A menudo, la gente del digital, habla mal del Súper-8 diciendo que es muy caro (hay que comprar la película, revelarla, digitalizarla, portes...) y que un cartucho de dos minutos y medio no llega a nada.
En primer lugar, los cartuchos de 15 metros (o 50 pies) si en lugar de filmarlos a 24 fotogramas por segundo, lo hacemos a 18, la duración aumenta de dos minutos y medio a tres minutos con veinte segundo, lo suficiente para reflejar una vivencia o, incluso, narrar una historia, si se planifica con un poco de antelación y se tiene la pericia de rodar sin desperdiciar ni un sólo fotograma, como ha sido el caso de mis dos cortometrajes de la serie Covid-19. Como todo lo filmado se aprovecha, ¡¡¡no se pierde tiempo en postproducción!!!, mas que para los efectos. En segundo lugar, una de las grandes ventajas del Súper-8 es que, al final, queda, para archivo, una película física, que siempre se puede escanear en cuaquier sistema presente. En el 2007 éramos felices con las digitalizaciones en PAL. Alrededor de 2010, en HD. En 2016, en 2K. En 2018, 4K. Ahora, en 4K... y lo que vendrá.
En el COVID-19 PHASE 0 está rodado con una Bauer C900, cámara que deleita al usuario con varias virtudes: su objetivo Neovaron diseñado en Suiza, además de ser ultra nítido y luminoso, tiene macro variable en varias longitudes focales; filma tanto a 18 como a 24 f.p.s. y dispone de intervalómetro incorporado. Eso sí: la C900 es fea de solemnidad, con ese acabado verde militar que tiene que tener alguna explicación: tal vez su diseñador pasó su niñez en algún campo de concetración del III Reich, o algo por el estilo. La digitalización es simple, a una luz, y "casi" HD, suficiente para Internet.
La película COVID-19 PHASE 2 es un cortometraje sin palabras, solo con acompañamiento musical, filmado con un único cartucho Super-8 de Kodak Vision 500 en la Bauer C900 modificada por André Egido.
El cortometraje de un cartucho trata de plasmar una situación que, durante el confinamiento del coronavirus, compartimos los españoles: durante el encierro se reforzó la vida familiar, con preparados de comida casera y tiempo para jugar hasta al parchís, así como salieron a la superficie valores como la solidaridad, en este caso con fabricación de protectores faciales hechos en una impresora casera para regalar en los centros de salud. Algunos autónomos tuvieron que seguir trabajando: vemos a uno de ellos que conduce camino del trabajo y escucha los síntomas del coronavirus en la radio... que lo enferman ¡pues es hipocondríaco!, lo cual pone la nota de humor.
Aquellos que son de mi generación recordarán la estética de una serie de nuestra generación, a la que Tarantino, uno de los nuestros, rinde homenaje en "Erase una vez... en Hollywood".
COVID-19 PHASE 0 from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
Otra película de esta serie, es COVID-19 PHASE III, rodada también con sólo un cartucho de película de Súper-8, en ese caso la Kodak Vision 50 con la Eumig Nautica sumergible, publicada el pasado junio.
Ambas cartuchos fueron revelados en España por http://www.retrolab.eu/ , con su servicio ultra rápido de 24 horas.
COVID-19 PHASE III from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
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