A tres o cuatro metros de distancia del superdepredador que no
ve en la especie humana mas que un suculento bocado de comida, el Ursus
Maritimus, y, además, sin escapatoria,
con la zodiac encajada entre el casquete polar y fragmentos flotantes de
banquisa, ¡¡¡cerca de las 24.00 horas!!!, ¿quién me iba a decir a mí que esta
larga jornada iba a concluir en peligro de muerte?
UN EPISODIO QUE VALE POR TRES.
UN EPISODIO QUE VALE POR TRES.
En estas latitudes, en 6 de mayo (domingo) de poco vale acotar un día
¡pues tenemos luz las 24 horas!, en una jornada que parece no tener final. Quien sigue esta bitácora sabe que, a las dos de la mañana, fuimos varios los que, al toque de campana, nos
levantamos para ver como el “Malmö” atravesaba el “estrecho de los témpanos fragorosos”.
Tras varias fechas sin apenas dormir, fui uno de los pocos que aguanté unas
horas mas para filmar (y que mis retinas se deleitasen), con el rosario de glaciares, a cada cual mas
bonito, en el fiordo Kongsfjorden; el de bahía Magdalena apenas se pudo
vislumbrar, debido a la niebla, pero no me importó pues ya lo había visitado en
1995 y en 2008, en pleno verano, y con buen tiempo. Si comparo aquellas
primeras filmaciones, de hace casi un cuarto de siglo, con las actuales, ¡el
retroceso del hielo realmente alarma! Nada mejor que Spitzbergen, termómetro
del mundo, para comprobar que ya no es sólo el calentamiento global, sino que
directamente estamos destruyendo el planeta sin que los gobernantes se den
cuenta de que no hay otro al que ir.
Después de un fugaz descanso, desayuno a las ocho e, inmediatamente, toca vestirse de nuevo con tres capas de ropa, traje polar y botas, como relaté en la entrada anterior, navegamos en zodiacs por los bajíos del “paso de las corrientes traicioneras”, en ese santuario que para las morsas es la isla Moffen.
Después de un fugaz descanso, desayuno a las ocho e, inmediatamente, toca vestirse de nuevo con tres capas de ropa, traje polar y botas, como relaté en la entrada anterior, navegamos en zodiacs por los bajíos del “paso de las corrientes traicioneras”, en ese santuario que para las morsas es la isla Moffen.
"En Su mano las honduras de la Tierra,
La cimas de las montañas son Suyas.
Suyo es el mar, pues Él lo hizo.
Y la tierra firme que formaron Sus manos.
Venid, adoremos y postrémonos".
Aquí, entre los hielos, en medio de un tiempo inclemente, aun el espíritu mas libre siente la necesidad de entrar en contacto con la fuerza superior, que se puede definir de distintas maneras y a la que todos recurrimos cuando sentimos necesidad de protección.
LA SIESTA… NO PARA ESPAÑOLES.
Una de las sorpresas que me llevé, esta tarde, es que varios
expedicionarios “desaparecieron” en sus camarotes… para dormir la “siesta”: dos
de los cuatro ingleses, algunos suecos y mi compañero holandés. ¡Resulta que
los españoles nos llevamos la mala fama y, sin embargo, son otros los que
sestean! Y eso que uno, pese al cansancio acumulado de días, añadía el no
haberme tirado en la cama ni tres horas durante esta jornada a la que no se veía final.
El paisaje que vislumbraba ante mis ojos me hacía resistir, tanto
para cumplir el encargo de Kodak como para rodar el documental “Spitzbergen: el
guardián del Ártico”.
Entre café y café, subía a la cubierta superior donde, a
la intemperie, la amazona del Polo Norte, Delphine Dupré, escrutaba con el
catalejo a través de la neblina en busca de vida: osos, morsas, focas o,
incluso, zorros. Delphine, siempre armada, agradecía cada taza pues, en esta su
atalaya, encima del puente de mando, el viento inclemente no ceseba de barrer
su superficie ululando como una especie de cántico fúnebre. No quiero ni pensar
lo terrorífico que debe resultar este sonido en la negrura de la obscuridad
perpetua del invierno ártico.
