miércoles, 18 de marzo de 2020

FUMEO 9271 VATICAN: PUESTA A PUNTO

Mi proyector halógeno portátil favorito de 16 mm es el Fumeo 9271 VIP. Conservo dos unidades del tipo normal, con la tapa trasera en negro (el primero adquirido en los años ochenta y el segundo a principios de los noventa), así como un 9271 de los últimos, modelo Vatican, comprado a principios de este siglo, con la tapa posterior y otros elementos en blanco.
¡Una fábrica de sueños, cuyo crono hipnotiza!
Así como los dos primeros, han estado muchos años en servicio en IB Cinema (incluso, uno de ellos, ¡en un vagón de tren!, que alquilé en su día a RENFE), el 9271 Vatican siempre lo he tenido en casa para probar películas y otros menesteres. 
En estos años, no le he hecho el menor mantenimiento, salvo añadir gotas de aceite cada 50 horas  en los dos sitios en los que hay que hacerlo. 
Correa trasera ¡reparada para otros 25 años de servicio!
Hace un par de semanas, rompió la correa metálica de tracción del brazo trasero del 9271 Vatican, que va a la vista. A algunos, como al ingeniero Anselm Vidal, entre otros, este sistema no les gusta, por arcaico, pero, según mi experiencia práctica en uso profesional, no le encuentro mas que ventajas: en cualquier otro proyector, una rotura de correa (o engranajes) implica la suspensión de la proyección.  No ocurre esto en el Fumeo 9271: al romperse la correa, en lugar de trabarse el eje, como en otros aparatos, queda "loco" y se puede mover manualmente hasta que la proyeccin de la película termina, sin dañar ningún componente. Es lo bueno de los Fumeo para un uso comercial: ¡jamás hay que suspender una sesión!
Ajuste de la palanca del cambio de cadencia (rozaba un poco=
Pero es que como las correas son metálicas, ¡ni siquiera hay que comprar una nueva!, sino que, con unos alicates, se dobla el extremo roto con cuidado para fabricar un nuevo enganche y ¡presto! habemus correa para otros 25 años. 
Número de serie ¡ciertamente artesanal!
Aprovechando estos días de recogimiento obligado, por culpa de la cuarentena del coronavirus, me metí a la faena: como para colocar la correa es preciso abrir la tapa trasera, aproveché para hacer el primer mantenimiento del 9271 Vatican desde que se fabricó, incluyendo limpieza interior, ajuste del mando que mueve la correa para el cambio de cadencia, lubrificación con grasa de litio de los engranajes, limpieza de la cabeza magnética con alcohol isopropílico y del objetivo de la célula solar, así como añadir un poco de aceite máquina de coser Alfa en cada eje. 
Último tipo de motor (insonorizado) y de amplificador (desenchufable con clavija DIN)

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