miércoles, 8 de mayo de 2019

QUE SEA LO QUE DIOS QUIERA

Con objeto de tener cartuchos Fujifilm para recargar con película Kodak o de otras marcas, durante los últimos años he ido acopiando película Fujichrome caducada --en algún caso, fuertemente--, sobre todo R25, que en principio pensaba desechar (usándola como colas). 
Pero, debido a los excelentes resultados que es capaz de obtener, con material sensible caducado, el laboratorio de Riccardo Pascucci, en Roma,  ¡la voy a filmar!
En cualquier caso, con emulsiones caducadas, son muchos los factores que intervienen a la hora de obtener un resultado, además de la pericia del técnico de laboratorio. No es lo mismo si estuvo en una nevera que en un sótano caluroso, por ejemplo. Es una lotería. Por eso, el proyecto se va a llamar "Que sea lo que Dios quiera". Veremos que es lo que sale de aquí. 
La R25 caducada es problemática de revelar pues se trata de una emulsión con capa antihalo, tanto mas difícil de sacar cuanto mas antigua es.

UN DIAFRAGMA CADA DIEZ AÑOS.
Lo académico es sobre-exponer un diafragma cada diez años de caducidad. A veces lo haré, otras no. Veremos lo que vaya saliendo. Este primer cartucho de "Que sea lo que Dios quiera" lo filmé con la Fuji P2, con obturador convertido a 150 grados,  y el objetivo ultragranangular Voigtländer, con tal mala fortuna que, el pasado domingo, tras finalizar la jornada, la cámara me cayó ¡y se agrietó la insustituible y rara lente!
El azar divino quiso que, comentado el hecho en el grupo de Facebook Super 8mm , que administro  (https://www.facebook.com/groups/27648968851/ ), el mas numeroso de esta red social, con mas de cinco mil miembros, me escribió un colega de Inglaterra ¡y ya tengo uno en camino!, de forma que el original lo he retornado de visor a la cámara fotográfica de 35 mm de la que procedía: en su uso como visor la grieta, aunque molesta, no tiene efecto adverso sobre la imagen. 
El cartucho de película que filmé, cuyo destino original era el mercado americano, ¡caducó en noviembre de 1985! ¡Qué sea lo que Dios quiera!

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