De un año antes de que el Partido Nacional Socialista de Adolfo Hitler ganase
las elecciones de 1933 (aunque no por mayoría absoluta: tuvo que formar
gobierno con centristas y otros) es esta cámara cinematográfica de la colección Cinemateca de Galicia-IB Cinema: una Siemens de 16 mm, en su momento
joya de la ingeniería teutona.
A diferencia de Bauer, propiedad de Robert Bosch -que fue claramente hostil al III Reich--, las fábricas de Siemens (como muchas otras bajo el III Reich, incluyendo la mayoría del conglomerado I.G.Farben), emplearon como mano de obra esclavos judíos.
Esta Siemens, casi 90 años después de que saliese de la factoría, sigue funcionando como el
primer día. Por supuesto, va con mecanismo de relojería: no necesita pilas. La
película de 16 mm se introduce en cargadores con quince metros, que se recargan
en casa, y que permite, en exteriores, librarse de las engorrosas tareas de
enhebrado.
La cámara, con el viejo logotipo de Siemens de clara inspiración nazi, tiene un ingenioso sistema para rodar de forma secreta: un visor exterior, en la parte superior, permite al operador ver de forma discreta lo que está filmando, con la cámara disimuladamente situada en la posición de la cintura. ¡Genial para periodistas, espías, delatores y depravados!
En su momento, fue una de las cámaras favoritas de Eva Braun, contumaz cineísta (a la que Hitler conoció en la empresa de fotografía Hoffman)
Como curiosidad, decir que la cámara es de la misma marca que
el horno de la cocina de casa.
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