Quienes fuimos niños a finales de los sesenta y principios de los setenta tuvimos la suerte de conocer, en bares, las "gramolas" (jukebox), unas máquinas, con altavoz incorporado, en las que tras introducir el importe se escuchaba de forma automática el disco deseado, de entre una selección cuyos títulos brillaban retroiluminados.
Si la gramola ya estaba reproduciendo un disco, memorizaba la siguiente elección de otro cliente, que se reproducía a continuación: con 9 o 10 años me fascinaba ver como el luminoso se iba cambiando de título en título hasta encontrar la nueva melodía.
En Francia, primero, y después en los Estados Unidos, existió una versión mejorada, denominada Scopitone, que en lugar de discos, reproducía ¡¡¡películas musicales de 16 mm en color!!!, mediante retroproyección en incorporada, en una época tan temprana como la década de los cuarenta.
La mayor popularidad de las máquinas Scopitone fue durante los años cincuenta y sesenta, cuando a las películas musicales (antecesores de los videoclips y con mucho colorido) se les mejoró su calidad de reproducción sonora gracias a las pistas magnéticas en lugar de ópticas.
En 1959, una firma italiana (que actualmente fabrica helicópteros) introdujo un sistema similar, denominado Cinebox (en los Estados Unidos, Colorama), que, además de en cafeterías y lugares de ocio, se llegaron a instalar en trasatlánticos, pues no sólo podían reproducir cortometrajes musicales, sino también mediometrajes documentales.
En la Cinemateca de Galicia/IB Cinema tenemos la suerte de atesorar varias películas musicales de los distintos sistemas para estas máquinas. Las que están tiradas en sistema Technicolor de imbibición conservan sus colores intactos, no así las Ferrania o Eastman que han virado a rojo.
Seguidamente, una pequeña muestra, encabezada por la princesa Liliani y Alex Mc Angus, con el exótico "Smouldering drums"
SCOPITONE CINEBOX 16 MM FILM from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
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