martes, 14 de mayo de 2019

UN ALTAR PARA LAS LEITZ

Aunque mi cámara favorita seguirá siendo la Fujica ZC1000, por ser la única que no restringe la imaginación del cineísta con taras de tipo técnico, debido a  razones prácticas (evitar la recarga en cartuchos Fujifilm), buena parte de mis filmaciones serán, a partir de ahora, con las dos Leicina Special y la Leicina Super RT1.
El amigo Marcos me regaló una pequeña vitrina que, a modo de altar, acomoda las tres alhajas de Leitz.
Naturalmente, seguiré usando también la Bauer A512 que, en su versión Egido, es una cámara con muchas posibilidad, además de relativamente silenciosa, sin olvidar, tampoco, la Nizo Professional. 

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