Después de comer (uno se rige por el horario europeo --que es, también, el de los rodajes y el de los obreros--, de forma que suelo finalizar de almorzar a eso de las dos), procedo a la votación de la segunda ronda de la XXXIII Edición de los Premios Goya (así como a la LXI edición de los Ariel)
DECISIÓN SOPESADA.
Se agradece el esfuerzo que hacen, autores y productores, para enviarnos, a los numerarios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, sus obras en DVD, para los que preferimos conservar algo físico y no simplemente verlo a través de la plataforma Veomac.
En esta segunda votación el voto tiene que ser, si cabe, mas sopesado: hay que meditar bastante, muchos factores, pues un Goya puede cambiar el futuro de personas y empresas, así como modificar trayectorias.
ACTO MICROFILMADO.
Desde este 2019, dedico una de mis cámaras a microfilmar toda la documentación que emito por vías digitales. Con el escaneo a 4K, la calidad del microfilmado en Súper-8, usando la nueva Kodak Ektachrome 7294, es extraordinaria, con un coste bajísimo: cada cartucho puede almacenar la friolera de 3.600 fotogramas independientes. Además, a diferencia del microfilm de 16 mm, éste da una imagen positiva y en color. ¡Sólo faltaría que Kodak fabricase el soporte en poliéster!
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