¡Moar consiguió superar a las multimillonarias producciones de Hollywood!, de forma que hubo que colocar en la puerta el cartel de "Aforo completo".
Programar material cinematográfico filmado hace unos cincuenta años fue todo un riesgo que decidió asumir la concejala Isabel Reimúndez: su apuesta salió bien y, pese a que este primer fin de semana de primavera, totalmente veraniego, era mas propicio para el paseo, el público no sólo respondió, sino que la sala, reía y aplaudía, grabando emocionados, con sus móviles, ciertas secuencias, que ahora están circulando por Facebook.
UN MATERIAL DE INTERÉS HISTÓRICO.
No hay en Galicia nadie que disponga de tantas filmaciones sonoras de los años setenta como José Luís Moar. Además, sus miles de metros de película se encuentran técnicamente bien filmadas con excelente sonido.
Para estas dos sesiones, José Luís concibió dos programas de casi dos horas cada uno: "Este es mi colegio" y "Estampas sadenses".
En "Esto es mi colegio" se muestra los inicios del colegio Pedro Barrié de la Maza, uno de los sólo diez de toda España que sirvió de prueba a la Enseñanza General Básica antes de que fuera instaurada en el sistema pedagógico nacional.
Este colegio público, en aquellos tiempos, era de absoluta ciencia-ficción: cuando en ciudad de La Coruña sólo había una piscina cubierta, la de la Sociedad Deportiva Hípica (en ese entonces una sociedad militar en la que no era raro encontrarse, en verano al mismísimo general Franco), el colegio Pedro Barrié también disponía de una.
Fue, también, el Pedro Barrié, el primer centro en Galicia con transporte de los alumnos y pionero, a nivel nacional, dentro del sistema de enseñanza pública, en incorporar materias como música o cine.
José Luís Moar, que, además de profesor de carrera, era operador cinematográfico con carnet (de hecho, fue la mano derecha del todopoderoso Ricardo Fernández Castro, al frente del Cine Club Aldebarán), formó, en el Pedro Barrié, el Grupo de Cine Raiola: con ciertos alumnos se dedicó a inmortalizar, en el soporte indeleble del Kodachrome, no sólo las vivencias del colegio, sino también de la villa de Sada; parte de estas últimas sirvieron de base para "Estampas sadenses".
Lo mejor de todo es que las películas están bien filmadas, sin escenas fuera de foco, y, además, con sonido, en una época en que hasta los corresponsales locales de TVE y NoDo filmaban, en general, no con sonido directo sincronizado, sino en mudo con el añadido después, en estudio de grabación, de ruidos y ambientes procedentes de bibliotecas sonoras.
Si a ello se une el interés etnográfico y pedagógico, las películas de Moar son unos documentos de valor incalculable que, si esto fuera Gran Bretaña o Alemania, estarían digitalizados con los originales convenientemente preservados.
RESPONSABILIDAD ENORME.
La selección del material a proyectar en cada uno de los programas se llevó a cabo durante varios días en IB Cinema, bajo lo dirección del propio José Luís Moar, una labor cuidadosa en la que empleamos cuatro moviolas sonoras.
Con los dos programa listos, en sus bobinas de largometraje, se procedió a reforzar todos y cada uno de los cientos de empalmes hechos hace medio siglo con el sistema ECS (Eumig Chemo Splicer), con cinta de empalmar Fujifilm de poliéster. Habríamos trabajado más rápido cortando los dos fotogramas de cada unión, pero nuestra mentalidad de archivista nos lleva a conservar todo como fue concebido ¡aunque se vieran en proyección los alucinantes dientes de sierra del ECS!
La cinta Fujifilm, concebida para filmotecas, mantiene sus propiedades intactas después de mas de medio siglo: no se reseca, no se amarillea ni el adhesivo se sale, con los años, fuera de la cinta: en España, Fujifilm de Japón sólo sirve este tipo de cinta a IB Cinema.
