Filmando en cine, el sonido directo se tiene que registrar mediante un medio separado, desde que, hace lustros, desapareció la película virgen con pistas magnéticas en los bordes (las pistas, ahora, se aplican a posteriori, bien laminada o líquida). Normalmente, siempre grabo el sonido empleando cintas de casete, con la sola excepción de mi segundo largometraje de la serie Stop Quecemento Global (Stop Calentamiento Global), titulado "Odisea en Groenlandia" (actualmente en posproducción), en el que el sonido directo sincronizado lo grabé digitalmente con un móvil, como se describe AQUÍ .
Aunque, posteriormente, transferí a cinta magnética el resultado, para enriquecerlo con tono analógico, no volveré a grabar sonido de esta forma, pese a lo fácil que resulta todo lo digital, pues lo considero traicionar mis principios como creador cinematográfico, que me imponen la captación de imágenes exclusivamente mediante tecnología fotoquímica y el sonido por medios analógicos. Para trabajar en digital, en Galicia, ya está el resto del sector audiovisual (con la excepción de Álex López): lo que uno hace es distinto y único.Para el tercer largometraje de la serie sobre el Calentamiento Global, que rodaré en la Antártida, "Alén da Fin do Mundo" (Mas Allá del Fin del Mundo), volveré a confiar en el magnetófono de casete profesional Sony WM-D6C, descrito en el enlace anterior, que tantas satisfacciones me proporciona desde hace años (modificado, por el técnico de mi ciudad Justo Guisasola, muchos años atrás, que le añadió la conexión “remote” que permite que la ZC1000N lo ponga en marcha, y pare, en sincronización con el pulsador del obturador).
La Sony WM-D6C admite las cintas Fujifilm de Berilio en la posición Cromo |
Existe en España un técnico especialista en estos Sony, Andrés Quesada, de la Televisión de Extremadura. Siguiendo sus consejos, José Manuel Mr. Xerox cambió todas las correas de goma, por otras especiales, que pedí a un proveedor de Lituania. Una vez en la Antártida, la humedad no será un problema, con la grabadora, pues, en contra de lo que la gente piensa, es uno de los lugares mas áridos del planeta. Si, en cambio, tendré que luchar contra la humedad tanto por el atravesar el paso sureste, y tal vez en la península antártica, antes de marchar por el paso del noroeste. Lo que sí podría generar preocupación son los cambios de temperatura de interior a exterior.
Aprovechando que el aparato estaba desmontado, José Manuel lubricó muy ligeramente ciertas piezas móviles con una grasa especial, fabricada por Bolex en Suiza, especial para las cámaras que han de ser usadas en condiciones de frío extremo. Esta grasa, obsequio de André Egido antes de jubilarse, ya la empleé con éxito, en la Bauer A512, para rodar "Spitsbergen, O Gardián do Ártico". No se que haré cuando termine el tubo pues Bolex no la vende.
Instalación provisional de micrófono en la propia cámara |
Cambio preventivo de todas las correas |
José Manuel repitió la operación, de engrase y cambio de correas, en la segunda WM-D6C que pensaba llevar de repuesto... pero, por tema de peso, voy a tener que prescindir de esta unidad: que sea lo que Dios quiera. Mi mayor preocupación, ahora, es como eludir la inspección no ya de los escáneres normales de Rayos X, dañinos para las películas sin revelar, sino de los nuevos de tecnología CT que velan las películas con una sola inspección.
Un trabajo meticuloso sólo apto para gente de capacidades teutónicas como José Manuel |
(Continuará)
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