARCADO COMO "TIMER".
Este mando circular se encuentra normalment enclavado en el  punto naranja. Para emplear el intervalómetro, el operador necesita moverlo al sector graduado, como se ve en la fotografía inmediatamente superior: esta escala permite variar el intervalómetro incorporado entre 6 fotogramas por segundo y 1 fotograma cada veinte segundos. 
TERCER PASO: ENCENDER LA CÁMARA.
Tras encuadrar el objeto de la filmación, al operador de cámara sólo le resta decidir si filmar con fotómetro automático o manual, y, finalmente, activar el interruptor general.  
La única precaución a seguir es que, filmando con intervalómetro, y exposición automática, un juego de pilas sólo durará unos 3 o 4 cartuchos. 
DISPOSITIVO DE EXPOSICIÓN LARGA.
Este ingenioso mecanismo permite filmar objetos estáticos (por ejemplo, en la penumbra de una iglesia o un  paisaje a la luz de la Luna llena), con película de poca sensibilidad, sin necesidad de iluminación artificial. 
PRIMER PASO: CABLE DE DISPARO.
Como ocurre con las filmaciones intervalométricas, la cámara debe tener un cable de disparo conectado y en posición de funcionamiento (ya sea mecánico o electromagnético).
SEGUNDO PASO: POSICIÓN B.
El mando giratorio que regula el intervalómetro es menester moverlo a la posición "autom.B", como puede verse en la foto.
TERCER PASO: ENCLAVAMIENTO DEL OBTURADOR VARIABLE.
La palanca naranja de obturador variable hay que fijarla, como se plasma en la fotografía, totalmente a la derecha, tras presionar un pequeño pulsador marcado como "B".
Acto seguido, si la cámara esta lista y en su trípode, sólo resta conectarla. 
Para una mayor precisión del fotómetro, las Braun Nizo miden este tipo de tomas de exposición larga no con el fotómetro Gossen que se encuentra tras el objetivo, sino con otro que se encuentra inmediatamente en la parte superior. 
Nota: agradezco la Verdad Revelada a mi amigo Jamie Frazer,  director inglés afincado en Suecia

miércoles, 25 de julio de 2018

AQUEL MIÉRCOLES, POCO ANTES DE LAS NUEVE, HACE UN LUSTRO

Los laboratorios inversibles de todo el mundo (a excepción de Japón, siempre bien abatecidos con emulsiones Fujifilm) están en deuda con Wittner: cuando en el 2012, Kodak dejó de fabricar la película inversible Ektachrome (¡que felizmente regresa este año!), Wittner, el mayor proveedor cinematográfico de Europa, llegó a un acuerdo con Gevaert para para comercializar, en Súper-8 y 16 mm, la película inversible de color AGFA Aviphot, originalmente desarrollada para las Fuerzas Armadas, y también conocido como AGFA RSXII o WITTNER CHROME. ¡Gracias a ello, los laboratorios pudieron mantener abiertas sus líneas de E6! Ahora, cuando la Fujifilm Provia se puede obtener también en Súper-8, y cuando es inminente la nueva Kodak Ektachrome en S8, 16 mm y 35 mm, Wittner ha decidido poner fin a la comercialización de la Aviphot, a la que decimos adiós con tristeza: nunca es agradable cuando los creadores nos quedemos sin un elemento creativo. Wittner está vendiendo la última partida de esta película. 
ÉXITO DE VENTAS.
La ausencia de una película inversible de color competidora (la Fujifilm Provia y Velvia, hasta recientemente, sólo se ofrecía en cargadores de Single-8), motivó que las ventas no dejasen de crecer, con miles y miles de metros enviados desde Alemania a todos los confines de la Tierra, en su entera redondez.
Fue un inmenso orgullo que dos de mis opus rodados con esta pelicula, "Aquel miércoles, poco antes de las nueve" y "Ecce Homo Equinoccial" se usasen, por Wittner, como muestra de los que la AGFA Aviphot podía dar de sí, algo de lo que no me enteraría hasta el año pasado, cuando, consultando las audiencias de mi sitio de Vimeo, quedé sorprendido al ver que dos trabajos de estricto interés coruñés como"Ecce Homo Equinoccial" y "Aquel miércoles, poco antes de las 9" iban sumando  espectadores cada mes ¡¡¡pero casi todos alemanes!!! ¿Cómo era esto posible?
Mi amigo, el director valenciano Marc Martí descubrió la explicación: la empresa teutona Wittner, el principal proveedor cinematográfico de Europa, había subido a su web ("pantallazo", en la ilustración superior) estos dos cortometrajes a modo de ejemplo de lo que se puede lograr que la emulsión AGFA Aviphot, que ellos venden en exclusiva bajo la marca Wittnerchrome.
AQUEL MIÉRCOLES, POCO ANTES DE LOS NUEVE.
Este cortometraje cumple un lustro. Lo rodé en la Feria Medieval de La Coruña, el 24 de julio de 2013, a la misma hora que la catástrofe ferroviaria de Angrois, cerca de Santiago, a cuyas gentes rinde homenaje, así como a la memoria de uno de los fallecidos, el joven Riad, que venía a incorporarse a su puesto de trabajo en esta Feria Medieval. 
Por ello, recordaré esta prueba técnica de por vida. 
El 25 de julio se celebra en España la festividad de Santiago Apóstol, patrón de Galicia y de España, y figura clave durante la Reconquista contra el yugo musulmán.
AQUEL MIÉRCOLES, POCO ANTES DE LAS 9 (AGFA Aviphot film) from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
La Aviphot, fabricada por Gevaert en Bélgica, concebida para usos militares, es denostada en ambientes cinematográficos por su fuerte grano y colores apagados. 
Uno, sin embargo, siempre la defendió, pues:
1) como tengo mentalidad de archivista, valoro mucho su soporte de poliéster;
2) sus colorantes, si la emulsión es revelada adecuadamente, aguantan décadas sin variación;
3) se digitaliza muy bien;
4) el colorido es ciertamente apagado, pero, para según que proyectos (por ejemplo, de temática religiosa o museística) son los apropiados: no siempre necesita uno los colores vibrantes de la Kodak Vision 50, en negativo, o de la Fujichrome Velvia 50, en inversible; lo importante, para un creador, es tener un portafolio en el que poder elegir la emulsión adecuada a las características de lo que el proyecto quiere narrar;
5) ciertamente, la Aviphot tiene bastante grano pero, para ciertos opus, es una particularidad que el director puede buscar mas que su ausencia total, que es lo que sucede con la Velvia 50. Además, con "Aquel miércoles..." demostré que el grano se puede disminuir si la emulsión se expone a 100 ASA y se sub-revela un diafragma, un detalle que no pasó desapercibido a la gente de Wittner.
6) Con "Ecce Homo equinoccial" logré lo que se decía era imposible: filmar en anamórfico (que amplia el grano) con esta emulsión, con luz ambiente de atardecer, exponiendo casi todo el metraje a f 1.0.


