martes, 4 de agosto de 2020

SÚPER-8: UNA TEXTURA QUE FORMA PARTE DEL METALENGUAJE DE LA CREACIÓN AUDIOVISUAL

"Spitsbergen, O Gardián do Ártico" es el primer proyecto internacional de un largometraje, concebido para su distribución global en 16 mm, 35 mm, DCP y televisión, que es filmado en Súper-8. 
Este paso cinematográfico fue presentado por Kodak en 1965 pensado inicialmente para el mercado doméstico, en el cual, a principios de los ochenta, fue sustituido por el vídeo. En ese entonces, el Súper-8 se sumió en una especie de travesía del desierto, mantenido por artistas y entusiastas.


En 1992, Phil Rhonda Vigeant, miembros de la American Society of Cinematographers (ASC), la exclusiva asociación de Hollywood a la que sólo se accede por invitación, dieron el primer paso para la profesionalización del Súper-8 incorporando al formato las mismas películas negativas que en 16 mm y en 35 mm, a la vez que desarrollaron sistemas de digitalización hasta entonces sólo disponibles en formatos mayores. 
Si hasta ese momento, el Súper-8 con películas inversibles (positivos para proyectar para su revelado), estaba circunscrito para ser visto por las pocas personas ante las que podía proyectarse el original filmado, gracias al matrimonio Vigeant el Súper-8 se convirtió en un formato que todavía tenía mucho que decir tanto en el terreno artístico como en el técnico.


Adicionalmente, Phil y Rhonda desarrollaron, con su empresa Pro 8mm, la relación de aspecto Max-8 que, siguiendo la misma premisa que el Súper-16, incorporaba a la imagen el espacio originalmente reservado para la pista magnética principal: de esta forma, el Súper-8 podía ser digitalizado en 16:9.
El gran salto llegó cuando el Súper-8 negativo se pudo digitalizar en HD: esto abrió horizontes nuevos, en el ámbito de la postproducción y de la difusión. 
Pero el espaldarazo definitivo, para la película de Súper-8 negativa, llegaría cuando la técnica hizo posible la digitalización primero en 2K (2014), después en 4K  (2017) y ahora en 5K (2020): ¡en la actualidad una creación en Súper-8 puede ser distribuida masivamente con calidad sorprendente!, pero al mismo tiempo conservando el encanto de una imagen orgánica.  También son posibles los tirajes de positivos en 16 y 35 mm a partir de un original de Súper-8.
¿POR QUÉ SÚPER-8?
Desde luego, grabar en digital es mucho más fácil (se ven los resultados de inmediato, todo es automático) , que hacerlo en Súper-8 (100 € cada dos minutos y medio, todo manual, imposible de comprobar hasta después del revelado...), pero el Súper-8 ofrece no sólo una sensación orgánica,  imposible de emular en digital, sino también una gama de texturas que, como creador, me permiten seleccionar la mas adecuada para lo que se desea narrar: por ejemplo, en Spitsbergen, empleé la Kodak Tri X para transmitir la sensación de desolación cuando el rompehielos queda atrapado en la banquisa;  la vivificante Ektachrome 7294 (en ese momento, experimental, de la partida de preproducción que tenía que probar para Kodak en condiciones adversas de un rodaje real) para transmitir la inolvidable sensación de cuando, entre las tinieblas, surge el esplendor del sol de media noche, con todo su colorido, abriéndose camino después de un día gris y nuboso; o la Ektachrome 7280, con su grano y paleta tan especial, para recrear la decadente época soviética en los poblados de Barentsburgo y el abandonado de Pyramiden.
Podría decirse que las características de cada emulsión cinematográfica forman parte del relato, una especie de metalenguaje, que contribuye decisivamente en la narración

En el caso de "Spitsbergen, O Gardián do Ártico", además, se han elegido las texturas, como se ha dicho,  que rememoran los documentales de los años sesenta y setenta, a los que se rinde homenaje.
OTROS ATRACTIVOS DEL SÚPER-8.
Además de todo lo narrado, el súper-8:
1) es un medio físico, que se puede tocar con las manos y ver al trasluz;
2) resulta menester demostrar pericia técnica para obtener buenos resultados tras el revelado (el propio procesamiento químico de la imagen tiene un encanto casi alquímico, imposible de sentir con medios digitales); 
3) el súper-8 permite vivir la experiencia de rodar con película con equipamiento de filmación, montaje y sonorización relativamente compactos;
La sensación orgánica, en Súper-8,  comienza desde el mismo momento en que se abre el envase con la película, y el cineísta auténtico puede aspirar el maravilloso olor de la emulsión virgen, prosigue durante la filmación "a ciegas" (fiándose de los conocimientos), se mantiene durante el revelado (escrutando al trasluz, tras el fijador, los fotogramas entre las manos), y se consuma en la proyección, viendo el resultado. El festín artístico prosigue durante el montaje físico, con moviola, cortando y pegando la película.


Para aquellos lectores del ámbito profesional que deseen incorporar el Súper-8 a su portafolio de servicios, siempre recomiendo el mismo proveedor que usa Steven Spielberg, Spike Lee o J.J. Abrams, entre otras luminarias:  Pro 8 mm, de Hollywood. 
En Pro 8 mm atienden en español e inglés, en el enlace inferior: ¡el envio a Europa demora sólo 3 días!
https://www.pro8mm.com?sca_ref=221762.t1gzXnwJIC

No hay comentarios:

Publicar un comentario