FUJICA Z600: UNA CÁMARA PARA HACER BÍCEPS

Cuando, en 1965, Fujifilm introdujo el sistema de cine Single-8, idéntico al Súper-8 en proyección pero con un tipo diferente de cargador para la filmación, lo hizo con una serie de cámaras sencillas: su negocio principal estaba en la venta de película y, en aquellos primeros años, permitió que fuesen Canon y Elmo los que diseñasen cámaras mas evolucionadas. Con el tiempo, Fujifilm llegaría a ser la única mantenedora de su sistema, para el que fabricaría la mejor cámara de cine jamás producida: la Fujica ZC1000, aparecida en 1974 y que se estuvo vendiendo nueva hasta finales de los ochenta (la ZC1000 es el modelo que yo suelo usar).

Si bien el Single-8 (a diferencia del Súper-8) fue pensado en el cineísta avanzado (presor en cámara, rebobinado integral, soporte de poliéster), la primera cámara que la empresa nipona concibió para el usuario serio fue la Fujica Z600, producida entre agosto de 1968 y noviembre de 1972. Si se abre el cuerpo y se accede a su interior, queda uno extasiado con unos acabados de una calidad impresionante, que son una delicia técnica.

Una de las características de esta cámara es que admite película de sensibilidades entre 16 y 400, pero no en pasos de diafragma que se duplican, sino graduales, de forma que de tener el cartucho de película especialmente adaptado, la Z600 podría leer perfectamente sensibilidades no habituales, como 64 o 250.

La Fujica Z600, a diferencia de las Súper-8 contemporáneas, viene con obturador variable, bloqueable en cualquier ángulo intermedio entre 0 y 160 grados. 

Su objetivo original, de seis aumentos, puede prácticamente triplicar este factor para telefotografía gracias a un impresionante complemento, en su día carísimo de fabricar, debido a su masivo lente ¡frontal de 120 mm! de diámetro, que se ha convertido en toda una rareza de coleccionista. 
Este complemento óptico, por sí solo, ¡¡¡pesa dos kilogramos!!!, lo cual si se añade al kilo y medio de la cámara, queda un conjunto lo suficientemente pesado para llevarlo al gimnasio y, a modo de mancuernas, ejercitar los bíceps.