"ECCE HOMO EQUINOCCIAL": REVELADO POR RETROLAB CINEMA.
Este documental,publicado hace año y pico, y que, pese a su temática,  superó los 10.000 espectadores, puede verse en la pantalla inmediatamente inferior;  fue revelado por la firma RetroLab Cinema, de Málaga, en España, que es capaz de obtener de la emulsión AGFA Aviphot una riqueza de colorido, y disminución de grano (incluso exponiendo la película a 200 ASA), que no es igualada por ningún otro laboratorio de allende nuestra patria.
"Ecce Homo Equinoccial" registra un hecho coruñés histórico: el estreno de la nueva imagen procesional de la Virgen de la Amargura en una procesión del Ecce Homo Cautivo, celebrada en el anochecer del equinoccio de primavera. 
ECCE HOMO EQUINOCCIAL from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.

martes, 24 de julio de 2018

ISCORAMA 36 CON LA PEQUEÑA FUJICA PX300

La cámara de S8 mas pequeña es la Fujica P2. Sin embargo, existe otro modelo casi tan diminuto como ella,  también para cargadores Fujifilm de Single-8, que, con unos gramos mas,  ofrece mas prestaciones y es una de mis favoritas: la Fujica PX300, con la cual, a veces, filmo, como se ve en la fotografía, con el Iscorama 36.
OBTURADOR REDUCIDO A 150 GRADOS.
Originalmente, la PX300 venía de fábrica con obturador de 220 grados. Con la sensibilidad de las emulsiones actuales, esta abertura, que sacrifica nitidez, es innecesaria para interiores, de forma que el amigo Mateu, de Microdelta Balears, me redujo el obturador a 150 grados. ¡Es asombroso como mejora la definición!
SERVOMOTOR CIERRA EL DIAFRAGMA A f45
Otras cámaras de su segmento incorporan un motor para la variación del objetivo, prestación que prefiero no tener a cambio de esta que sí considero fundamental: un servomotor para el diafragma. El servomotor permite colocar la cámara en una bicicleta, por ejemplo, y no se producen las molestas oscilaciones del diafragma en los bamboleos, como ocurre, por ejemplo, con la Canon 514. Además, la PX300, si se precisa cerrar la abertura a mas de f 22, intercala automáticamente un filtro ND para conseguir un diafragma de f 45.
BLOQUEO DE FOTÓMETRO.
Otra prestación imprescindible y fundamental. No concibo usar una cámara sin bloqueo de fotómetro. En la PX300 no hay que mantenerlo pulsado: es de interruptor. ¡Bien hecho!
MAGNÍFICO OBJETIVO.
Es el Fujinon con macro f 1.2 de 9.7 a 26 mm, el mismo que equipaba a la costosa Fujica M300AF. La única precaución que se debe tener, con la PX300, es, si la cámara ha estado guardada décadas, comprobar que no tenga niebla en las lentes internas. 
¡¡¡DOS PILAS!!!
Como todas las Fujica, la PX300 consume muy poco. Con dos pilas alcalinas de buena calidad se pueden filmar ¡¡¡50 o mas cartuchos!!!
OTRAS PRESTACIONES.
Presor en cámara, empuñadura desmontable, tamaño compacto, peso reducido, ventanuco de comprobación de avance de la película, rebobinado, tituladora, dispositivo para fundidos y encadenados, mando a distancia. La diminuta PX300 lo tiene todo, a excepción de la filmación fotograma a fotograma.

lunes, 23 de julio de 2018

SUPER8 REVERSAL LAB DE HOLANDA: ¡UN MILAGRO CON LA EKTACHROME 64T!