En el "Malmö", un pequeño rompehielos en servicio desde la época de Hitler, los 13
expedicionarios teníamos libertad total de movimientos. Podía, por tanto, adentrarme en el puente de mando, siempre que quisiera, y así lo hice en ciertas
ocasiones, pero prefería sentir la libertad de las cubiertas. Ocasionalmente
iba a proa pero, para fugaces tomas e inspecciones, la popa era mejor pues,
aparte de tener acceso directo al comedor/sala de estar, estaba amparada por la
propia superestructura del navío y una especie de techo que no era mas que una loneta
atormentada por el viento, excepto cuando la nieve se congelaba sobre ella y le
proporcionaba rigidez.
NO ME VOY AL CARAJO.
NO ME VOY AL CARAJO.
La verga de proa, pese a su dureza (de acero), no me merecía la
suficiente confianza como, con el metal tan congelado que literalmente "quemaba",
trepar a su canastilla; el científico Audun Rikardsen era capaz de subir allá con una agilidad sorprendente, para, después, resistir horas incluso a
-20 grados Celsius que, arriba, enfrentado al viento, tal vez fueran, en el
mejor de los casos, -30 grados: a esa temperatura, lleva menos de un minuto que
un dedo sin protección se congele completamente.
De la ubicación de esta canastilla, en la parte mas alta del
mástil de proa de un barco, viene la conocida
expresión, en español, de “vete al carajo”, cuando no queremos saber de
alguien.
Desde el carajo se divisa muy bien el horizonte (para eso lo usaba
Audun), pero, por el contrario, es el lugar donde mas se notan los vaivenes de
la nave. Estuve a punto de ascender el día que el “Malmö” se quedó atrapado en
el hielo: sin embargo, como los peldaños literalmente “quemaban” de frío, finalmente no
me atreví; aunque uno conserva su espíritu aventurero intacto, el cuerpo no
está a la altura tras 58 años (no muchos mas, por cierto, que la cámara Súper-8
que me acompañaba, una Bauer A512).
CAFÉ CON KARI: SIEMPRE ESCRIBIENDO.
CAFÉ CON KARI: SIEMPRE ESCRIBIENDO.
En estas continuas y entradas y salidas del comedor/sala de
estar no me vestía con el traje integral polar sino que, a las tres capas
internas de ropa interior especial ártica, en el exterior llevaba un plumífero
con capucha y, bajo él, auténtica ropa noruega. De hecho, era el único a bordo con ropa típica de
Noruega.
La Luisa Lane del Ártico, la periodista Kari Toft, que iba
siguiendo la expedición para la Norwegian Television NRK, solía estar en la
sala de estar escribiendo, ¡de forma manuscrita! las crónicas que luego, una vez aprendidas, debía grabar ante la videocámara de Reidar
Gregersen, su Jimmy Olsen. Pese a ser noruega, me dijo que nunca vió a nadie, en su
país, con tanta ropa noruega como uno. ¡Se desternilló de risa al escuchar mi
explicación! Estando, con mi familia, en el DisneyWorld de Florida, sin más atavío que el propio para una latitud tropical, de un día para otro, en un caso inaudito, la
temperatura cayó de alrededor de 30 grados ¡a menos de diez! No nos quedó mas
alternativa que adquirir vestuario en ¡la tienda de Noruega de Disneyworld!, prendas
que hemos conservado en la familia durante estos años, e incluso uso en mi ciudad algún día
especialmente frío. “Aquí viene el tirolés”, cuando visto con esta ropa en La Coruña, me espeta mi amigo
el Dr. Barbé, el productor dueño de Formato y el hombre cuyas medidas salvaron al
Clúster Audiovisual de Galicia de la práctica bancarrota en la que lo sumió la
gestión de Antón Reixa, que, la de vueltas que da la vida, ha pasado de azote
del Partido Popular a ser nombrado por los cargos de ese partido asesor de
temas audiovisuales ¡con despacho propio! nada menos que en el CGAI (la
autodenominada, impropiamente, “filmoteca” gallega, y que no pasa de almacén de quincallería, a juzgar como en su "archivo" se acumula, desparramado en pilas, lata sobre lata, el
patrimonio audiovisual de los gallegos). Tendrían que visitar, estos asesores
de tres al cuarto, como hizo uno al comienzo de esta expedición, el Archivo Mundial
del Artico, por no citar el de la Eastman House, fundado por Kodak en Rochester, para saber cómo
conservar material fotoquímico de forma seria, con respeto para el país y para
el contribuyente.
En estas mis continuas entradas y salidas desde la sala-comedor
al exterior, parecía como si el frío de fuera pareciese mucho peor de lo que a veces
era realmente.
