De entre los proyectores de cine de 16 mm que no uso, pero que, de vez cuando, saco de almacén para verlo funcionar, hay uno que es un verdadero espectáculo incluso para aquellos que no entienden de cine: el Hokushin de la serie SC con su asombroso, y único, sistema de enhebrado automático circular.
En cine de 16 mm, hay tres sistemas de enhebrado de la película en proyectores:
1) el manual (como en la mayor parte de los Fumeo, complicado para los no profesionales del sector, pero el mas cuidadoso con la película);
2) el automático tradicional (popular en las universidades, pues lo puede manipular cualquier profesora, y también en el ejército, pero que, por desgracia, suele, producir ciertos arañazos y desgarrar perforaciones en las películas); y 3) el de canal abierto (con sus inconvenientes y ventajas, algunas muy graves, como las ocasionadas por los rodillos de goma de los Elmo).
Además, hay un sistema exclusivo, que sólo incorporan los proyectores japoneses Hokushin de la serie SC: el automático circular.
El inicio de la película se engancha en un brazo, se presiona un botón ¡y presto!, el brazo, acoplado a un sistema de relojería de precisión, se encarga de ir llevando la película por el canal, los rodillos, cabezales ¡levantando incluso el portaobjetivos!
Este sistema es tan asombroso que, frecuentemente, los espectadores prestan mas atención al enhebrado ¡que a la película!
Además, la máquina dispone de características notables: sonido magnético incluso con grabación además del óptico, objetivo de proyección marca Canon, paro de imagen y horámetro (mecánico, por supuesto).
Maravíllese el lector con el sistema de enhebrado descrito en este brevísimo clip:
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