Cuando Kodak interrumpió la fabricación del Kodachrome 40T en Súper-8, en 2004 (aunque en el laboratorio Dwayne´s, de Kansas, se mantuvo el revelado hasta principios de 2011), sustituyó esa maravillosa emulsión con la Kodak Ektachrome 64T,  en catálogo hasta 2009. 
La Ektachrome 64T fue en un principio una decepción, comparada con el Kodachrome, por su grano exagerado. Pronto, sin embargo, los laboratorios adaptaron sus procesos a la nueva emulsión y, si bien siempre proporcionó bastante grano, la imagen era de alta resolución y capaz de obtener colores naturales pero brillantes. Por eso, a mí me gustaba. 
Esta emulsión tenía, sin embargo, un problema: muchas cámaras de Súper-8 corrientes no podían leer esa sensibilidad y la exponían a 40 ASA. Como su latitud era de sólo medio diafragma, bastantes usuarios de la vieja escuela, que usaban el Súper-8 no por conocimiento, sino por tradición, se encontraron con que sus rollos venían del revelado ligeramente sobre expuestos (algunos laboratorios solventaron mas o menos este problema).
En cualquier caso, a finales de la década Kodak sustituyó la Ektachrome 64T por la brillante Ektachrome 100D, cuya sensibilidad sí que podía ser detectada por la inmensa mayoría de las cámaras.
Hace un par de años, tuve la suerte de conseguir dos pequeñas partidas de la Ektachrome 64T, ambas con mas de una década encima: una tanda, en Estados Unidos; la otra, en Suecia, aunque antes había pertenecido a un inglés que se las compró a un norteamericano. 
Con ambas partidas, hice pruebas en varios laboratorios, y , aunque consciente de que un material tan caducado no podría dar mucho de sí, los resultados fueron mas decepcionantes de lo esperado: de todos los laboratorios, las distintas partidas llegaban en "marroncolor". 
Hablando del tema recientemente con Frank Bruinsma, el propietario del laboratorio holandés Super8 Reversal Lab, me aseguró que él podría obtener buen colorido de la Ektachrome 64T. Escéptico, le envié dos rollos de prueba, uno de cada partida.
¡Señores, el resultado es asombroso! Magnífico contraste, buena definición, gama completa de colores y negro bien conseguido, especialmente en el material de 2008. 
Mi amigo Tak Kohyama con Frank
De forma que para aquellos que, en sus neveras, todavía dispongan de Ektachrome 64T, tienen en Frank y su laboratorio la persona que puede devolver a esta emulsión prácticamente su rendimiento de fresca: ¡eso sí, apúrense antes de que sea demasiado tarde! Estamos hablando de caducidades de más de una década... y la química tiene sus límites. ¡Fílmenla este verano!

sábado, 21 de julio de 2018

SPITSBERGEN: EL GUARDIÁN DEL ÁRTICO. En Súper-8 4K de Kodak. Cuaderno de bitácora número 10.