Las programas se revisaron, en proyección, con un Fujicascope SH30 con objetivo Fujinon 1.0, un proyector que trata con delicadeza extrema material histórico y único como el de Moar, cuyo deterioro sería una gravísima pérdida patrimonial no sólo para Sada o Galicia, sino para España. El interés histórico del material de Moar, para pedagogos o historiadores, trasciende lo local y lo regional, siendo nacional.
TODO A PUNTO.
Cada uno de los largometrajes fue presentado por la concejala, Isabel Reimúndez, y el propio Moar. El mismísimo alcalde, D. Óscar Portela, ¡fue el encargado de encender y apagar las luces del auditorio! (y quien abrió y cerró la Casa de Cultura; la concejala, transportó el atril al escenario: esta es la clase de políticos que la sociedad necesita, no divos que viven aislados en su coche oficial). En previsión de lo que pudiera ocurrir, llevamos nuestro propio sistema de microfonía inalámbrica, que fue el que finalmente usamos.
La proyección se llevó a cabo con un proyector profesional concebido para exhibir Súper-8 en grandes auditorios: el Elmo Xenón, con objetivo Kowa de luminosidad f 1.0, que llenó sin problemas la pantalla de seis metros de base en una tela que se estrenaba para la ocasión.
Como proyeccionistas, dos profesionales de élite: Marcos Javier Fernández Eimil y Fernando Pujalte.
EMOCIÓN A FLOR DE PIEL.
Buena parte del público estaba compuesto por los niños y niñas que aparecían en las imágenes, hoy padres y nietos. El verse por vez primera, transportados en el tiempo casi medio siglo atrás, hacía que alguno se emocionase, contagiando hasta a los proyeccionistas.
También, especialmente en "Estampas sadenses", se pudo ver y escuchar a personas muy recordadas en la historia de Sada, hoy desaparecidas.
Al finalizar la segunda de las proyecciones, el ayuntamiento de Sada hizo entrega a José Luís Moar de una placa conmemorativa de reconocimiento a su labor.
José Luís no sólo tiene el mérito de haber sido el responsable del grupo infantil que hizo las filmaciones. También es la persona que conservó adecuadamente esta especie de incunables durante estas décadas.
Además, nada de estos documentos fílmicos existirían si no fuera por su generosidad: filmar en película ha sido siempre una actividad muy cara; José Luís pagaba de su bolsillo las 1.800 pesetas de principios de los setenta que costaba cada cartucho de tres minutos. Gracias a José Luís, Sada, Galicia y España pueden contar hoy de un material fílmico de valor histórico incalculable.
De nuevo, ¡gracias, José Luís! Y gracias, también, al ayuntamiento de Sada, por arriesgarse a programar algo que en otros sitios no se atreven.
ANÉCDOTAS:
Lo mas gracioso fue cuando Marcos, no reconociendo en la obscuridad de la sala al alcalde, ¡lo invitó a marcharse de las butacas inmediatamente delante del proyector! (por temas de seguridad).
Como siempre hacemos, cuandoe exhibimos con película (sea cual sea el paso), antes de que entrase el público, nos proyectamos para nosotros alguna selección privada, emulando a Peter Sellers in "The smallest show on Earth". En este caso, un viejo documental, editado por Derann Films, en el que el gran
Estuve en Sada, hermoso lugar, gran recuerdo.
ResponderEliminarSada es un diamante en bruto, con mucho potencial de crecimiento en el sector turístico.
EliminarPues únicamente pienso lo que supondrán estos documentos audiovisuales dentro de otros 50 años. ...Y lo pienso porque ya me gustaría visionar material similar de hace uno o dos siglos....
ResponderEliminarSiempre hay que conservar tus originales a buen recaudo pera ir digitalizando en cada nuevo sistema que surja. Hace 12 años, digitalizar en calidad PAL era fabuloso. Luego vino HD y lo anterior parecía una mierda. Y así sucesivamente. El original Super-8 Kodachrome, bien conservado, se podrá siempre digitalizar en lo que está por venir.
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ResponderEliminar¿Por qué las películas no muestran que están filmando basadas en dibujos animados? Después de todo, estas películas https://peliculasonline4k.net/familiar/ fueron filmadas de alguna manera ...
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