jueves, 29 de noviembre de 2018

MEMORIAS DE UN HOMBRE EN PIJAMA: RECOMENDABLE COMEDIA ROMÁNTICA ¡DE ANIMACIÓN!

Una frase para recordar de la película: "la gente  gasta su dinero en dispositivos, como plasmas o tabletas,  pero no quieren pagar por contenidos como un libro o una película" (no es textual); pienso exactamente eso. A muchos, nos le duele despilfarrar 600 euros, o mas, en un smartphone,  pero encuentran inasumible invertir 20 euros en un libro, por ejemplo. 
Es la segunda vez en la semana que veo la película, con motivo de la primera ronda de votaciones para los premios Goya, ésta vez presentada por su productor y coguionista,  mi admirado "todo terreno" del audiovisual Ángel de la Cruz, guionista, director, productor, cámara, vendedor y lo que se tercie. El talento de Angel trajo varios Goya para Galicia. Y esperemos que con la XXXIII edición pueda sumar algunos mas.
"Memorias de un hombre en pijama" (largometraje basado en las historietas del gran Paco Roca, publicadas en prensa, y mas tarde reunidas en el libro homónimo), me cautivó: se ve con una sonrisa durante toda la proyección. No sólo la recomiendo sino que, además, tan pronto como pueda, la voy a ofrecer en mis programas de exhibición por las villas y localidades de mi querida Galicia (donde transcurre parte de la trama, junto con Barcelona y Valencia). 
Encuentro inexplicable la calificación de 12 años del Ministerio de Cultura: o estaban los calificadores obnubilados con grifa o hay una clara voluntad de perjudicar a la película de cara a su distribución.  
El pasado domingo, en IB Cinema, pude disfrutar la obra con una calidad de exhibición todo lo perfecta que se puede recrear a partir de un soporte tan miserable como el DVD.  Como hace tiempo que no entraba en la denominada "filmoteca" CGAI, creí que habrían mejorado sus calidades, de forma que, ilusionado,  acudí al pase pues una película como "Memorias de un hombre en pijama" merece disfrutarse en pantalla grande en condiciones óptimas. 
¡Vaya decepción, amigos! Sufrí desde, prácticamente, el minuto uno viendo como, probablemente debido a la falta de tasa de transferencia y a que necesitan actualizar el firmware del servidor, las panorámicas se movían de forma no fluida, como vibrando,  algo especialmente molesto en la secuencia de los títulos de crédito. 
Es triste comprobar como en el CGAI las calidades han empeorado desde que despidieron a aquel gran proyeccionista que era Antonio Ramos. Sin Antonio, ¡hay salones parroquiales que proyectan con mejor calidad!
La pantalla tiene ahora cortinas pero ¿de qué valen? si nos recibieron con ellas abiertas; además, como no llegan hasta el suelo, el espectador tiene la sensación no de estar en un cine, sino un teatrillo de Guiñol. ¡Absolutamente ridículo! 
Nefastas las lámparas LED del techo que, además de molestas,  no permiten su apagado gradual. E increíble que mantengan todavía los viejos radiadores de aquello que se llamó "calor negro", uno de los sistemas menos eficaces y menos ecológicos que existen: ya se que les importa un comino la factura de la luz, pues paga el contribuyente, pero los (i)rresponsables deberían pensar un poco en el medio ambiente: la Tierra es lo único que tenemos.
¡¡¡Magnífica y recomendable película, "Memorias de un hombre en pijama!!!, pero pésima proyección. 


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