¡ATRAPADOS EN EL HIELO!
Si en el caso de quien esto escribe, la misión encomendada por Kodak era filmar en condiciones extremas con la versión beta (para pruebas) la totalmente nueva Kodak Ektachrome 100D 7294, todavía en fase experimental y de desarrollo, a bordo del rompehielos Malmö había otras tareas científicas que llevar a cabo: una de ellas, la recuperación de una cámara del fondo del fiordo Hornsund, adonde fue arrojada, en un respiradero de focas, por un oso que, por lo visto, debe ser “nikonísta”, o "fujísta", ¡pues desató toda su cólera sobre la pobre Canon!
UNA NOCHE INFERNAL.
La tranquilidad, y el sol de medianoche, del fiordo Isfjorden, de donde partimos la tarde del jueves 3, desapareció al llegar al Océano Glacial Ártico, con un mar de Groenlandia encrespado y con niebla. Ya he referido, en la entrada anterior, que el ojo de buey del camarote que compartía con Eric Fokke ¡estaba mas veces sumergido que fuera del agua!
De madrugada, gracias a la biodramina que uno no quería llevar pero que, previsoramente,  me metió mi esposa, que es médico, en el equipaje (¡Dios la bendiga!: no la dejé de tomar el resto de la travesía), y cuyos efectos de madrugada hicieron posible mi recuperación, el viernes 4, a las ocho de la mañana, pude dar buena cuenta de un desayuno tipo escandinavo, que me vivificó como si estuviera consagrado, tras una primera parte de la madrugada penosamente transcurrida entre regurgitaciones y hasta apariciones del espectro del mismísimo “el pirata”, el fantasma del escritor sueco Fritjof Nilsson (de quien el seguidor de esta bitácora ya sabe que fue viajero habitual del “Malmö”);  en este rompehielos no es raro se aparezca, golpeando desde la bodega, especialmente en las oscuras navegaciones invernales inmersos en la bruma y la noche perpetua.
¡Oscar y Per me pìllaron filmando en Súper-8!
UN FIORDO ¡HABITADO!
Hornsund fue descubierto en 1610 por el intrépido inglés Jonas Poole, la primera persona que hizo de la caza de ballenas una actividad comercial. En 1613, llegaron a la zona barcos balleneros de Holanda, Francia y España, pero casi todos fueron expulsados por los ingleses, que impusieron una especie de monopolio de la captura de ballenas en la zona, obligando a otros países a entregar una quinta parte de sus cargamentos en un “impuesto” que se mantuvo hasta que los hijos de Albión abandonaron este fiordo en 1650.
En uno de los lados de la bahía, camuflada entre la neblina y la nieve, se encuentra una diminuta estación meteorológica polaca, erigida en plena guerra fría, en 1957, habitada en la actualidad por 9 científicos. En plena época de los satélites, el interés por mantener esta base es principalmente político: con un pie en el territorio, es más difícil no perder derechos en un archipiélago que, con todo tipo de riquezas en su subsuelo, puede ser muy valioso en el futuro, derechos que también tiene España pero que ninguno de nuestros gobiernos hace valer, inmersos, como nos encontramos, en batallitas entre regiones hermanas que llevamos tantos siglos juntos.
El hecho cierto es que los derechos españoles se fundamentan en que nuestros marinos vascos y gallegos estuvieron décadas, en distintos siglos, explotando estas latitudes, cuando Noruega ni existía como país.  La diferencia entre España y otras naciones, es que las demás, en política internacional,  velan por sus intereses nacionales, gobiernen unos u otros, y aunque haya cambios radicales de sistema político, como, por ejemplo, en el caso que nos ocupa, ocurrió en Polonia, donde se pasó de la ortodoxia comunista mas sangrienta a un recto conservadurismo. Pero, siempre, para los polacos, el interés nacional ante todo. 
 LO IMPOSIBLE, SUCEDIÓ: ¡¡¡ATRAPADOS EN EL HIELO!!
Temprano, en la mañana del viernes 4, el rompehielos “Malmö” enfiló la bocana de 12 kilómetros de ancho que da acceso al fiordo Hornsund, cabeceando entre la lluvia, la niebla y el frío. Conforme la derrota de la nave nos adentraba en los casi treinta kilómetros de longitud,  sus aguas se tornaban cada vez más tranquilas.