OSOS A LA VISTA: ¡ZAFARRANCHO DE COMBATE!
OSOS A LA VISTA: ¡ZAFARRANCHO DE COMBATE!
Aun estábamos con la sobremesa de la cena, cuando la puerta del comedor que da a la cubierta de popa se abrió: tras el frío aliento ártico, entró, con su traje
polar, Delphine Dupré para comunicar que había visto osos merodeando en la distancia
por el casquete. ¡Dios nos vino a ver!, podríamos exclamar, pues, en una inmensidad como las
Spitzbergen y las Tierras de Francisco José solo sobreviven unos 3.000
ejemplares (pese a que están protegidos desde 1973).
Sven y Audun, después de deliberar con el capitán, Viktor
Karlsson, decidieron que, pese a que la corriente arrastraba enormes
trozos de banquisa separada del casquete, deberíamos arriesgarnos a bajar en
las zodiacs.
Cuando sonaron las campanas desde el puente de mando, en una especie de llamada al zafarrancho de combate, los expedicionarios bajamos velozmente por los estrechos pasillos y escaleras del “Malmö” para coger nuestros equipos fotoquímicos o digitales y ponernos el traje ártico, las botas hasta la rodilla, el chaleco y demás parafernalia.
PRUEBA PARA KODAK.
Cuando sonaron las campanas desde el puente de mando, en una especie de llamada al zafarrancho de combate, los expedicionarios bajamos velozmente por los estrechos pasillos y escaleras del “Malmö” para coger nuestros equipos fotoquímicos o digitales y ponernos el traje ártico, las botas hasta la rodilla, el chaleco y demás parafernalia.
PRUEBA PARA KODAK.
En la noche estival ártica, aunque diurna, la temperatura
desciende aún más, de forma que, en el exterior el mercurio marcaba -15 Celsius. Esta vez, en lugar de desembarcar con la Eumig Nautica impermeable,
decidí arriesgarme con la Bauer A512, en su versión “André Egido”, pues, para
cumplimentar una prueba para Kodak, debía filmar con las tres diferentes
emulsiones negativas: la Vision 50, la 200 y la 500, esta última, con un experimento:
exponerla a 50 para luego sub revelarse
dos diafragmas . Cuando Ludwig Drasser, de Andec Films, me devolvió este rollo, debidamente telecinado en 4K por el laboratorio Ocho y Pico, de Madrid, quedé sorprendido con el resultado: grano más contenido que expuesta a su
sensibilidad nominal de 500 ASA, excelente latitud y magnífica definición.
¿Podrá la 500, en un futuro difícil, convertirse en la negativa “universal”,
exponiéndose a 50 o 200 según convenga? Pudiera ser.
Para mi documental, este experimento Kodak origina una pequeña
complicación a la hora del etalonaje (tarea que consiste, entre otras cosas, en
igualar el color y el grano de una misma secuencia), pues el blanco níveo de la
banquisa presenta un espectro muy distinto en cada una de las tres emulsiones.
LA OSA NOS ENCUENTRA.
LA OSA NOS ENCUENTRA.
Con la tranquilidad del entrenamiento del desembarque de la
mañana, en Moffen, en medio de agitadas corrientes traicioneras, el de esta "noche" fue mucho mas rodado: había mucho hielo flotante,
sí, pero el agua se encontraba mas tranquila y el aire, aunque frío, sin demasiado viento (no obstante, su fantasmagórico ulular seguía
omnipresente, como recordándonos que, al menor descuido, el Más Allá nos estaba
aguardando con los brazos abiertos y la guadaña en una mano).
De las dos zodiacs, la mía era en la que navegábamos los
profesionales, como la intrépida Kari, su videógrafo o Audun Rikardsen, éste
con una de esas carcasas para cámaras Canon, diseñadas y construidas por él,
que, equipadas con ultragranangular, le permiten disparar sus famosas
fotografías semisumergidas por las que es premiado internacionalmente.
El timonel de nuestra zodiac, un verdadero experto criado entre icebergs: el groenlandés Kanun Lennert, quien, aunque no es profesor de biología en una universidad como Audun, se reveló como un ameno experto no sólo de la fauna sino de la flora ártica: todos los manuales enseñan que en Spitzbergen, debido a su latitud tan al norte, no crecen árboles. Gracias a Kanun supimos que están equivocados pues, en algunas zonas, se pueden encontrar unas plantas que llegan hasta los quince centímetros de altura y con tallo de madera: según Kanun, toda planta con madera es un árbol, aunque sea liliputiense.
