¡Ya tengo los tres avances (trailer, teaser y mini featurette) de "Spitsbergen: el guardián del Ártico" en 16 mm. Llegaron ayer por la tarde. ¡Qué emoción, indescriptible, abrir la lata, y sentirse casi embriagado por ese inconfundible olor a película recién revelada!
Inmediatamente, visioné los tres trabajos con el Elmo AL 16 mm que tengo permanentemente en la sala Brainstorm de IB Cinema.
¡La calidad del hinchado es absolutamente extraordinaria!, tanto de definición, estabilidad, colorido y sonido. No me cabía ninguna duda al respecto, tras las experiencias de "Camino de Vuelta", "La noche de San Juan" y "Ferrol 7294".
El positivo de 16 mm con los tres avances es, a la vez, con sonido óptico y, también, para alta fidelidad, con magnético.
Del laboratorio, la "torta" (rollo en núcleo) vino en la bonita caja metálica Kodak de la película para positivos 3383 de poliéster (calidad archivo).
Coloqué la "torta" en una bobina desmontable que me hizo mi buen amigo Julio Castells, de Barcelona, hace unos 30 años, para proyectarla.
La satisfacción fue tan suprema que pase el rollo no una, ni dos, sino tres veces. Gran trabajo, el del laboratorio italiano Onda Radio Service, expertamente dirigido por ese genio que es Marco Emiliani. No menos extraordinario es el repicado de sonido magnético, expertamente hecho por ese gran artesano que es mi buen amigo Alberto Vangelisti.
SUFRIDORES... DEL CINE.
Esta mañana se acercó Víctor Galdón, montador de los tres trabajos, para verlos proyectados. Mediado el paso, comencé a notar unas manchas en la imagen, que ayer no estaban, e iban a más conforme avanzada la proyección:
Detuve el Elmo AL para descubrir, con horror, que la goma que recubre uno de los rodillos se estaba descomponiendo. Esta clase de rodillos hay que sustituirlos cada 15 años, y los había cambiado en el 2008. Como cada año, los verifiqué estas navidades, superando todas las pruebas. Incluso la semana pasada proyecté alguna cosa con este aparato, sin problemas. ¡Tuve que desencadenarse el mal, precisamente, con un trabajo recién revelado!, y no con cualquier otro.
Por eso, prefiero los proyectores Fumeo. Sus rodillos, íntegramente metálicos, jamás se descomponen. Nunca he sufrido nada semejante con un Fumeo. Sin embargo, en la mesa de la sala Brainstorm prefiero usar el Elmo AL pues, por una parte, es menos rumoroso y, por otro lado, su estética es acorde con el resto de los aparatos, mezclando tecnología del siglo XIX con la del siglo XXI (por ejemplo, en lugar de mandos mecánicos, botonera electrónica que actúa sobre los servomotores).
En un positivo de 16 mm normal, con solamente sonido óptico, podría limpiar la película con Vitafilm, pero, como estos tres avances llevan bandas magnéticas, consulté con Alberto Vangelisti. No queda otra que intentar limpiarla con otra clase de fluido, refinado del petróleo, que puedo encontrar localmente, no deja residuos y es totalmente seguro para la pista magnética, en una labor manual, fotograma a fotograma, que me llevará varios días.
Esperemos, pues...
Ay, Dios, ¡lo que se sufre en el mundo del cine!, pero, a cambio, es impagable la sensación orgánica de la proyección en película. Una experiencia que la brigada del inframundo digital nunca podrá entender ni valorar.
El mas visto de los tres avances, la minifeaturette, sigue disponible en digital:
SPITSBERGEN: EL GUARDIÁN DEL ÁRTICO (mini featurette) from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
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