Aunque era el primer navío que se aventuraba en la bahía esta temporada, el capitán, Viktor Karlsson, sabía, gracias a los informes de la estación polaca, que la zona a la que teníamos que llegar, al fondo del fiordo, estaba completamente cubierta con una banquisa helada. Al poco de entrar en el fiordo cesó la pluviosidad (rara en el Ártico) y despejó la neblina, si bien el cielo se mantuvo encapotado.
El “Malmö” avanzaba a cinco nudos cuando, de repente, mi corazón se aceleró de la emoción: frente a la proa del "Malmö", una caliginosa linea blanca, misteriosa y siniestra, surgía de la superficie: ¡¡¡el casquete helado!!!
El "Malmö" fue resquebrajando sin problemas la superficie de un hielo primeramente fragmentado pero que, cuando se compactó, originó que el casco del barco produjese atronadores ruidos cada vez que se levantaba y caía sobre el hielo que, una vez roto, se desplazaba hacia los lados; a este arañar del hielo en el casco, y el crujido de su rotura, casi satánico, se añadía el nada amigable ulular de un viento inmisericorde que, en estas latitudes, parece el lamento de un alma en pena.
¡Desde la cubierta superior, inmediatamente encima del puente de mando,  pude distinguir a un oso polar! Delphine Dupré, la vigía armada, verificó con su catalejo, de alto poder magnificador,  que se trataba de un elusivo macho.
El gris y blanco circundante me dió la oportunidad de filmar en blanco y negro, con la veterana Kodak Tri X: mi objetivo, transmitir al espectador la sensación de desolación. La monocromática Tri X, aunque produce alergia a los programadores de televisión, es la película idónea para hacer resaltar las irregularidades del desierto helado que se abría en nuestra derrota. 
El "Malmö" avanzaba abriéndose paso entre los bloques de hielo que, despedazándose, se acumulaban a ambos lados de las amuras de proa. 
De repente, cuando aún faltaban una cinco millas naúticas para llegar a nuestro destino, súbitamente, escuchamos un estruendo siniestro, como de una detonación, y el “Malmö” se detuvo de forma brusca: la capa de hielo sobre el mar era de un grosor tan grande que haría falta un rompehielos nuclear para poder seguir avanzando. ¡Nos quedamos atrapados en el hielo!, encajados entre montañas, y, según el sonar, con un abismo bajo la superficie de unos 250 metros de profundidad.
Ni el capitán ni el científico de a bordo, Audun Rikardsen, esperaban encontrar hielo de tanta espesura  habida cuenta que, este invierno en Svalbard (como dicen los noruegos), fue anormalmente “cálido”, y que Hornsund se encuentra al sur de Spitzbergen.
Dado que el tiempo, aunque no despejó, había mejorado, Audun tomó la decisión de partir caminando sobre la superficie congelada al punto cerca de la costa donde el localizador de la cámara, pese a permanecer sumergida durante todo el invierno ártico, todavía seguía emitiendo su pulso.
Audun nos explicó que el hielo es debido a que la temperatura en la zona fue inferior a 35 grados bajo cero en el invierno. En esas circunstancias, el agua de mar se hiela unos quince centímetros el primer día, diez más el segundo y así sucesivamente, hasta que la temperatura vuelve a ascender. 
 En primer lugar, el grumete Lars Mattsson bajó, con una broca que asemejaba a un sacacorchos descomunal, para medir el grosor del hielo: ¡superaba el metro! Según explicó el capitán, el rompehielos mas potente del mundo, ¡con dos reactores nucleares como fuerza motriz!, puede romper y atravesar masas de hielo de hasta casi tres metros, pero este no es el caso del entrañable “Malmö”, botado en 1943, que tiene su límite en banquisas de alrededor de un metro de grosor.
Tras las mediciones (operación que fue menester repetir durante los siguientes jornadas, en otros fiordos, pues era una de las misiones encomendadas a Audun Rikardsen por la Universidad Nórdica de Noruega de la que es profesor de biología), Lars clavó una estaca de madera en el hielo, para que, a modo de noray, sirviese para atar el cabo del “Malmö”.

