En Galicia, en el noroeste de España, las dos únicas personas que filman, de forma regular y continuada, empleando el cargador Fujifilm Single-8 somos la joven promesa del cine gallego, Alex López, y yo. Nada mejor que un viernes, después del trabajo, para quedar a tomar algo. Aunque Alex es uno o dos años mas joven que mi propio hijo, nos une la pasión por el cine. Siempre digo que no hay nada mas democrático que la cinefilia, que une a personas de distintas edades y creencias, en pos de un valor superior: el amor por el cine.
Intercambiamos dos objetos, preciados para ambos. Le dí un intervalómetro original Fujifilm en su caja de origen, sin usar desde su fabricación, especialmente concebido para la Fujica ZC1000, mientras que él tuvo el detalle de obsequiarme con un micrófono dinámico Fujica fabricado en 1965: ¡me encanta el timbre de voz que, en locuciones, proporcionan los micrófonos de aquella época!, especialmente en trabajos en los que la textura orgánica de determinadas emulsiones, como la Kodak Tri X o la AGFA Aviphot, lo requieren.
Alex fue mi ayudante de cámara en un trabajo que va a tener repercusión mundial, y que rodamos en Ferrol: la prueba de la versión definitiva de la nueva película Kodak Ektachrome 100D 7294. Es, la 7294, de la primera emulsión inversible en color concebida con tecnología del siglo XXI.
De su éxito, dependen miles de puestos de trabajo en todo el mundo, desde el personal de la fábrica, laboratorios, productores de químicos, etc., hasta ciertas personas del mundo artístico, pues, a determinados creadores, nos motiva trabajar con material inversible, esto es, aquel que, tras su revelado, proporciona no un negativo, sino una imagen positiva única, en lo que denomino un filmcunable. No hay experiencia que pueda sustituir la proyección directa, sin depauperación digimerde, de películas inversibles de calidad, como lo es la nueva Kodak 7294.
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