El timonel de nuestra zodiac, un verdadero experto criado entre icebergs: el groenlandés Kanun Lennert, quien, aunque no es profesor de biología en una universidad como Audun, se reveló como un ameno experto no sólo de la fauna sino de la flora ártica: todos los manuales enseñan que en Spitzbergen, debido a su latitud tan al norte, no crecen árboles. Gracias a Kanun supimos que están equivocados pues, en algunas zonas, se pueden encontrar unas plantas que llegan hasta los quince centímetros de altura y con tallo de madera: según Kanun, toda planta con madera es un árbol, aunque sea liliputiense.
Kanun, de sangre inuit (detesta el término esquimal pues es la
forma peyorativa con la que los indios denominaban a su pueblo y que significa “comedores
de carne cruda”), es el único que legalmente podría abatir a un oso o a una
morsa sin necesidad de que tuviera que ser para autodefensa, un privilegio reconocido a los inuit y a los sami (lapones), algo que, por supuesto, no era su intención,
pues es un gran defensor de la Naturaleza en un Ártico que, según nos explicó en el "Malmö", tal
y como lo conocemos, o se implantan medidas drásticas por parte del resto del
planeta, o esta maravilla de desaparecerá ¡durante este siglo!
Sorteando banquisas flotantes, estuvimos bordeando el casquete hasta cerca de media "noche". En la distancia nos olisqueó una osa, acompañada de su osezno de un año. Audun, tras probar la resistencia del hielo del casquete, se tumbó sobre el hielo para disparar varias diapositivas con su teleobjetivo Canon de medio metro de largo. Reidar Gregersen, el Jimmy Olsen de Kary, se atrevió a bajar también, ¡con trípode y todo!, amparado, eso sí, por Kanun en su retaguardia, para el caso de una rotura del hielo.
El oso polar, que científicamente, como le gusta bromear a Audun, se llama Ursus maritumus "por su afición a comer marineros" (sic), es el depredador de mayor tamaño sobre la faz de la Tierra. Los machos pueden superar la tonelada de peso con una colosal envergadura de ¡hasta tres metros de altura! puesto sobre dos patas.
Sorteando banquisas flotantes, estuvimos bordeando el casquete hasta cerca de media "noche". En la distancia nos olisqueó una osa, acompañada de su osezno de un año. Audun, tras probar la resistencia del hielo del casquete, se tumbó sobre el hielo para disparar varias diapositivas con su teleobjetivo Canon de medio metro de largo. Reidar Gregersen, el Jimmy Olsen de Kary, se atrevió a bajar también, ¡con trípode y todo!, amparado, eso sí, por Kanun en su retaguardia, para el caso de una rotura del hielo.
El oso polar, que científicamente, como le gusta bromear a Audun, se llama Ursus maritumus "por su afición a comer marineros" (sic), es el depredador de mayor tamaño sobre la faz de la Tierra. Los machos pueden superar la tonelada de peso con una colosal envergadura de ¡hasta tres metros de altura! puesto sobre dos patas.
El oso polar es el único depredador que acecha a los humanos
habitualmente como presas: de ahí, la obligación por ley, en Spitzbergen, de
portar armas fuera del perímetro de protección de la “capital” Longyearbyen.
Gracias a su finísimo olfato, capaz de detectar focas a través de la banquisa, la osa, seguida de su osezno, se encaminó hacia nosotros. Para ella, ¡no somos mas que un suculento aperitivo! Pocos carnívoros son mas peligrosos, para un humano, que el ataque de un oso.
Gracias a su finísimo olfato, capaz de detectar focas a través de la banquisa, la osa, seguida de su osezno, se encaminó hacia nosotros. Para ella, ¡no somos mas que un suculento aperitivo! Pocos carnívoros son mas peligrosos, para un humano, que el ataque de un oso.
Un oso polar desnutrido y hambriento, como esta osa, y con un osezno
a su cargo, son decididamente letales dada no sólo su fuerza, sino su astucia: pueden venir con
lentitud, disimulando, para, de repente, acelerar a 40 kilómetros por hora. En
caso de ataque, como bien se sabe en Spitzbergen, las víctimas rara vez
sobreviven. Con la osa cada vez más cerca, ¿sería el momento de nuestra última
oración?