MISIÓN PELIGROSA, EN TIERRA DE OSOS, CON LA LUISA LANE DEL ÁRTICO.
Audun, para recuperar su cámara, contó con la ayuda de Svein Wik (el ingeniero de computación reconvertido en explorador ártico, y líder del grupo) y del experto groenlandés Kannun Lennert, la persona que manejaría un dron submarino con baterías especialmente aisladas para aguas muy frías y dotado con ganchos prensiles. Con ellos, para grabar la hazaña con destino a la televisión noruega, Norwegian TV NRK, partirían la periodista Kari Toft, una especie de Luisa Lane del Ártico, y su Jimmy Olsen, el cámara Reidar Gregersen.
Tanto Svein, como Kannun y el propio Audun iban armados con sendos rifles Mauser, obligatorio por ley en la inmensidad de Spitzbergen con la sola excepción de los pequeños perímetros de Longyearbyen, Ny Alesund y Barentsburg.
En todo momento, a la intemperie, encima de la cubierta superior,  Delphine, la amazona del Ártico, armas según el reglamento, permanecía atenta, con prismáticos y catalejos, pensando no sólo en la seguridad del barco, sino, también,  para prevenir al equipo de "rescatadores de la cámara" anticipadamente en caso de avistamiento de algún oso.
Si casi todas las osas polares llevan un emisor que permite que científicos como  Audun puedan seguir su presencia y movimientos, los machos deambulan sin control pues, aunque se les instalen los dispositivos estando sedados, consiguen zafarse de ellos. Ello es la causa que, en Spitsbergen, no queda otra alternativa que la vigilancia visual, a la usanza clásica, teniendo bien claro la peligrosidad de los machos, no sólo en cuanto a su ferocidad, sino también por su envergadura (que puede superar los tres metros, con mas de una tonelada de peso), su velocidad (por encima de los 40 kilómetros por hora), la dureza de su cráneo (las balas de pistola son, pudiera decirse, confeti para ellos), y su fuerza descomunal, capaz de partir de un manotazo un bloque de hielo de un metro si su fino olfato detecta que hay una foca nadando por debajo.
Fue toda una epopeya ver partir a los expedicionarios, con el mismísimo Audun Rikardsen arrastrando sobre la superficie helada un pesado trineo en el que llevaba ¡hasta una tienda de campaña polar! Sobre hielo de agua dulce, deslizar un peso es tarea relativamente sencilla pero hacerlo sobre el océano helado resulta en verdad penoso: la sal incrementa la fricción y disminuye, hasta casi eliminarla,  la capacidad de deslizamiento.  Me parecía estar viviendo ciertas experiencias imaginadas hace años en la lectura del libro “El terror”, de Dan Simmons, de Editorial Roca. ¿Para qué la tienda de campaña? En estas latitudes, hay que estar siempre preparados para lo peor, aunque luego, lo que venga, no sea tan malo.  
DOBLE PRUEBA SUPEROCHÍSTICA: ¡¡¡FILMANDO CON UN DRON EN SÚPER-8!!!
Los demás expedicionarios tuvimos que aguardar un tiempo hasta que el capitán Viktor Karlsson nos autorizó a desembarcar sobre el hielo. En la espera, hice compañía a Delphine en la cubierta sobre el puente de mando. ¡Vaya par de horas, inolvidables, con el “Malmö” embutido en el hielo, entre níveas montañas!
¡Qué inmensa fortuna, gracias a Kodak, formar parte de una expedición en la que se confía en el valor, el ingenio y el trabajo en equipo, y no en sistemas GPS ni en móviles que, en estas latitudes, no tienen cobertura! Como ya se manifestó en otra entrega, este rodaje me demostró que es posible sobrevivir sin Internet ni redes sociales: en el Ártico solo queda sobrevivir en comunión con la Madre Naturaleza, en un mundo imprevisible y cambiante.
En este aislamiento, en un paisaje hostil, atrapados en el hielo, se sentía uno como una especie de intruso. Y eso era exactamente lo que éramos: unos intrusos que, sin la ayuda de nuestras máquinas y nuestros instrumentos, seríamos incapaces de sobrevivir mas que unas pocas horas en este desolado mundo. Fuera del "Malmö" estábamos tan desamparados como el Hombre en la Luna fuera de su nave. 
En una jornada gris, sin apenas color, nada mejor, para reflejar esta atmósfera irreal, en medio de la soledad ártica, con el incesante resoplido de un despiadado gélido viento, terroríficamente ululante, que ¡¡¡filmar en blanco y negro!!! con la veterana emulsión Kodak Tri X, que Kodak lleva produciendo sin interrupción, para su uso en cine, desde 1954 (si bien, el mundo de la fotografía la usaba desde 1940).
Algunos cineístas aseguran que la fricción de esta emulsión es mayor que la de otras, lo que puede dar lugar a problemas en el enrevesado recorrido de la película en los cartuchos de Súper-8, circunstancia que se agravaría al haberse eliminado, en este tipo de presentación, la lámina deslizadora interna; sin embargo,  pude verificar, y así consta en el informe remitido a Kodak, que la película Tri X avanzó  sin el menor problema con una temperatura alrededor de -5 Celsius (con una sensación térmica inferior como consecuencia del viento), frío que, precisado sea de paso,  tampoco ayuda a mantener flexible el material sensible. La Kodak Tri X cumplió con sobresaliente su misión. La digitalización de ese material se hizo a 4K, en el laboratorio español Ocho y Pico, pero, al tratarse de una material inversible, como realmente se disfruta es con la proyección directa del propio original. Las tomas, en bruto, que se reproducen en esta bitácora,  están grabadas de la pantalla de proyección con un teléfono móvil Kodak Ektra y son algunas de las que ilustran este capítulo.
El intenso frío y la necesidad de trabajar en determinados momentos sin guantes, para manipular los pequeños botones de la cámara Bauer A512, originaban que mis dedos fuesen perdiendo sensibilidad hasta el punto que, al finalizar la jornada, no fuí el único que requirió ayuda para desvestirse. La lección que obtuve es que al frío del Ártico hay que tenerle respeto. En ocasiones, el viento helado enrojecía mis ojos, a pesar de las gafas, y hacía destilar la nariz, mojando mejillas y barbilla, que se helaban rápidamente.
Atrapados en el hielo, se sentía uno como una especie de intruso que, sin la ayuda de nuestro rompehielos y nuestros instrumentos, seríamos incapaces de sobrevivir mas que unas pocas horas en este mundo desolado. Si el "Malmö" se fuera a pique, estaríamos totalmente desamparados. 
¡¡¡INUTILIDAD DEL FILTRO POLARIZADOR!!!
El espectacular blanco y negro  podría haberse mejorado, a la hora de ciertos reflejos sobre la superficie helada, con mi filtro polarizador B+W con cristal Schott de 16 capas: uno era desconocedor  de que ¡¡¡los polarizadores no funcionan en estas latitudes!!!
Aunque el blanco y negro es alucinante, en el montaje final de “Spitzbergen: el guardian del Ártico” voy a aprovechar muy poco del metraje con la Kodak Tri X ya que, a la hora de colocarlo en televisión, hay que tener en cuenta de que, por desgracia,  ¡los programadores huyen del blanco y negro como de la peste!
Si se mantendrá una toma en Tri X con la que se ha hecho historia mundial: la rodada en Súper-8 con un dron:

