jueves, 10 de octubre de 2019

NIKON Ti 35: R.I.P.

Empiezo la mañana con una llamada que me entristece, del gran Mateu, de  http://www.microdeltabalears.com/ , que repara e, incluso, modifica y mejora mi equipamiento técnico desde hace lustros y al que conozco personalmente: la cámara fotográfica que me regaló mi familia el pasado agosto, con ocasión de mi LX cumpleaños, la Nikon Ti35 de titanio ¡no es posible repararla! después del percance sufrido en la Laguna Azul de Islandia hace unos días.
El día de su estreno, el pasado 3 de agosto
Una verdadera pena pues, aparte de que estaba muy contento con sus posibilidades fotográficas en un tamaño mínimo (fotómetro matricial, objetivo f 2.8, varios programas de exposición, indicadores mecánicos además de los digitales), era la rara versión, que mi hijo tardó años en encontrar, con los mandos deslizantes (en lugar de la habitual con botón de pulsar, difíciles de usar con guantes).
¡Aún estaba "en garantúa"!
Al menos, la cámara cayó en acto de servicio, inmortalizando en diapositivas el documental "Odisea en Groenlandia".  Para colmo, el hecho ocurrió cuando disparaba ¡la última diapositiva de todas! las del rodaje, en la Laguna Azul de Islandia, con autodisparador: la cámara se mojó en una esquina y resulta que el agua sulfurosa es todavía mas corrosiva que el agua salada. 
Es la segunda vez que me ocurre un hecho no agradable en este, para mí, maldito lugar: la otra vez, en 2012, se me cayeron las gafas graduadas, que no pude encontrar por mas que rastreé la zona, debiendo regresar a mi acomodación conducido por mi hija como si uno fuera Mr. Magoo.
Se da la circunstancia de que la Nikon Ti35 no tenía que estar en la Laguna Azul, sino que era un cometido para la Fuji HDM sumergible que me acompaña desde 1984 por mares y océanos de medio mundo pero que en esta ocasión tenía el autodisparador estropeado. 
¡Poco después del accidente!, en  el propio lugar maldito.
Lo único bueno de esta historia es que Mateu consiguió extraer las diapositivas sin que se velasen, desmontando el panel inferior a oscuras: veremos, tras el revelado, si los vapores sulfurosos no las han dañado. 
En este sentido, es mucho mejor el sistema de carga DL de las cámaras Fujifilm, como mi querida minúscula Tiara, en los que la cámara extrae de su cargador toda la película al comienzo y va rebobinando las fotografías con cada disparo: si un percance como este ocurre, lo que ya está fotografiado se encuentra a salvo, en el interior del carrete metálico, sin necesidad de complejas 
operaciones de cirugía mayor a ciegas como en esta Nikon Ti35. 
Ahora,  Mateu aplicará a los componentes electrónicos un barniz protector, para que no se sigan oxidando, y como exteriormente la Ti35 se encuentra impecable, pasará directamente a una vitrina en la que atesoro modelos raros y emblemáticos de la historia de la tecnología fotoquímica. 
¡Una de mis cámaras mas deseadas! y que poco me duró (cuando todas las suelo usar durante décadas).  Lo peor, sin embargo, es que había sido un regalo familiar que mi hijo, en esta versión, tardó años en encontrar. Así de crueles son los designios del Señor.

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