Mi dilema: ¿cómo conseguir llegar a Nueva Zelanda con la película virgen que llevaré para rodar "Alén da Fin do Mundo" (Más allá del fin del mundo), en la Antártida, evitando los nuevos escáneres CT (tomografía computarizada) de los aeropuertos, que, a diferencia de los bidimensionales, velan el material sensible con sólo un escaneo?
¡¡¡13 kilos de película!!! |
Paralelamente, me puse en contacto con un importante organismo del cine, dependiente de estado central, haciendo la misma petición: ¡denominándose Spain Audiovisual Hub, seguro resolverían mi problema!, pensaba uno, que a su edad, aun peca de iluso. Estos, sí, me contestaron, a través de su (sic) Bureau, con celeridad, que agradezco, pero algo muy decepcionante para una entidad con ese nombre tan rimbombante:
"En relación a su consulta sobre el transporte de material fílmico vía Dubai y tras contactar con su aeropuerto, nos comentan que debería contactar con el servicio de seguridad del mismo. Dependiendo de la terminal por la que usted vaya acceder disponen de diferentes vías de contacto telefónico. Nos es grato compartirle las tres correspondientes a las T1, T2, T3:
T1 +97145041087
T2 +97145041639
T3 +97145041252"
¡¡¡Toda una legión de personas, en teoría con la misión de facilitar este tipo de gestiones internacionales para el cine español, y lo máximo que me pudieron responder es una información que ya sabía desde el minuto uno!!!, con tres números de teléfono que había tardado unos pocos segundos en encontrar en Internet (en los que tampoco me resolvieron nada).
Paquete en el vestíbulo de IB Cinema, antes de que lo recogiesen los de DHL |
¿Me dí por vencido, lamentándome lo difícil que nos ponen las cosas a los independientes que queremos seguir narrando en fotoquímico? ¡Nada de eso! Como ya dije en el capítulo 5 de esta serie, hago mío el lema de Shackleton "Fortitudine vincimus" . Mi punto de destino, antes de embarcar en el rompehielos, está justo en las antípodas de La Coruña, Invercargill, a casi 20.000 kilómetros. Busqué "detectivescamente" en Internet hasta encontrar varios nombres de personas residentes Invercargill relacionadas con el mundo fotoquímico. Una de ellas, Stephanie Forrester, resultó ser una de las responsables del club Southland Photographic Society : ¡no sólo accedió a que le enviase el paquete con las películas por DHL!, sino que ella y su marido me irán a recoger al aeropuerto y, al día siguiente, en su club, daré una conferencia explicando un proyecto tan peculiar como éste, que, como los dos precedentes, se llevará a cabo íntegramente (tanto las fotografías como las imágenes de cine) con película. Nunca hay que darse por vencidos, amigos; como decía Shackleton, "resistiendo, vencimos" . Hoy, tras pasarme la mañana con Nena cumplimentando papeles administrativos en inglés para la rigurosa aduana de Nueva Zelanda, ha salido el paquete para allá, via DHL, adonde llegará mas o menos en 7 días (esperé hasta hoy pues tenía que recibir algún suministro mas de Kodak). El paquete lo preparé con Álex bajo la supervisión del experto José Manuel Mr. Xerox Fuji. Lo ideal, claro, habría sido que las películas viajasen conmigo en el avión, pero, por lo menos, conseguí una alternativa viable y factible, así que, ¡estoy contento! Seguimos na loita! (¡Seguimos en la lucha!)
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