En cuarto obscuro, extraje 10.5 metros de un cartucho Kodak para traspasar a uno Fujifilm de Single-8 con una finalidad: ¡filmar con película de cine en un dron sobre el Oceáno Glacial Ártico congelado!, por primera, y tal vez última vez, en los anales del arte cinematográfico.
El objeto de traspasar la película a Single-8 fue poder usar la cámara Fujica P2 que, con sus 265 gramos, es la mas liviana del mundo. Durante la filmación, en ningún momento se podía saber con exactitud lo que captaba el objetivo: la única guía era la visión aproximada que  ofrecía la camarita digital del propio dron. Ni siquiera podíamos asegurar si todo el tinglado que montamos funcionaría. El experimento, sin embargo,  ¡resultó un éxito! El disparador de la cámara llevaba acoplado un diminuto retardador mecánico construido por Bolex hace mas de medio siglo. Una vez activado el disparo, no había forma de detenerlo, y los dos minutos de película tenían que avanzar en su integridad.  El dron fue manejado expertamente por uno de los expedicionarios, el Dr. Gunnar Aus.
Cuando aterrizó, y comprobé que el carrete se había consumido, supuse que todo había salido bien, pero en cine nunca se tiene la certeza hasta que se revela la película: ¡tardé, por tanto, tres semanas en quedar tranquilo!
¿PUDO AUDUN RESCATAR LA CÁMARA?
Inolvidable la sensación de, cual Jesús, caminar por encima de las aguas, sabiendo que bajo la delgada capa de hielo ¡se abría un abismo de 250 metros! reino, según la leyenda, del “monstruo del hielo”.
¿Consiguieron Audun y su equipo, en su emplazamiento cerca de la costa, rescatar la cámara Canon gracias al dron submarino? Como el respiradero de focas al que el oso la había arrojado, se había cerrado, se vieron obligados a perforar la superficie helada para poder sumergir el dron. Y, si la recupearn, ¿se habrá salvado algo del contenido de la tarjeta gráfica? ¡¡¡No puedo desvelarlo hasta diciembre de este año, por un compromiso de confidencialidad con Norwegian Television NRK!!!
Audun Rikardsen me facilitó una diapositiva, tomada automáticamente con otra cámara, ¡del oso destroza-cámaras!, investigando que es lo que puede ser el artilugio que va a destruir: 
Derechos de esta diapositiva reservados por Audun Rikarksen, Prohibida su reproducción.
Posteriormente, Audun nos explicaría que, bajo el hielo, entre tres y cinco metros, la temperatura del agua es ligeramente superior, y ésta mas dulce, que en las profundidades donde recuperó su cámara, donde es mas fría y salada. Entre las dos capas de agua hay tal diferencia de densidad que, ciertas cosas, que se hunden en la capa superior, permanecen flotando sin entrar en la inferior.
LA PRUEBA CON LA EXPERIMENTAL EKTACHROME 7294.
Tras el desaparecido Kodachrome, la otra película inversible de color icónica, con la que filme hasta su final, en 2012 (y aun hasta hace dos años, caducada), fue la Kodak Ektachrome. En su sensibilidad de 100 ASA, se había convertido en la favorita de muchos fotógrafos profesionales de naturaleza, que la usaban en circunstancias en que se requería mayor sensibilidad que la ofrecida por la Kodachrome. La Fujifilm Velvia, la Fujifilm Provia y la Kodak Ektachrome son la cúspide, el non plus ultra, de la alquímica tecnología fotoquímica. Fabricar unas películas inversibles de color de tan alta calidad exige combinar principios del siglo XIX con los últimos avances en química del siglo XXI.
Pero 2012 fue un mal año para Kodak: la marca que había inventado la película, y que durante décadas fue un valor refugio en la bolsa, acabaría expulsada de Wall Street y obligada a declararse en bancarrota un desgraciado 19 de febrero de 2012. ¡¿Quién lo habría dicho hace 20 años, cuando Kodak tenía una plantilla de unos 150.000 empleados, 1.600 de ellos en España,  y un margen de beneficio en la producción de alrededor del 70 por ciento?!
Kodak se vió abocada a cesar la fabricación, complejísima, de la Kodak Ektachrome (que requiere de hasta 80 ingredientes aplicados en proporciones de precisión milímetrica), manteniendo solo su línea de productos negativos para cine y fotografía (con la sola excepción de la Kodak Tri X, fácil de producir).
A partir de entonces, el mundo del color inversible de alta calidad, pasó a tener ojos rasgados, con la gama Fujifilm Provia y Velvia.
Kodak consiguió superar la bancarrota, el gallego Antonio Pérez dejó la presidencia y, en 2015, el año en que el Súper-8 cumplía cincuenta años, el mercado de película tocó fondo e inició un sendero ascendente.
Desde luego, las cosas nunca iban a ser como antes, pero había toda una serie de directores, como Tarantino o Nolan, entre otros, que dijeron que dejarían de hacer cine si se interrumpía la fabricación de película. Incluso actores, como Daniel Craig o Tom Cruise, tras unas escarceos grabados en digital, manifestaron su compromiso de protagonizar exclusivamente filmes rodados con película.
La película argéntica, además de servir para crear obras y recuerdos, fotográficos y cinematográficos, ofrece otra virtud:  con unos mínimos cuidados, puede garantizar su conservación durante siglos o, incluso, milenios, algo ya descrito aquí (capítulo 2) en mi visita al Archivo Mundial del Ártico, (frente a la famosa Bóveda Global de Semillas), archivo donde, en película de cine, microfilmado, se almacena todo el conocimiento humano.
 El Archivo Mundial del Ártico funciona con la misma filosofía que la Bóveda Mundial de Semillas, sólo que en este recinto se almacena todo tipo de información, incluso digital, transferida a película fotoquímica capaz de durar, a temperaturas bajo cero, mas de 1.000 años con un coste de mantenimiento casi nulo (el frío se garantiza, al igual que en la Bóveda de las Semillas,  por el permafrost en cuyas entrañas se encuentra construida la cripta).
En apenas un año de funcionamiento, el Archivo Mundial del Ártico ya custodia valiosos documentos, fundamentales para nuestra civilización, del Archivo Secreto Vaticano; también, entre otros, los contenidos del Museo Nacional de Noruega o el Archivo General de la Nación, de México.