AUDUN APURA HASTA EL ÚLTIMO SEGUNDO.
AUDUN APURA HASTA EL ÚLTIMO SEGUNDO.
¡A toda prisa tuvo que subir Audun a nuestra embarcación!, cuando la osa y su osezno estaban, como quien dice, a tiro de piedra. La otra zodiac, con los expedicionarios menos arriesgados (bajo la protección de Svein y Delphine), se
mantuvo a una distancia mas que prudente, pero nosotros permanecimos a ¡sólo un
metro! del casquete,
con la osa y su osezno a menos de cinco, dado que Audun quería disparar una diapositiva con su famoso método de imagen semi sumergida. Cuando ya estábamos prácticamente al alcance de la osa, quisimos retroceder ¡pero no pudimos!: nuestra zodiac vio cortado su estrecho en el agua por dos enormes banquisas flotantes que se habían desplazado.
Audun, arriesgando su vida, saltó fuera de la zodiac, boca abajo sobre el mar, para aplicar toda su fuerza vikinga contra la banquisa flotante, ayudado desde el otro lado por la zodiac de Svein, con su motor fueraborda a plena potencia. Justo cuando la osa estaba a punto de saltar sobre nosotros, ¡conseguimos liberarnos!
Menos mal que la osa, con su instinto de madre, no quiso dejar sólo a su osezno. Si fuera un macho, se hubiera echado al agua sin duda y entonces nuestra supervivencia habría peligrado, pese a ir equipados con dos Mauser y tres pistolas.
Esquivando banquisas flotantes e icebergs, un poco más tarde de media noche retornamos a la seguridad del “Malmó”. El sol, que había permanecido oculto casi toda esta larga jornada, paradójicamente, a esta hora, dejaba entrever sus rayos.
con la osa y su osezno a menos de cinco, dado que Audun quería disparar una diapositiva con su famoso método de imagen semi sumergida. Cuando ya estábamos prácticamente al alcance de la osa, quisimos retroceder ¡pero no pudimos!: nuestra zodiac vio cortado su estrecho en el agua por dos enormes banquisas flotantes que se habían desplazado.
Audun, arriesgando su vida, saltó fuera de la zodiac, boca abajo sobre el mar, para aplicar toda su fuerza vikinga contra la banquisa flotante, ayudado desde el otro lado por la zodiac de Svein, con su motor fueraborda a plena potencia. Justo cuando la osa estaba a punto de saltar sobre nosotros, ¡conseguimos liberarnos!
Menos mal que la osa, con su instinto de madre, no quiso dejar sólo a su osezno. Si fuera un macho, se hubiera echado al agua sin duda y entonces nuestra supervivencia habría peligrado, pese a ir equipados con dos Mauser y tres pistolas.
Esquivando banquisas flotantes e icebergs, un poco más tarde de media noche retornamos a la seguridad del “Malmó”. El sol, que había permanecido oculto casi toda esta larga jornada, paradójicamente, a esta hora, dejaba entrever sus rayos.
Aquí, en Spitzbergen, se pueden vivir todas las estaciones del
año ya no en un día, sino en una hora, como tendríamos ocasión de comprobar en
la jornada siguiente cuando, tras desembarcar del “Malmö” con sol en busca de
una guarida de focas y morsas ¡acabamos desorientados en medio de una descomunal
tormenta de nieve!
Si es nuevo en esta bitácora, no se olvide de leer las inauditas informaciones publicadas en las entradas anteriores:
Capítulo 1: https://mimundoensuper-8.blogspot.com.es/2018/05/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.htmlSi es nuevo en esta bitácora, no se olvide de leer las inauditas informaciones publicadas en las entradas anteriores:
Capítulo 2: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/05/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_27.html
Capítulo 3: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.html
Capitulo 4: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_8.html
Capitulo 5: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_15.html
Capítulo 6: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_21.html
Capítulo 7: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/06/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_29.html
Capítulo 8: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/07/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.html
Capítulo 9: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/07/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_13.html
Capítulo 10: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/07/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_21.html
Capítulo 11: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/07/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en_29.html
Capitulo 12: https://mimundoensuper-8.blogspot.com/2018/08/spitzbergen-el-guardian-del-artico-en.html
PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN DEL TEXTO Y LAS FOTOGRAFÍAS, sin la autorización del autor. Derechos reservados. FOTOS Y VÍDEOS A BAJA RESOLUCIÓN PARA EVITAR SU PIRATEO
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