Incluso una empresa privada, Tata, guarda 50 millones de datos, para el gobierno indio, pues este sistema digital con soporte fotosensible tiene una virtud única que lo mantiene libre de revisionistas vaivenes políticos: al estar la información codificada en película resulta imposible modificarla o hacerla desaparecer (como ha ocurrido en España, con mucha documentación oficial, durante los primeros años de la transición).
Este tipo de tecnología, que transforma la película fotosensible en un medio de preservación digital, es el único método de archivo de datos que garantiza integridad y permanencia a través de los siglos, con bajo coste y sin necesidad de migraciones. Los datos, reiteramos que imborrables y no modificables, son totalmente accesibles de forma remota. Al ser fotoquímicos, con soporte de poliéster, se pueden almacenar, por los siglos de los siglos, combinando a la vez tanto el formato digital con imágenes de texto legibles a simple vista.
Esta virtud de la emulsiones fotoquímicas, de su permanencia en el tiempo, y su inalterabilidad, por ejemplo, por corrupción o cambios políticos, ya empieza a hacer que algunos jueces, en España, en caso de informes periciales,  exijan el uso de fotografías en papel químico disparadas con carretes de 35 mm o instantáneos, como me ha referido mi amigo arquitecto Antonio Deus que, recientemente, tuvo que ilustrar de esta forma un informe judicial por requerimiento del magistrado.
Si estas precauciones de conservación se extendiesen globalmente, la fabricación de película, aunque ya no fueran para el consumidor, conocería  un nuevo e importante nicho de mercado.
ALARIS VE UN FUTURO PARA LA DIAPOSITIVA EN EKTACHROME.
Alaris es una empresa británica constituida por el multimillonario fondo de pensiones de la filial británica de Kodak, con la gran liquidez cosechada,  penique a penique,  durante las décadas de bonanza y merced a buenas inversiones. Para los directivos de Alaris no pasó desapercibido el repunte en ventas del sector de película fotoquímica de Fujifilm a partir del 2012 (gran parte de los cuales vienen de la venta de carretes de fotografía instántánea Fujifilm Instax, sistema del cual Fujifilm había estado a punto de tirar la toalla cuando las ventas habían bajado a 200.000 unidades anuales, pero que ahora giran en torno a los ¡¡¡diez millones!!!, con otras marcas, algunas tan prestigiosas como Leica, vendiendo nuevas cámaras para el sistema).
Como no hay una experiencia audiovisual mas inolvidable que ver la proyección de una diapositiva original de una emulsión de color de calidad, como la Ektachrome, y dado que las estadísticas ascendentes de Fujifilm demuestran que hay un mercado, Alaris decidió persuadir a Kodak para el desarrollo de una nueva Ektachrome, con prestaciones que superarían la antigua, y, además, concebida con una tecnología medioambiental amigable.
UNA NUEVA KODAK EKTACHROME CON TECNOLOGÍA DEL SIGLO XXI.
Alaris y Kodak pronto llegaron a un acuerdo. El dinero para el desarrollo lo invertiría, en su mayor parte, Alaris, pero la película se produciría en la fábrica de Rochester, la central de Kodak. Alaris se reservaría los derechos para su comercialización en diapositiva de 35 mm, en todo el mundo, mientras que Kodak retendría los derechos para su uso en cine, en un principio sólo Súper-8 y 16 mm.
Fabricar una emulsión inversible en color de calidad es algo tan complejo (más que una negativa), requiere una combinación de tantas tecnologías, que, en todo el mundo, con AGFA-Gevaert fuera de combate, y Scotch con otros intereses, solo dos firmas pueden lograrlo, Fujifilm y la propia Kodak. El resto de fabricantes (que se cuentan con los dedos de las manos), deben limitar su producción a productos en blanco y negro.
Incluso para Kodak, pese a conocer todos los secretos, y haber conseguido mantener operativa la colosal factoría de Rochester durante esta travesía del desierto, la tarea no está siendo nada fácil: alguno de los 80 ingredientes que componen la Ektachrome ya no se fabrican o bien, por ecología, Kodak ha decidido sustituirlos por otros, lo cual exige experimentos de prueba y error, que cuestan millones de dólares, y que se están llevando a cabo desde diciembre de 2017 con el objetivo de que, en otoño de 2018, si no surgen inconvenientes, la inventora de la película pueda estar en condiciones de suministrar la nueva Ektachrome a creadores de todo el mundo.
Las pequeñas partidas de prueba que se están haciendo no representan en modo alguno el color, sensibilidad y latitud que tendrá la versión que finalmente entrará en producción pero, lo que se avanza, es prometedor: ¡las pruebas indican que la nueva Ektachrome superará en resolución a su antecesora!
En este lugar de tiempo imprevisible que es Spitzbergen, ya en mar abierto, cerca de medianoche el tiempo despejó y, con la temperatura de color del sol propia de un sol casi en el horizonte, puede probar unos metros de preproducción de Ektachrome, inmortalizando como Audun Rikardsen explica al equipo de la Noerwian TV NRK el tema del rescate de la cámara del fondo marino. 
Si esta muestra de la nueva Ektachrome 100D 7294 es la calidad del material experimental (los primeros "caldos" se hicieron en diciembre de 2017), los cineístas y fotógrafos (me refiero a los fotógrafos profesionales, no a los que usan digimerde), realmente alucinaremos con la Kodak Ektachrome 7294 en su versión final de final del verano: la única película inversible de color concebida con tecnología del siglo XXI. ¡La sana competencia entre Fujifilm y Kodak comienza de nuevo!
Las siguientes tomas están grabadas de la pantalla de proyección con un móvil Kodak Ektra pero sirven para hacerse una idea de la mangnitud de este milagro que estamos viviendo gracias a Kodak. Ninguno de los cuatro cartuchos facilitados desde Rochester para la prueba sufrió el menor atasco, si bien el sonido que hacían en cámara era bien distinto al de las Kodak Vision 50, 200 y 500 o al de la Kodak Tri X.
 Si es nuevo en esta bitácora, no se olvide de leer las inauditas informaciones publicadas en las entradas anteriores: 
Capítulo 1:  https://mimundoensuper-8.blogspot.com.es/2018/05/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.html
Capítulo 3 https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.html  
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